Pensamiento

Con carta o sin carta, Mariano Rajoy nos va a crujir

25 mayo, 2016 00:00

Oiga, que sí, que ha dicho Mariano que subirá los impuestos. ¿Otra vez? Otra vez, sí. En campaña dirá que no, como en la campaña de 2011, pero luego los subirá. Sí, sí, igual que entonces. Que no queda más remedio. Se lo ha prometido a Juncker, su amigo en Europa, y los tiene que subir. Si no, dígame usted cómo se presenta luego en Bruselas. A su amigo no lo engaña. Mejor engañar a los votantes españoles. Total, qué más da, le votan igual. Así que... atentos.

Ha dicho Mariano que subirá los impuestos. ¿Otra vez? Otra vez, sí. En campaña dirá que no, como en la de 2011, pero luego los subirá. Sí, sí, igual que entonces. Que no queda más remedio

No se enfaden. Los votantes. Que a Mariano, aunque subió los impuestos, no le fue bien la otra legislatura es algo conocido y sabido. Que gastó mal el dinero y la deuda aumentó. Y de qué manera. Y ahora hay liquidar la deuda. Y también necesita dinero para el juez, por lo de las obras de su sede en Génova. Tiene que poner pasta en el juzgado. Y en más sitios. La pasta que había la repartió el Bárcenas. Los famosos sobres. Sí, ese al que todos le hacían la pelota y ahora todos odian, o dicen odiar. Otra parte la despilfarró la Rita en Valencia. Y ahora ni la devuelve, ni se va. ¡Todos son problemas! Y en Madrid el Granados y el Marjaliza se llevaron lo suyo y no, que no era suyo, según dice Marjaliza, pero ahora tampoco devuelven nada. Sí, sí, ya sabemos que estaban con Esperanza y ella era la jefa, pero la Espe dice que no sabe nada. Que ella no se enteró. Así que se necesita dinero. ¿Qué hacemos? Pues nada, lo que diga Mariano. Y Mariano dice que subirá, otra vez, los impuestos. Sí, aunque no se haya votado, ya se considera ganador. Así se lo ha dicho a su amigo Juncker, o como se llame.

Ya se comprometió Mariano Rajoy con Jean-Claude Juncker. Su amigo. Nuevos recortes a partir del verano. Ya se siente presidente. Cree, en serio, que el cargo se hereda. Y lo hereda él, que le toca. Todos han estado, al menos, ocho años. Él también quiere. Claro, el pasado lunes, Pedro Sánchez, el otro que quiere ser presidente, le ha llamado "mentiroso". Y sus antes amigos de Ciudadanos le han dicho que pare el carro, que los españoles aún no han votado. Estos de C's es que son nuevos, me entiende usted, y todavía no se han enyerado que Mariano ya sabe que gana, que le votan los mismos o más. Y además es gallego, y allí se sabe con antelación cuándo se gana y cuándo no. Cuestión de bruxas o meigas o lo que sea. Pero se sabe. El Mariano es que juega con ventaja. Menudo es...

¿Que usted no se lo cree? Pero hombre, mire. Ya le mandó una carta a su amigo Juncker el pasado 5 de mayo. Sí, hace casi tres semanas. Y ya se lo decía. Que ganaba y subía los impuestos. Y hacía recortes. Si sabrá Mariano... Le decía que en cuanto pasaran las elecciones, que él iba a ganar, haría un recorte de 8.000 millones de euros. ¡Toma ya! Por lo menos 8.000 millones. Y retocaría la reforma laboral. Una vuelta más, porque los empresarios quieren más. Que consideran que han masacrado poco a los trabajadores y quieren masacrarlos más todavía. Pues no sé luego quién va a trabajar. A lo mejor se ponen ellos a la faena. Mal no les vendría. Que lo hace todo para que no le multen. Ya sabe usted, a la miseria, piojos. Vas mal, con deudas o déficit que aumenta y encima te sancionan. A pagar más. Como las multas. No la pagas y te doblan la cantidad. Y luego te roban la pasta de la cuenta corriente. Pues igual en Europa. Te cobran más, te sancionan y, al no pagar, te retiran lo que te iban a dar. Total: se lo quedan todo.

Y como el Juncker es amigo de Mariano pues ahora no sancionan. Lo dejan para después de las elecciones. No le van a hacer una jugarreta a su amigo

Y como el Juncker es amigo de Mariano pues ahora no sancionan. Lo dejan para después de las elecciones. No le van a hacer una jugarreta a su amigo. Sancionar la víspera de elecciones. No. Son amigos y quieren seguir siéndolo y viéndose por Bruselas, por Luxemburgo... y por Madrid. Eso sí: a cuenta nuestra, con más impuestos. ¡Cómo se lo han montado, eh!

El Mariano le dice a Juncker en la carta que lo siente, pero que no es culpa suya. Le echa la culpa a las Autonomías. ¡Ya le vale! Y que en cuanto gane les va a meter nuevos recortes. Eso sí, aquí, en España, dice lo contrario, que los recortes han terminado. ¿Qué le creemos ahora? No me gusta nada esto, señor lector. Pero aquí no pasa nada. Los suyos le felicitan, como que ha conseguido una victoria sobre Bruselas. ¡Ja, ja! No ha hecho otra cosa que aceptar lo que ordena Bruselas. No somos nadie. Ya nos mandan desde fuera. ¡Y a obedecer! Así que, de reducción de impuestos..., nada de nada.

Sí, mire usted. En Bruselas flipan con Mariano. No entienden que haya prometido en campaña que iba a bajar los impuestos con el marrón que tiene encima. Siguen flipando. Así que Mariano le mandó una carta a su amigo, para parar el cabreo. Y que no sancionen, de momento. Que pasado el verano, cuando haga nuevo gobierno, "adoptará nuevas medidas". ¡Madre mía! ¡Que Dios nos coja confesados! Y con calderilla en los bolsillos, que va a ser lo que nos dejen. Con ironía o sin ella, así se hace las cosas el Gobierno en funciones. De traca. De todas formas, amigo lector, nos van a crujir.