Pensamiento

27S: oportunidad para derrotar al separatismo

25 julio, 2015 04:33

Este próximo 27 de septiembre, Mas junto con Junqueras, camuflados en una lista electoral encabezada por un comunista, un ex eurodiputado de ICV durante 10 años llamado Raül Romeva, pretenden convertir unas elecciones autonómicas de acuerdo con nuestro ordenamiento jurídico, en unas elecciones plebiscitarias con el fin de poner en jaque la unidad de España.

La candidatura separatista se llamará ‘Junts pel Sí’, con un objetivo evidente, persuadir a la comunidad internacional de que la sociedad catalana, mayoritariamente, quiere separarse del resto de España, lo que también implicaría la salida de la Unión Europea y de la zona euro, y al mismo tiempo, iniciar el camino para separarnos del resto de España. Hacernos extranjeros en el resto de España y convertir en extranjeros al resto de españoles en Cataluña.

No harán cumplir de la misma forma las leyes y tendrán igual de claro el concepto de España un gobierno del Partido Popular que uno formado por PSOE y Podemos más algún nacionalista y/o partido de izquierdas

Muchas personas ponen la responsabilidad de evitar este órdago en el Gobierno de España y, efectivamente, el Gobierno de España tiene la responsabilidad de hacer cumplir la Constitución y por tanto, garantizar la unidad del país. Sin embargo, sabemos que no harán cumplir de la misma forma las leyes y tendrán igual de claro el concepto de España un gobierno del Partido Popular que un gobierno formado por PSOE y Podemos más algún nacionalista y/o partido de izquierdas que formará parte de una hipotética coalición de perdedores, tal y como vimos después de las elecciones municipales del 24M.

La demostración es el 9N. Los separatistas afirmaban que después de la patochada, el 23 de abril de 2015, Cataluña se separaría del resto de España, pues bien, ya casi entrado agosto, los catalanes continuamos siendo igual de españoles que lo éramos el 8 de noviembre de 2015. Lo que sí sucedió es que ningún medio internacional de referencia se hizo eco de la patochada del 9N y hoy Convergència i Unió, ha quedado liquidada como formación política. Nadie había previsto el 9N, que 8 meses de después, CiU sería un partido liquidado como lo fue UCD en 1982, nadie. Así pues, si esto ha sido posible ha sido gracias a la actuación ponderada y sensata, aplicando la ley (hoy Mas junto con dos de sus consejeras están sub júdice por el incumplimiento flagrante que se produjo de las resoluciones del Tribunal Constitucional) por parte del Gobierno de España.

Todos sabemos que si el PSOE, aun perdiendo las elecciones, suma con Podemos y otros nacionalistas y partidos de izquierdas, formarán gobierno en España, por lo tanto, no debemos caer en la tentación de pensar que todo se solucionará en las elecciones generales exclusivamente. No debemos desaprovechar la oportunidad de cortar de raíz el desafío, que evite el conflicto, la tensión y la inestabilidad política, lo que perjudicaría la recuperación económica y el empleo que se está produciendo en Cataluña y el conjunto de España.

Tenemos una oportunidad única. Nunca la antigua Convergència y ERC habían ido juntos a unas elecciones. Siempre iban por separado y así garantizaban la presencia de separatistas en el gobierno de la Generalitat de Catalunya. O bien Convergència iba en solitario o bien ERC con el tripartit. Yendo por separado siempre garantizaban que uno de los dos estuviera representado en el Govern de la Generalitat y así poder seguir avanzando en su proyecto de ruptura. Esta vez no. Han decidido ir juntos. ¿Por qué? Porque las encuestas les daban que por primera vez en 31 años (desde 1984), CiU y ERC no sumaban mayoría en el Parlament. Que hayan decidido ir juntos y de esta forma es para intentar no caer en el ridículo estrepitoso de que en el momento álgido de su proyecto de ruptura queden en minoría y pierdan por primera vez en más de tres décadas la posibilidad de formar el Govern de la Generalitat. Por consiguiente, también es la primera oportunidad que tenemos, de cambiarlos de cuajo a los dos, tanto a la antigua CiU y como a ERC.

El 27 de septiembre debemos movilizar al 73% de la población catalana que no participó en la costillada del 9N

Mas y Junqueras saben que su acción de gobierno ha sido lamentable. Han doblado la deuda que dejó el tripartit en menos de 5 años, han incrementado y creado más de 100 nuevos impuestos y tasas, han recuperado el impuesto sobre sucesiones, hoy ninguna entidad financiera en el mundo quiere prestar un solo euro a la Generalitat. Hoy la Generalitat, sólo por detrás de la Junta de Andalucía, es la Comunidad Autónoma que menos gasta en sanidad por habitante, aun teniendo el presupuesto autonómico más alto de toda España. Por estos motivos, por la pésima gestión, han decidido esconderse en una lista en la que no salgan las siglas de su partido y que ésta esté encabezada por alguien que no tiene, a priori, nada que ver con estos dos partidos, que heredaron en 1980 la región más próspera de España y que 35 años después han dejado la burocracia más cara de Europa. En este sentido, al incorporar a Romeva como uno y no a Mas o Junqueras, movilizan a todos los separatistas sin que el voto vaya a cualquier otro por enfado con la gestión de Mas. Este hecho hace que los separatistas ya estén completamente movilizados. Están con la papeleta en la boca esperando ese día. De aquí que el PP Catalán haya propuesto una moción de censura, como mínimo para cambiarles la fecha y de esta forma, dificultar su estrategia. De momento, parece ser que PSC y C’s no están por la labor de impedir que Mas pueda cumplir con su voluntad de convocar elecciones para el 27 de septiembre y de esta forma, evitar que puedan utilizar todo el merchandising, ya pagado con los impuestos de todos, con la fecha ‘27S’.

Esta fecha, el 27 de septiembre, si finalmente hay elecciones como parece ser, debemos movilizar al 73% de la población catalana que no participó en la costillada del 9N. Una baja participación beneficia a Artur Mas, por ello que las elecciones sean justo después del verano con una campaña electoral corta, justo después de las fiestas de la Mercè, patrona de Barcelona y de otros municipios del área metropolitana (zona donde el separatismo es claramente minoritario, con lo que pretende aprovecharse que la gente marcha de puente sin acudir a votar), y después de una nueva movilización separatista el 11 de septiembre, alentada con dinero público. Por este motivo, debemos explicar lo que nos jugamos el 27 de septiembre y de la importancia de acudir a las urnas ese día. Quedarse en casa es dar la victoria a los separatistas y poner en claro peligro, si PSOE y Podemos suman mayoría aun ganando el PP, la unidad de España. Tenemos la oportunidad histórica de acabar con su órdago y a la vez, cambiar de gobierno de la Generalitat. Hacerlo posible, sólo depende de ti.