Esta semana se ha celebrado el 25 aniversario del secuestro y asesinato del joven concejal del PP en la población vasca de Ermua Miguel Ángel Blanco, y se han realizado homenajes por todo el país.
Aquel año, 1997, los asesinos de ETA mataron a 13 personas, más de una al mes, de media, "porque algo habrán hecho", según me dijo una vecina de Granollers una tarde comiendo en el restaurante del casino de mi ciudad de adopción.
Recuerdo que la contesté de malos modos y se hizo un incómodo silencio. No volví a comer con ella nunca más.
Aquella persona, que era directora de una oficina bancaria cercana, me contó un día que tenía cáncer. La consolé mientras lloraba viéndome en silla de ruedas.
Ella sabía que yo era periodista desde hacía casi tres décadas de la extinta Revista del Vallès, pero no que yo odiaba a ETA con todas mis fuerzas, como la mayoría de los españoles.
Para mí, Bildu son los herederos de aquella siniestra banda terrorista. Y no me convencerán de lo contrario ni ERC, ni Junts per Catalunya, ni los impresentables de la CUP.
Por otra parte, comienza la cuenta atrás para un nuevo ciclo electoral. Queda poco más de un año para las elecciones generales, y todo apunta a que el nuevo PP lo tiene todo de cara para ganarlas. Cada vez es más posible que Alberto Núñez Feijóo sea el próximo presidente del Gobierno, un político mucho más prudente que Pablo Casado.
En todo caso, habrá que ver si se confirma la tendencia. Y, de ser así, habrá que ver si gobierna con Vox --que es lo que desearían los separatistas-- o solo.
En cuanto a la situación económica, la gente está muy cabreada por el incremento de los precios, que principalmente se han disparado por culpa de la guerra del salvaje Putin. A este PP le habría pasado lo mismo.
Pero se equivocan los socialistas cuando miran hacia Unidas Podemos para buscar fórmulas con las que superar esta crisis (ahora se echa de menos a un Ciudadanos centrado, que no pudo ser por culpa de Albert Rivera, el breve). Pedro Sánchez está contra las cuerdas y acercarse a Podemos en estos momentos es un suicidio.