Pensamiento

Baño de realidad en Loop

28 mayo, 2016 00:00

La palabra más consultada en el diccionario online de la RAE es cultura. Una bella palabra que define el conjunto de modos de vida y costumbres, y los conocimientos que permiten desarrollar un juicio crítico.

La XIV edición del Festival Loop abrió ayer sus puertas con un programa de dos semanas de duración que incluye 58 exposiciones, 78 espacios, 273 artistas y 400 vídeos

Nuestra lengua, nuestro baile, nuestra música, nuestra historia, nuestra literatura y todo aquello que nos identifica como sociedad, forma parte de nuestra cultura. En este sentido, el vídeo tiene la capacidad de reflejar, como ningún otro medio, nuestra vida cotidiana, los problemas actuales, la estética del momento y la realidad que nos rodea. El vídeo une la imagen al sonido y consigue impactar con lo mejor y lo peor de nuestra especie y del mundo en el que vivimos. El vídeo se convierte en nuestro espejo y, con la digitalización, se transmite de forma inmediata y global.

Como ocurrió con la fotografía, el videoarte ha necesitado tiempo, mejoras tecnológicas y recursos para afianzarse como movimiento artístico, desde que surgió en 1963 en Estados Unidos. Desde entonces el videoarte, también conocido como moving images, se ha convertido en una forma de expresión sin convenciones que, en forma de grabación, instalación o performance presenta un arte conceptual muy vinculado al movimiento artístico sociológico conocido por Fluxus que imita lo vital y transmite una visión muy inconformista de la vida.

La revolución digital, la mejora en la calidad de las imágenes, equipos más accesibles, la posibilidad de instalar pantallas múltiples y el apoyo institucional público y privado ha traído consigo la consolidación y el reconocimiento definitivo del videoarte que cuenta en Barcelona con su feria más internacional.

El videoarte cubre como ningún otro registro la denuncia, la actualidad y los problemas sociales que somos incapaces de solucionar y que nos delatan

La XIV edición del Festival Loop abrió ayer sus puertas con un programa de dos semanas de duración que incluye 58 exposiciones, 78 espacios, 273 artistas y 400 vídeos. Además, 47 galerías participarán en la feria que tendrá lugar del 2 al 4 de junio en el Hotel Catalonia Ramblas. En total se espera la asistencia de 120.000 visitantes. Estos días algunas fachadas de Barcelona proyectarán vídeos y la Fábrica Damm acogerá a los 11 finalistas del Premio Discovery, que ha sido otorgado al cineasta serbio Igor Simic por su obra Melancholic drone, que relata el último día de servicio de un dron militar en Belgrado.

El videoarte cubre como ningún otro registro la denuncia, la actualidad y los problemas sociales que somos incapaces de solucionar y que nos delatan. Los artistas trabajan con total libertad, sin responder a convenciones. Sus vídeos no necesitan actores, ni diálogos, ni narrativa, ni sonido, además pueden acompañar la experiencia con una performance que la convierte en irrepetible y rompe con los parámetros comerciales.

Lo único que tienen en común los vídeos es el concepto. Detrás de las imágenes visuales en movimiento siempre hay una idea con un nuevo paradigma estético. En este sentido Loop lleva desde 2003 apostando por artistas que nos obligan a reflexionar, como Jaume Pitarch que presenta su proyecto Jabón de Alepo, en el que  400 voluntarios se lavan las manos con un jabón que se elabora artesanalmente desde hace más de 2000 años en la ciudad de Alepo, al norte de Siria. El artista pretende con su obra denunciar la indiferencia de occidente ante el sufrimiento de Siria. También Núria Güell nos delata como sociedad con su proyecto La Feria de las Flores, que trata de la explotación sexual infantil en Colombia.

El videoarte es parte de nuestra evolución cultural y nos enfrenta a nosotros mismos. En este sentido Loop es el mejor escenario para reflexionar y empaparse de realidad.