La izquierda ante la comparecencia de Mas en el TSJC
Esta semana hemos asistido a las declaraciones de Artur Mas, Irene Rigau y Joana Ortega ante el TSJC. Mucho se ha hablado de las mismas. Yo quisiera centrarme en un aspecto que me ha llamado la atención y que no es otro que la reacción de la izquierda catalana no independentista a los hechos acaecidos.
No alcanzo a entender que Ada Colau encabece la defensa de quienes desde hace años vienen utilizando muy abundantes recursos públicos en promover la secesión
No alcanzo a entender que Ada Colau encabece la defensa de quienes desde hace años vienen utilizando muy abundantes recursos públicos en promover la secesión. Más allà de los aspectos estrictamente jurídicos, es llamativo que la representante de un partido político que está contra los recortes sociales defienda a quienes han utilizado los recursos públicos, no para hacer frente a las necesidades de los ciudadanos, sino para promover actividades no amparadas legalmente y que nada tienen que ver con las necesidades de la población en momentos de crisis.
Aunque la izquierda radical esté a favor de la desobediencia, me extraña que ampare a quienes gastan en subvenciones, en publicidad institucional dirigida a contentar a los medios, en crear estructuras de Estado que no son más que redes clientelares para promover sus fines, y en general, ponen toda la administración pública catalana a disposición de una actuación que, además de ilegal, es profundamente insolidaria con los desfavorecidos.
Señora Colau, ¿cómo ampara usted que, en tiempos de dificultades, una administración pública priorice organizar un pseudo reférendum --además, inútil-- o la actividad de Diplocat por encima de las necesidades de la sanidad, la educación o los servicios sociales? ¿Dónde queda su pretendida conciencia social?
Desde otra perspectiva tambien me han sorprendido las declaraciones de Miquel Iceta afirmando que no espera que Mas sea condenado y que los jueces no son extraterrestres y no se les escapa la dimensión política del problema. Aceptar esta tesis es contradictorio con tus mismas palabras de defensa de la legalidad, que comparto al cien por cien. Es tanto como afirmar que saltarse la legalidad está mal pero que, si tienes la fuerza necesaria, no tendrá consecuencias porque tu acción queda impune.
Abrir la puerta a legitimar las vías de hecho es muy peligroso y debería ser terreno prohibido para quienes son, como me consta que tú eres, Iceta, demócratas convencidos
Lo que dices es verdad, pero convendrás conmigo que significa aceptar que el golpe de Estado ya ha triunfado. ¿Dirías lo mismo si Rajoy eliminara el Titulo Octavo de la Constitución sin seguir los procedimientos legales? ¿Serías tan comprensivo con quienes se manifestaran en favor de la España, una, grande y libre, y acabarán con el catalán en las escuelas o el autogobierno, por muchos que fueran?
Abrir la puerta a legitimar las vías de hecho es muy peligroso y debería ser terreno prohibido para quienes son, como me consta que tú eres, demócratas convencidos. Dialogo, sí. Acuerdos, también. Pero desde la aceptación inequívoca de las reglas de juego y el Estado de derecho.
Y, para terminar, un comentario: mucha épica, mucho mártir, mucho chulear de valentía, pero la culpa se la echan a los "voluntarios". En Cataluña vivimos graves déficits democráticos. Y, si la situación no es peor, es porque el nacionalismo no detenta todo el poder. Si dejamos que lo alcance, los comprensivos, los compañeros de viaje, también serán sus victimas. Y entonces será tarde para arrepentirse.