El gran teatro de España
“Oscuro e incierto se presenta el reinado de Witiza”. Así comenzaba el capítulo sobre la invasión musulmana en España de un ingenuo manual escolar. Disculpas por la cita. Tal vez no es exacta. Pero viene que ni anillo al dedo. Porque ya me dirán cómo se presenta este reinado de Felipe. Cuestión de cambio de nombre. Cuestión de 1.300 años de diferencia. Pues estamos igual. O casi. Seguimos con el temor de la secesión de Cataluña, País Vasco, Navarra y Galicia. Y el peligro viene por la invasión africana y asiática. “¡Que cierren las fronteras!”. Ingenuidad. Los invasores ya están dentro. Igual que en los tiempos de Witiza.
¿Y yo desde dónde mando?, se pregunta el nuevo President, Carles Puigdemont. Bueno, con insultar a todo lo que se mueve tiene bastante, ¿o no?
El prólogo de la obra teatral lo vimos todos los españoles el pasado fin de semana. Yo no me muevo. Yo sigo siendo imprescindible, decía Mas. Unas horas más tarde sus frases cambiaron para “hacerse a un lado”. Y proponer otro candidato desconocido. Y pactar con los antisistema. Acoger a varios diputados de la CUP. Y no querer elecciones. Y declarar la independencia. Y yo mando desde fuera, piensa Mas. Y yo mando desde dentro, piensa Junqueras. ¿Y yo desde dónde mando?, se pregunta el nuevo President, Carles Puigdemont. Bueno, con insultar a todo lo que se mueve tiene bastante, ¿o no? De momento a obedecer, aunque esta clase de tipos suele rebelarse. Atentos.
Un entreacto, para animar y distraer a los espectadores, es el juicio por el caso Nóos. La Corona sentada ante la Justicia. De momento con mayúscula. Ya veremos. Porque los papeles andan cambiados. Los acusadores parecen defensores. De hecho lo son. Y mandarán a casa a Cristina. Espero que no. Sería bochornoso. Hagan el ‘papelón’ y la absuelvan. Mantener la cara de la Justicia. ¿Y el “Hacienda ‘no’ somos todos”? Olé por el papelón de la abogacía del Estado. Para eso le pagamos. Me borro. Entretenido este entreacto. ¡Qué momento! Sí, para eso. Suerte que los republicanos casi se han extinguido. O están ciegos.
Lo dijo Ortega en su debate con Azaña en 1932. El problema de Cataluña solo cabe “sobrellevarlo”. Y no es poco
Primer capítulo. Empieza hoy en el Congreso. Algunos ya lo llaman “El Botellón”. Observas el desfile de recogida de actas y no les falta razón. Detrás del Congreso, buen lugar para reunirse. A las puertas del teatro La Zarzuela. Unas ‘litronas’ y... a legislar. Hoy empieza la sesión. No se sabe cómo terminará. Después de un mes de las elecciones. ¡Qué barbaridad de tiempo! Por ahí pueden empezar. Por acortar los tiempos. Y recortar las ‘litronas’. Mesa, grupos, presidente del mismo, asambleas, pactos, etc., etc. ¿Y Gobierno? No hay prisa. Funciona mejor el país. Como en Bélgica, año y medio sin Gobierno y ha mejorado el paro, el déficit y hasta el salario mínimo. Tomen nota. Pero aquí no hay belgas, ni alemanes. Sino españoles, digo catalanes, gallegos, vascos, navarros, castellanos y... hasta de León. Otro país.
Otro país que quiere escribir el libro del futuro. Pero no sabe si debe romper, ni cómo romper con el pasado. Estamos en el primer capítulo. ¿Lo terminaremos? Empezar... ya hemos empezado mal. Terminar... sabe dios cómo terminaremos. El problema de Witiza es que su Estado Visigodo se disolvía por las luchas intestinas de sus Barones. Hoy tenemos Autonomías. Y también Barones. Hay problemas que nunca se resuelven. Hay que vivir con ellos. Con Witiza y con Felipe. Lo dijo Ortega en su debate con Azaña en 1932. El problema de Cataluña solo cabe “sobrellevarlo”. Y no es poco.