Ciertamente lo que está pasando en la política española es indecente. El presidente ha demostrado que gestionar equipos no es lo suyo. Se ha equivocado dos veces. Y los tres tenores campan a sus anchas intentando perfilar sus estrategias. Ábalos y Koldo han hecho un pasa palabra esperando la declaración de Cerdán. No se fían unos de otros. Bueno, para ser exactos nunca se han fiado vistas las grabaciones que se remontan a diez años atrás. 

El presidente resiste los embates de la oposición con un partido desmoralizado y noqueado. Resiste sin más, sin plantear una hoja de ruta. Solo la debe saber Salvador Illa. En los círculos madrileños en los que se pergeñan todo tipo de revoluciones a primera hora de la mañana, de las que no queda, las más veces, ninguna por la noche, están conjeturando que Illa será el recambio de Sánchez. Creo que es una ocurrencia y una payasada, apuntar por ahí el camino. Illa seguirá al pie del cañón con Sánchez y será su brigada acorazada visto que el PSOE andaluz no se recupera y sigue de zombi viviente. 

Con esta compleja situación, la derecha está encantada. Se las prometen muy felices en la calle Génova. Sin embargo, ya les dije que cuando Sánchez tiene problemas, viene el soldado Feijóo al rescate. Pero está semana sus cohortes mediáticas, políticas, judiciales y ahora el comando eclesiástico se han pasado de frenado y se han puesto a nadar en un mar de obscenidades. Las prisas le pierden a la derecha y las prisas no son buenas consejeras. 

Primera. La Guardia Civil entra en Ferraz. El PP lo celebra en redes viéndose ya en Moncloa. Pero, el juez no ha ordenado un registro de la sede socialista como si ordenó en la calle Génova. 

Segunda. El PSOE bloqueó el ordenador de Cerdán cuando dimitió para facilitar que la Guardia Civil copiara el disco duro. No fue triturado a martillazos para ocultar la contabilidad B del PP. 

Tercera. Que Núñez Feijóo hable de mafia es vomitivo. Hasta ahora el único que tiene una foto con un narcotraficante es el señor Feijóo. Para excusarse dice ahora que solo era contrabandista en aquel momento. La explicación tiene su mérito. 

Cuarta. Como los pintas Cerdán y Koldo hablan de una chapuza en las primarias del PSOE con dos votos, el PP liderados por Aznar insinúan un pucherazo electoral. Sin pruebas al más puro estilo Trump. Aznar ya lo hizo en 1993 cuando esperaba entrar en Moncloa por la puerta grande. Y lo repitió en 2004 cuando Zapatero dio la sorpresa y ganó a las mentiras aznarianas del atentado “de ETA” en Madrid el 11-M. 

Quinta. Los numeritos de Miguel Tellado en el congreso se parecen más a trifulcas de barra de bar que a un debate político. Los diputados del PP son unos holligans de baja catadura cuando gritan, golpean e insultan en el hemiciclo. Veremos si Tellado sigue gritando tanto cuando conozcamos sus conversaciones con algunos de la trama. Será entretenido verlo. Sus formas le quitan la razón aunque la tenga.

Sexta. La Conferencia Episcopal pide elecciones por el bien general. No lo hicieron durante 40 años de dictadura y no lo hicieron cuando el caso Gurtel estaba en la palestra. El silencio es su valor. Las víctimas de los pederastas lo han sufrido en sus carnes. El silencio y la ausencia de empatía. 

Séptima. El juez Peinado pide al Supremo imputar al ministro de Justicia por malversación y por mentir. Le deberían dar un premio a este señor que se dice juez. Debería compartirlo con la jueza de Extremadura y con el juez del Supremo que persigue al fiscal general. Por cierto, este juez miró para otro lado en el caso Gurtel y el PP lo premió proponiendo su ascenso al Supremo. Da que pensar sin duda. Ya saben aquello de controlar al Supremo por la puerta de atrás. 

Octava. La eurodiputada popular, Dolors Montserrat, catalana para más señas está demostrando que no todo vale en política. Feijóo igual. Sus ataques y movimientos para neutralizar el catalán, el gallego y el vasco en Europa solo tienen una interpretación: miopía política por no reconocer la España plural. Tan obsceno como Ayuso haciendo el payaso en la conferencia de presidentes. Puro catetismo. 

Novena. La amnistía ni rompe España ni es una cesión a los independentistas y mucho menos el Constitucional es menos tribunal si no les da la razón. Lo dicen los que manipularon al máximo al Constitucional que no respetó la voluntad popular del Estatut. Una manipulación que consistió en laminar a todo aquel constitucionalista que les llevaba la contrario. De aquellos barros estos lodos. El anticatalanismo aberrante no es un camino seguir porque solo alimenta la confrontación. 

Décima. La más obscena. El PP se llena la boca de corrupción cuando corrupción es sinónimo de Partido Popular. Hacer oposición no implica llevar hasta la parodia los ataques al gobierno. Convertirlo en ilegal e ilegítimo solo refleja sus miserias. 

Ciertamente, la derecha tiene mucha prisa, pero ojo con lo que deseas a ver si la derechona que birla la merienda. La militancia antisanchista de Feijóo y los suyos es su principal enemigo porque pasarse de frenada los deja en evidencia. Y de momento Vox se frota las manos.