Dónde estamos y por qué hemos llegado aquí
Una pregunta recurrente que me han hecho los últimos días es la de tratar de entender cómo se ha llegado a la situación actual en Cataluña y qué va a suceder en el futuro. Voy a tratar de responder, sin ninguna pretensión pontificadora, sólo con la intención de aportar mi visión sobre el tema. Soy de los que piensan que sólo los analistas económicos se equivocan más que los políticos. Eso sí, todos explicamos muy bien las cosas a toro pasado. De entrada debo decir que muchas de las cuestiones que voy a plantear sirven, también, para el resto de España, aunque voy a centrarme en Cataluña.
Los partidos que han gobernado España se han dedicado a dejar hacer al nacionalismo a cambio de su apoyo parlamentario cuando ha hecho falta
1. Arteriosclerosis de los grandes partidos. Incapacidad, o falta de voluntad, de atraer talento. Burocratización. Todo ello ha llevado a una pérdida de sensibilidad hacia sus bases sociales que ha impedido abordar reformas profundas en cuestiones como la ley de partidos, reforma electoral, etc. El que los partidos sean sectarios y cerrados ha hecho que personas que, con partidos más abiertos, no los hubieran abandonado o se hubieran integrado en ellos, hayan acabado formando otros partidos. Rivera podría ser el lider del PPC o Iglesias o Errejón tener un papel destacado en el PSOE, por poner algún ejemplo.
2. Frente a Pujol, que siempre trabajó a largo plazo, creando una red clientelar con empresarios y asociaciones de todo tipo, y que ha llegado a controlar al máximo desde la prensa hasta el último club de petanca, los partidos que han gobernado España se han dedicado a dejar hacer al nacionalismo a cambio de su apoyo parlamentario cuando ha hecho falta. Se ha regalado la educación sin imponer los más minimos contenidos que soporten una visión común de España. No se han aplicado las leyes en temas tan sensibles con la inmersión lingúistica exclusivamente en catalán que busca romper los lazos sentimentales de los niños con España aún a costa de hacer menos competitivos a los catalanohablantes y de conculcar los derechos fundamentales de los castellanohablantes. Se ha permitido al nacionalismo dar la imagen de ser los representantes genuinos de la auténtica Cataluña, no porque fuera verdad sino porque el resto de ciudadanos catalanes hemos sido catalanes de segunda incluso para socialistas y populares durante muchos años. Hemos estado silenciosos y silenciados si alguien levantaba la voz.
3. Crisis económica muy prolongada y dura que ha lastrado a los dos grandes partidos. Al PSOE, porque no ha sabido sobreponerse al impacto de haber tenido que adoptar las primeras medidas contra la crisis. Al PP, porque ha pagado el precio de los recortes y, sobre todo, porque no ha tenido la sensibilidad social necesaria para adoptar medidas complementarias en temas tan sensibles como los deshaucios, o las ayudas a los más necesitados. Además, algunas declaraciones poco sensibles han querido trasladar la idea de que el que fracasa, va al paro o cierra su empresa, es porque se lo merece. Salvo si es un banquero, en cuyo caso se reciben ayudas de Estado.
4. La crisis económica ha cambiado la sensibilidad social en un tema tan trascendente como la corrupción. Los medios, en Cataluña, todavía no con los corruptos autóctonos; y los jueces se han atrevido con los poderosos. (A veces con excesivo y evidente afán de protagonismo). Si la corrupción se tolera en tiempos de vacas gordas, deviene insoportable en medio de una crisis como la que hemos vivido. Además algunos casos han sido especialmente lacerantes. La crisis ha dejado un gran numero de perjudicados. Jóvenes, mujeres, parados, pero tambien pequeños y medianos empresarios y autónomos que han de bregar con un sistema económico-jurídico pensado en favor de las grandes empresas y sus ejecutivos pero no en favor de los emprendedores. Las clases medias más castigadas han abrazado el populismo, tambien en otros paises, aunque en Francia quien ha sido capaz de captar a esos sectores sociales ha sido Marine le Pen. Un trazo común de todos los populismos es un enemigo bien caricaturizado: España, los inmigrantes o la casta, qué más da. Tener culpables relaja y es muy eficaz para fomentar la autoestima.
