Un montaje de Guillem Bota con una imagen de archivo de Ábalos de fondo
Afiliarse al PSOE para pillar cacho
"Quien ha sido toda la vida un don nadie, tanto por lo que respecta al pecunio como en lo que se refiere a las mujeres, puede salir de esas dos miserias afiliándose al PSOE, una entidad donde el dinero y el sexo nunca han de faltar"
Si no permiten robar ni meter mano, a ver quién se va a meter en política. En España, la política siempre ha sido trincar lo que se pueda y pillar por la entrepierna a la primera despistada que pase por ahí, no vamos a cambiar eso a estas alturas. Y si intentamos cambiarlo, como decía al principio, nadie va a tener vocación de servicio público. Porque el servicio público está bien siempre y cuando se combine con el servicio púbico, si no, más vale dedicarse a otros menesteres. Por lo menos en España.
Lo del PSOE era de imaginar, no hay más que ver el aspecto de sus dirigentes para deducir que pocos culos y billetes de cien euros han tocado en su vida, se afiliaron al partido para ver si, trepando trepando, podían meter mano a dinero ajeno y a nalga igualmente ajena. Uno ve a Ábalos, a Cerdán, a Salazar y a los alcaldes y dirigentes que en estos días van siendo noticia, y a su vera hasta Torrente parece Alain Delon. Esa gente no engaña, se ve a la legua que, de no haber ostentado cargo, el sexo y el dinero habrían sido entelequias para ellos, algo de lo que oír hablar a gentes más afortunadas. No ha de sorprendernos que, a la que han tenido la oportunidad, se les hayan ido las manos tras los billetes y las tetas, es lo que haría cualquiera en su lugar. Hay que comprenderlos, quien ha pasado hambre toda su vida, es normal que cuando surja la ocasión intente atiborrarse, quién sabe cuándo podrá volver a comer caliente.
Tengo para mí que Pedro Sánchez sabía lo que se cocía pero, generoso como es, dejó que sus discípulos metieran mano por todas partes, fueran carteras o escotes. No todos tienen la suerte de ser tan guapos como el líder supremo, y es bueno que éste les deje ni que sean las migajas, tomad y comed, que estos son los cuerpos de nuestras afiliadas, amén. Cuando Pedro Sánchez asegura que no conocía en lo personal a quienes formaban su círculo más estrecho, solamente nos está diciendo que les respetaba su intimidad y que, por tanto, evitaba indagar cuánto robaban y a cuántas ultrajaban, no le interesaban los detalles. Sánchez ignoraba adrede las posturas sexuales preferidas de sus amigotes, así como si preferían cobrar las mordidas en billetes grandes o pequeños, en eso el presidente no se metía, el PSOE aboga por la libertad.
Quien ha sido toda la vida un don nadie, tanto por lo que respecta al pecunio como en lo que se refiere a las mujeres, puede salir de esas dos miserias afiliándose al PSOE, una entidad donde el dinero y el sexo nunca han de faltar. Con no alzar la voz, no contradecir jamás al líder y recordarle a éste de vez en cuando que no hay en el mundo un presidente tan guapo como él, se asegura uno ir subiendo en el escalafón, y a partir de ahí, se le abren las puertas de empresas y sociedades, por una parte, y de moteles y meublés por la otra: dinero y mujeres, que para eso ha tragado uno sapos desde que ingresó en el partido. Ahora hemos sabido que la tan cacareada paridad no tenía otro objetivo que tener en el partido suficientes mujeres para saciar el priapismo de tanto alto cargo socialista.
Todo esto, que estaba asumido y aceptado, puede irse ahora al garete. ¿Quién va a querer afiliarse al PSOE a partir de ahora, sabiendo que no se le permite ni insinuarse a la secretaria ni exigirle un porcentaje a un contratista? Todos esos jóvenes que militan en las juventudes del partido con la vista puesta en tan suculentas expectativas, van a darse de baja al saber que -incomprensiblemente- eso está ahora mal visto. En toda España miles de alcaldes, concejales, directores generales, subsecretarios, senadores, diputados, presidentes de diputación, periodistas del régimen, presidentes de corporaciones y hasta algún director de biblioteca, van a romper al carné del partido. ¿Ni dinero ni mujeres? Es el fin del PSOE.