“Los experimentos, con gaseosa”
La indefinición en el ámbito post-convergente y la ausencia de Ciudadanos concede a ERC ventaja suficiente para liderar un nuevo tripartito en Barcelona
16 diciembre, 2018 01:33El ascenso fulgurante de ERC y la confusión de un sector del electorado ante la aparición de una multiplicidad de nuevas marcas y siglas fruto de la fragmentación por desunión e indefinición del espacio soberanista, son los aspectos más relevantes del segundo Barómetro Electoral de la ciudad de Barcelona de Crónica Global del mes de noviembre, realizado justo antes de las elecciones andaluzas.
El barómetro pone de manifiesto cambios sustanciales en los resultados estimados para buena parte de las formaciones políticas, respecto a los obtenidos en la anterior consulta del mes de abril. El fenómeno más destacado es el ascenso de ERC que obtendría 13 concejales -en la actualidad cuenta con cinco ediles- frente a los 9 pronosticados hace siete meses.
En paralelo hay que subrayar la “caída libre” del espacio post-convergente, acotado en nuestra encuesta a las dos marcas que, a falta de mayor concreción, parece que se postulan para representar a los seguidores de la extinta CiU, siglas con las que se concurrió a las municipales de 2015: PDeCAT y la Crida Nacional per la República.
La confusión se manifiesta especialmente en el hecho de que a nivel espontáneo los públicos encuadrables en el espacio exconvergente mencionan indistintamente a CIU, Convergència, Junts pel Sí, Junts x Catalunya, PDeCAT y Crida Nacional al manifestar sus preferencias.
El descenso “post-convergente” a nivel demoscópico se sitúa en el 50%, pasando de 8 posibles concejales en abril a solo 4 en noviembre, lejos de los 10 obtenidos por Xavier Trias cuando disputaba la alcaldía a Ada Colau.
Asimismo, es relevante la sanción por “incomparecencia” que recibe Ciudadanos en intención directa de voto, que se sitúa en torno a los 10 puntos. La estimación final (7 concejales posibles) no recoge en su totalidad esta penalización fruto del desconocimiento y desorientación de sus votantes naturales ante la candidatura de Manuel Valls y su plataforma “Barcelona capital europea”. Los votantes están, aunque no alineados todavía con la candidatura.
El actual tablero político estatal, y su inevitable influencia, favorecen una sensible mejora del PSC que podría obtener 7 concejales (4 en las elecciones de 2015), y un ligero incremento del PP, respecto al barómetro de abril, no suficiente para obtener algún concejal.
Por su parte, Barcelona en Comú y la CUP mantienen la misma posición que en el pasado mes de abril, con los retrocesos de 3 (pasaría de 11 a 8) y 1 (de 4 a 3) concejales que detentan hoy respectivamente.
Por último, cabe poner de relieve la aparición en escena de “Barcelona és capital”, la plataforma independentista liderada por Jordi Graupera, cuyo parecido de la denominación con la de la formación impulsada por Manuel Valls contribuye a incrementar la ceremonia de la confusión ante la diversidad de marcas, sobre todo tratándose de alternativas de signo contrario.
La fragmentación del espacio soberanista no ocupado por ERC añade a la iniciativa de Graupera la candidatura, también independentista, de Ferran Mascarell hasta hace poco llamado a liderar o co-liderar la Crida Nacional, que la encuesta no recoge al presentarse después del trabajo de campo.
A la vista de los resultados de este Segundo Barómetro, se puede afirmar que el electorado, que en gran parte tiende a ser fiel a sus opciones preferidas, se ha alineado prioritariamente con las alternativas consolidadas y más bien definidas, y en el extremo contrario ha dispersado o aplazado su voto ante una oferta atomizada y poco conocida que no ha ayudado a capitalizar los potenciales subyacentes.
Ante este estado de cosas nos viene a la memoria la frase que espetó Eugeni d’Ors a un camarero inexperto, cuando al abrir una botella de champán, probablemente por primera vez, derramó el contenido sobre su chaqueta: “Los experimentos con gaseosa, joven”.