Pensamiento

Manifiesto fidalguista: Junts per la botifarra de pagès

18 septiembre, 2015 02:24

En el día de hoy, 17 de septiembre de 2015, se reúnen en el modesto comedor de mi hogar un mal catalán, un lerrouxista, un pijo, un fascista, un falangista, un colono, un quintacolumnista, un traidor, un enfermo de autoodio, un antipatriota, un antidemócrata y un torturador de perritos y gatitos adorables.

Mediante el milagro de la Transubstanciación, llevado a cabo gracias a escuchar al revés un vinilo-long play con la voz de Raül Romeva, todos estos abyectos personajes se han transformado en uno solo, mi augusta persona, que por esta operación sobrenatural me he convertido en la encarnación de todos los males a los que está sometida la patria catalana (en peligro, una vez más).

Un inmenso corte de mangas para aquellos que están en contra de la independencia y que se sienten catalanes y españoles, pero que el 27 de septiembre por vagancia física, pereza intelectual o irresponsabilidades diversas no irán a votar

Sí, queridos lectores, soy una candidatura hecha carne. Porque como mi ser está formado por la esencia de un mal catalán, un lerrouxista, un pijo, un fascista, un falangista, un colono, un quintacolumnista, un traidor, un enfermo de autoodio, un antipatriota, un antidemócrata y un torturador de perritos y gatitos adorables, solo puedo haberme convertido en una cosa: en la lista 'Junts per la botifarra de pagès', para los seres allende dels Països Catalans, 'Juntos por la peineta'.

El lema de mi ser carnal convertido en lista electoral con patas es, dado que los malos catalanes tenemos poca imaginación, "1, 2 , 3, botifarra de pagès". Tarea ingente, porque la lista de los destinatarios de mis cortes de manga es tan larga que no me la acabaré ni aunque Jordi Pujol Ferrusola me cediera gentilmente su veloz parque móvil para que hiciera las entregas.

A Artur Mas, porque tras la patética entrevista que concedió a Ana Pastor ya no puede caer más bajo.

A Raül Romeva, porque lo del progre post-comunista vendido al nacionalismo conservador y cleptómano no es nada nuevo. Que a finales de los setenta e inicios de los ochenta ya hubo muchos doctorados en esta materia en la escuela de dirigentes del PSUC.

A Mónica Terribas y sus mariachis, por haber convertido la radio pública en un medio de agitación y propaganda.

A la dirección de TV3, y a sus cómplices, por tener el catálogo publicitario más caro del mundo. Puestos a recibir anuncios cutres, la de los buzoneos al menos nos sale gratis. Para dar de comer a tantas productoras dedicadas a la propaganda nacionalista, mejor que se la paguen ellos.

A Margallo, por ponérselo a huevo a los independentistas. Es raro que el Ministro de Asuntos Exteriores debata continuamente sobre política interna española. El mensaje que lanza es bien clarito y Junqueras bien que lo está aprovechando. Con aliados así, no necesitamos enemigos.

A los de 'Guanyarem', por haber tomado el pelo y manipulado a un buen número de deportistas. Lo del 'fair play' no va con ellos.

A los 'patriotas' que se han dedicado a amedrentar y acosar, entre otras, a dos familias en Mataró y Balaguer que solo querían ejercer sus derechos. Queda claro en que consiste la "revolución de las sonrisas". Es el paso previo a la "revolución del puño americano".

La lista es eterna, y como tengo que salir de mi modesto hogar para seguir sembrando autoodio y maldad, concluiré con la que creo más importante: un inmenso corte de mangas para aquellos que están en contra de la independencia y que se sienten catalanes y españoles, pero que el 27 de septiembre por vagancia física, pereza intelectual o irresponsabilidades diversas no irán a votar.

Para que se rediman y no reciban la ración de 'butifarras' que se merecen, el 27-S, todos a las urnas. A votar a Ciudadanos, al PP o al PSC. Según gustos. Incluso a Unió, a pesar que participaron en la 'fiestecita' del 9N. Aunque sea tarde, han visto la luz, y es de justos perdonar al que se arrepiente. Porque el objetivo es que mi modesto "1, 2, 3, botifarra de pagès" se convierta el día de las elecciones en un inmenso corte de mangas a los del 'Junts pel 3%' y sus mariachis de la CUP, los anticapitalistas que insultan a Rato y tratan con "respeto" a los Pujol. Y también para los de 'Catalunya sí que es pot, però he votat sí-sí i m’agrada la indepèndencia i si dic la veritat sobre el nacionalisme i em diuen "etnicista" em disculpo'.