Si Mariano Rajoy monta un circo, le crecen los enanos. Hace once días el PP organizó en Sevilla una convención del partido y explotó el máster de la Cristina que se ha quedado sin fuentes. Ha renunciado al máster pero no a su poltrona. Todo muy ejemplar.
El lío jurídico en que se ha metido el juez Llarena tiene pinta de convertir en un mito al refugiado de Berlín. Al fugado le ha salido una tradicional canción infantil alemana que al oído suena a "viva Puigdemont" que este domingo los manifestantes de UGT y CCOO cantaban por las calles de Barcelona en un performance para pedir la libertad de los presos políticos, que no existen. Entiendo que el secretario general de la UGT de Cataluña, Camil Ros, vaya delante de la mani, porque desde jovencito es estelado, pero no que miles de afiliados le sigan; y aún menos los de CCOO, que están destiñendo el color rojo de sus ciudades por Fanta naranja. Nunca un partido político en España ha soplado con el viento en popa como Ciutadans / Ciudadanos con tan poco limón.
Mientras, en la acera de enfrente, ERC mantiene una guerra fría con el partido del Mito del Hijo del pastelero de Amer, que es la versión catalana del máster de Cifuentes, porque el mito del doble ex (president y alcalde de Girona), tampoco tiene los dos títulos universitarios que acompañó a su nominación para la presidencia de la Generalitat: licenciado en filología catalana y periodista. No tiene ni uno ni otro titulo...
Josep Pla escribió en El quadern gris que "para que en este país se gane la vida un hombre gandul, tiene que ser enormemente inteligente"; sin duda Puigdemont lo es porque ha ascendido a la categoría de mito en unos meses. Su imagen se acentuará cuando ingrese en prisión. Tarde o temprano, ingresará.
La imagen de mito de Puigdemont se acentuará cuando ingrese en prisión, y tarde o temprano lo hará
Hace dos años Joaquín Sabina decía en una entrevista que él había sido antifranquista cuando Franco era el Caudillo de España por la gracia de Dios, y siempre se ha definido, además de por no tener más religión que el cuerpo de una mujer, en la frontera indeterminada entre el comunismo y anarquismo, desengañado de la Cuba Libre de Fidel.
Decía él, que aborrece al PP y no se fía de Pablo Iglesias, que de lo único que se fía en la España actual es de los jueces y de la Guardia Civil.
Sabina es hijo de Martínez, un comisario de la Policía Armada que tuvo que detenerlo y llevarlo esposado a la jefatura provincial de los grises en Granada.
Pienso como él: sólo creo en "los jueces y la Guardia Civil".
Sabina lo dijo en septiembre de 2016 por el asunto de la Gürtel y de los tejemanejes de la Comunidad de Madrid y los ERE en Andalucía. Aún no se había producido la sedición estelada pero piensa igual que yo, y como su pájaro Joan Manuel Serrat. No estamos solos...