Pensamiento

Política homeostática

23 enero, 2016 00:00

Después de las últimas elecciones hemos oído con insistencia la necesidad de un pacto político que dé paso a un gobierno que garantice la estabilidad política. Estoy de acuerdo en la necesidad de dicha estabilidad, ya que los ciudadanos toman decisiones relacionadas con proyectos de vida a largo plazo, y los empresarios también. El dinero que nos cuesta nuestra deuda está directamente relacionado con dicha estabilidad. No existe desarrollo, educación, ni salud sin riqueza y esta no existe sin estabilidad. Tampoco no existe libertad sin garantías para cubrir las necesidades básicas. En una sociedad donde no existe el sustrato básico que permite lo más elemental, no hay estabilidad.

La estabilidad no es estar destruyendo en cada gobierno lo que el anterior ha hecho, como ocurre cuando gobiernan mayorías absolutas de uno u otro bando

Sin embargo, estabilidad política no quiere decir inamovilidad ni gobernar con imposición. Se tiende a considerar que una mayoría absoluta da estabilidad política, pero no hay nada más alejado de la realidad, cuando se gobierna sin tener en cuenta a otros grupos políticos. Es una estabilidad que provoca bandazos a derecha e izquierda, cuando un gobierno es sustituido por otro ideológicamente diferente. La estabilidad no es estar destruyendo en cada gobierno lo que el anterior ha hecho, como ocurre cuando gobiernan mayorías absolutas de uno u otro bando. Estabilidad quiere decir que todos tengamos las reglas del juego claras y que se gobierne con consensos que hagan duraderas las reglas que utilizamos. Estabilidad que permite proyectos de vida que se relacionan con las oportunidades que nos ofrece la sociedad.

Tenemos que saber si las leyes educativas van a tener continuidad, si los ciudadanos podrán tener capacidad para alimentar a sus hijos y estos tendrán igualdad de oportunidades y si las inversiones de los emprendedores no van a correr riesgos innecesarios cada vez que cambiemos de gobierno porque, si no es así, nuestros proyectos de vida van a peligrar. Hay reformas importantes a hacer, que afectan al modelo de Estado y propuestas federales sobre la mesa. Se necesitan consensos educativos y garantía en el Estado del bienestar, reformas en el sistema judicial, replantear el modelo productivo y los derechos laborales.

Desde mi punto de vista, puede generar más estabilidad política y social una situación en la que las reglas del juego se pacten entre sectores con sensibilidades diversas, como podría darse en la situación actual, que situaciones mayoritarias monocolores, donde grupos con menor representación se sientan sistemáticamente ninguneados.

Estoy de acuerdo con los que dicen que es el tiempo de las reformas y los consensos donde todos son importantes

La transición generó estabilidad porqué salió de un pacto entre diferentes, donde estaban representadas las fuerzas del poder tradicional con fuerzas que promovían los cambios y habían sido sistemáticamente perseguidas. Estamos en una situación que, sin ser igual, se le parece. Hemos llegado a un punto de inestabilidad social, política, económica y territorial donde urgen cambios que promuevan nuevas estabilidades. Esto solo es posible mediante el consenso y la aceptación de que estamos ante un conjunto de ganadores que son al mismo tiempo perdedores, porque nada pueden hacer solos y ni tan siquiera a pares. Para negociar hay que ponerse de acuerdo en el punto de partida, el final está por pactar.

Estoy de acuerdo con los que dicen que es el tiempo de las reformas y los consensos donde todos son importantes. Quizás sea el momento de construir algo sólido que nos permita convivencia para los próximos años. Hay que dejar atrás los cinturones sanitarios, las líneas rojas, los desaires adolescentes y los modelos políticos para la mitad de la población. Urgen las reformas. Algunos tienen la fuerza de los votos, otros serán la piedra angular que promueva los consensos entre diferentes. Hay que construir encontrando imaginativamente ese máximo común denominador que nos define colectivamente, porque todos tenemos derecho a ser escuchados y realimentados. Hay que conseguir como sociedad, el equilibrio homeostático de los seres vivos, que siendo dinámico les permite ante infinidad de variables que les afectan y pretenden desestabilizarlos cada día, mantener razonablemente estable el balance entre acidez y alcalinidad.