Todo lo anterior ha favorecido, como también pasa en otros países europeos, como ya he dicho, la aparición de populismos de todo tipo. Primero el nacional-populismo independentista que promete un país nuevo, un paraíso en la tierra, rico, libre de corrupción. A partir de una base identitaria, ha crecido aprovechando el vacio dejado por la izquierda clásica (PSC e ICV) incapaz de imponer la agenda social y que ha sido comparsa del nacionalismo por sus complejos y contradicciones internas. Si no hubieran abandonado la agenda social, habrían frenado el crecimeinto del independentismo y, además, no habrían dejado descubierto un flanco inmenso que han ocupado Podemos y las CUP. Partidos que proponen, junto a medidas sociales razonables, modelos de sociedad que han fracasado en todos los lugares en que se han impuesto. Donde sus tésis han triunfado no sólo no han creado más riqueza sino que han debilitado fuertemente la democracia y la libertad individual cuando no han acabado directamente con ellas.
Un trazo común de todos los populismos es un enemigo bien caricaturizado: España, los inmigrantes o la casta, qué más da
Ante los retos de la globalización o de la construcción europea el populismo nacionalista o el izquierdista promete una falsa seguridad en base a la vuelta a modelos caducos. Pero tienen eco en la sociedad por lo mal que han hecho su labor conservadores, progresistas o catalanistas moderados. El éxito de unos no se explica sin el fracaso estrepitoso de los otros.
En Cataluña la situación es especialmente confusa y difícil. La atomización es máxima. Una federación de centro derecha como CiU está propiciando que Cataluña se acabe no pareciendo a Dinamarca como reivindica Mas, sino a Cuba o Venezuela como el propio president ha declarado. Mayor fracaso imposible. Pero no sólo Mas es un político fracasado incluso para los suyos. El llamado unionismo carece de fuerza política, debido, además de todo lo dicho hasta ahora, a que sus dirigentes políticos estan manifiestamente superados por las circunstancias. El PSC ha hecho un cambio positivo. Pero Iceta puede haber llegado demasiado tarde. Además, mantiene muchas contradicciones internas e hipotecas ideológicas del pasado. El PP no ha sabido salir del gueto al que le empujan sus adversarios. Sus caras más visibles están más que amortizadas politicamente. Sólo Ciudadanos crece, pero lo hace a una velocidad insuficiente para ser una alternativa en Cataluña a corto plazo, a menos que sepa atraer el voto, aunque sea prestado, de sectores catalanistas no independentistas. Además necesita reformar sus filas para que no parezca un partido unipersonal. En este sentido, si finalmente hay elecciones el 27S y Rivera no se presenta como candidato -empieza a haber rumores en ese sentido-, deberá hacer un esfuerzo muy grande para buscar un candidato solvente, si no quiere encontrarse con un fiasco. Yo entiendo que hacer política en Cataluña, si uno no es nacionalista, es una verdadera tortura. Pero Rivera no puede abandonar ahora a los cientos de miles de catalanes que confian en él.
Con este panorama, si se celebran elecciones catalanas el 27S, lo más probable es que salga un Parlamento atomizado y que la gobernabilidad sea muy difícil. La mezcla del eje social y el nacional, tiene la virtud, para mí, de debilitar el secesionismo, pero deja un pais ingobernable. Para hacer las cosas más fáciles pido cuatro deseos. Que Rivera se presente y que, en su caso, dimita si quiere ir a las generales, lo que no me parece imprescindible. Que Duran e Iceta se entiendan y propongan una alternativa a los catalanistas o nacionalistas no independentistas. Que el PP renueve y refuerce sus listas e incorpore candidatos con arraigo social. Que Dante Fachin sea el candidato de Podemos, porque es un candidato mucho más serio que la folclórica monja Forcades. Qué fácil es tener píos deseos. Pero es lo único al alcance de mi mano.