Ahora que baja el suflé
El movimiento soberanista no pasa por su mejor momento. Las razones que explican la actual situación son diversas pero tratare de resumirlas.
El "huyamos de un barco que se hunde" es un argumento reiterado por el soberanismo que trata con él de enganchar a sectores sociales de identidad compartida
1. La primera fue la constatación el 9N que el independentismo está lejos de representar a la mayoría social en Cataluña. Son una minoría determinante de la política catalana, más por defectos ajenos que por virtudes propias, pero oscilan en torno a un tercio de los catalanes con derecho a voto. Los independentistas saben, aunque no lo expliciten, que romper unilateralmente España no lo pueden plantear en serio sin tener una amplísima y persistente mayoría social. La legitimidad para romper el statu quo no puede basarse en la movilización de un tercio de la población por mucho que el resto no sea capaz de articular una mayoria politica alternativa en el Parlament. La carga de la prueba, en todo tipo de agrupaciones humanas, corre a cargo del quien quiere cambiar las reglas de juego, no de quien las quiere mantener. Para gobernar basta con tener una mayoría parlamentaria. Para cambiar las reglas de convivencia se necesita, en todas partes, un plus de legitimidad del que el movimiento secesionista carece.
2. La segunda causa del desencanto soberanista es la división del movimiento. Las tensiones entre CDC y ERC por liderar el proceso, el desenganche de Unió y ICV, la autonomía de la CUP, y el mantenimiento del PSC en el bloque constitucional han sido un duro golpe para los fieles del movimiento que habían creído que la independencia era cosa de coser y cantar. Hasta el más fanático ve que la cosa va para largo.
3. La tercera es la aparición de Podemos y la consolidación al alza de Ciudadanos. Una de las bazas del movimento secesionista era sin duda la debilidad de socialistas y populares en Cataluña y la falta de alternativas tanto en toda España como en Cataluña. Ello les permitía soñar en crecer entre los desenganchados del sistema bipartidista y obtener amplias mayorías parlamentarias por la desmovilización del voto no soberanista. Podemos da una alternativa a la izquierda, Ciudadanos al centro. Además el nuevo panorama obliga a que la independencia deje de ser el monotema de la política catalana. Hay que cubrir otros flancos. El debate sobre la regeneración, la política económica, las reformas fiscales, los recortes vuelve a interesar a la opinión pública. ERC no puede abandonar el flanco social. Ciudadanos ya no es sólo el partido de quienes denuncian la discrimación del castellano en Cataluña. Su fortaleza en toda España permite visualizar que lo catalán no está estigmatizado. Que cabe desde Cataluña actuar sobre toda España. Este marco de competencia política espero que mueva a PP y PSOE a espabilarse y a profundizar en las reformas.
Quienes no comulgamos con la secesión debemos tener claro que el independentismo va a seguir siendo el referente de los partidos nacionalistas
4. La cuarta la mejora de la situación económica. El movimiento independentista se refuerza en los momentos de crisis en España. El "huyamos de un barco que se hunde" es un argumento reiterado por el soberanismo que trata con él de enganchar a sectores sociales de identidad compartida que representan el 70% de la población según todas las encuestas. Aunque lentamente,el clima esta cambiando. La consolidación de la recuperación daña al secesionismo. Cuando el horizonte es negro, es más fácil captar voluntades para secundar aventuras por descabelladas que sean.Si España funciona el secesionismo pierde todas sus bazas.
Así pues el suflé baja. Se nota en las encuestas pero tambien en las redes sociales, las librerías, el movimiento asociativo, las portadas de los periódicos, en las reuniones de amigos... Pero quienes no comulgamos con la secesión, por los motivos que fueran, debemos tener claro que el independentismo va a seguir siendo el referente de los partidos nacionalistas, incluida CDC , refundada o no. Que ha venido para quedarse. Por ello hariamos bien en no bajar la guardia, y extraer conclusiones de lo que ha pasado en los últimos años para evitar que vuelva a repetirse. Y ello implica elaborar políticas a medio y largo plazo. En el terreno mediático, en garantizar contenidos educacionales comunes, en favorecer un entramado social alternativo, en mejorar el funcionamiento del estado, tambien en su vertiente territorial. Es necesario hacer llegar al conjunto de los catalanes el caracter profundamenete reaccionario del nacionalismo. Su caracter antieuropeo. Su incapacidad para afrontar los retos de la globalización. Y eso es prioritariamente tarea de los catalanes , pero tambien del Estado que no puede abandonar a millones de ciudadanos a su suerte como, desgraciadamente, ha ocurrido durante demasiado tiempo. Por lo que voy viendo los catalanes parece que hemos aprendido. La reacción social es importante y , como decia con amargura Toni Soler, las entidades no secesionistas crecen como setas.Tambien confio en que los partidos no secesionistas hayan aprendido algo, y sabrán combinar sus necesidades tácticas con políticas a medio y largo plazo tendentes a revertir el dominio ideológico del nacionalismo en Cataluña. Pero revertir cuarenta años de propaganda no es cuestión fácil ni rapida. Necesitamos determinación y medios.