Pensamiento

Ingeniería imaginativa

9 octubre, 2014 08:51

La falta de líderes políticos es camuflada por los actores de la política con lo que podríamos calificar como “ingeniería imaginativa”. Ante la falta de solvencia, la ocurrencia se mueve con soltura por despachos, palacios, ministerios o consejerías. Con el lema “si no quieres caldo, dos tazas” la ingeniería imaginativa pisa fuerte haciendo correr ríos de tinta y fomentando análisis más o menos sesudos de una cohorte de comentaristas, tertulianos y analistas que derrochan su propia dosis de imaginación. No lo digo en tercera persona, lo afirmo en primera. Eso sin tener en cuenta, las portadas y editoriales que nos ilustran sobre la majadería de la ingeniería imaginativa.

Algunos por un titular y un comentario favorable son capaces de vender su alma al diablo

En los últimos días, los ejemplos se agolpan. Algunos por un titular y un comentario favorable son capaces de vender su alma al diablo y adoptar –y adaptar- el eslogan que llevó a los altares del “famoseo” a Belén Esteban: “por un buen titular, mato”. Pues en esta tesitura, encontramos a dirigentes de partidos políticos de todos los colores. La ingeniería imaginativa sustituye al relato que apuntan los manuales de comunicación. Christian Salmon decía que el relato estaba destinado a formatear las mentes, a conseguir que los emisores del mensaje dieran el visto bueno al mensaje del receptor. Ahora, la película es al revés. El receptor tiene que sortear la ingeniería imaginativa, separar el polvo de la paja, para formarse su propia opinión y no convertirse en el eco de la última ocurrencia.

Vamos con los ejemplos. El Director General de la Policía anuncia una reforma para que el cuerpo pueda captar Mossos. Eligió, sin duda, el mejor momento para agitar las aguas. Su jefe, el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, fue un poco más allá y decidió directamente tirar gasolina al fuego comparando los hechos de 1934 con la actualidad. Todo un ejemplo de mano izquierda.

Esta mano izquierda también está ausente de la ministra Ana Mato. No tenemos suficiente con que el ébola haya llegado a España por culpa de unos protocolos dudosos y unas protecciones deficientes, que encima la ministra Mato es la encargada de darnos la información. Bien, de hecho, esto no es exacto. La ministra en la rueda de prensa para informar se dedicó a dirigir el tráfico de preguntas hacía los altos cargos que la rodeaban. La ministra se limitó a pedir calma. A finales de los 80, un grupo musical lanzó una canción que se llamaba “Ante todo mucha calma”. El grupo se llamaba siniestro total.

Lo de Cataluña tiene sesión a parte. Un día se escenifica la unidad. 48 horas más tarde, el consejero Francesc Homs, se la carga diciendo que si el TC no levanta la suspensión, la consulta no puede celebrarse. La pregunta es ¿de qué hablaron durante más de siete horas en el Palau de la Generalitat? El récord lo ostenta Joaquim Brugué que en 36 horas dimitió como miembro de la Junta Electoral de la consulta. Dice que lo hizo porque no se cumplían las garantías democráticas. Bueno, ni en la hora 1 ni en la hora 36. Los que lo tienen claro son los alcaldes. Presentan al presidente Mas las resoluciones a favor de la consulta pero se les va la olla pidiendo la independencia cual hooligans. Por cierto, se hacen quinielas para saber cuál es el error del presidente Mas. Su respuesta a la pregunta “es usted corrupto” es de libro. Ni el de Petete hubiera previsto que contestara “creo que sí”. El líder de Ciudadanos pide que PSC y PP le hagan presidente si es el partido más votado. Está en su derecho de pedirlo pero quizás habría que esperar a los resultados. No vaya a ser que entre los tres no tengan la mayoría. Quién no espera es Duran que sigue aguando la fiesta soberanista. No rompe pero deja los trajes de Mas hechos jirones. La última: vota sí a la primera y haz lo que quieras en la segunda. Mientras, los de IC están de referéndum. Interno, no se confundan.

Izquierda Unida, que con las vías de agua que tiene por Caja Madrid o el fiasco de Ribas-Vaciamadrid bien podría llamarse Izquierda Hundida

Pedro Sánchez no ha querido perderse la juerga. En una entrevista dijo que el ministerio de Defensa era prescindible. Horas antes había apostado por funerales de estado a las víctimas de la violencia machista y en los días previos apuntó que los diputados sólo cobraran de la política. En la calle Ferraz llevan tres días matizando o corrigiendo a su jefe que también ha puesto de los nervios a Virgilio Zapatero que se le ha tirado al cuello. Sánchez ha tenido la osadía de pedir que se vaya del PSOE por llevarse cruda la pasta de Caja Madrid. El ofendido Don Virgilio no ha caído en la cuenta que lo de Caja Madrid clama al cielo. Ya van 10 dimisiones y alguna más veremos. Vestirse de doncella ofendida no cuela.

Pablo Iglesias también va a lo suyo. Está haciendo un partido pero lo quiere controlar. Eso de las asambleas está muy bien de cara a la galería pero cuando uno se juega las arrobas, bromas las justas. No podrán acceder a Podemos ni los tránsfugas, ni los aprovechados ni los vividores. Uff, no le arriendo la ganancia. Podía empezar a hacer limpieza ya mismo. Lo dice el refrán, no dejes para mañana lo que puedas hacer hoy.

Los que no saben qué hacer son los chicos de Cayo Lara. Izquierda Unida hace aguas por Caja Madrid pero sigue pidiendo una alternativa de izquierdas. Una coalición con Podemos, clama Lara. El problema es que no está tan claro que Podemos quiera coaligarse con Izquierda Unida, que con las vías de agua que tiene por Caja Madrid o el fiasco de Ribas-Vaciamadrid bien podría llamarse Izquierda Hundida. Por cierto, los suyos de Extremadura siguen dando apoyo al gobierno de Monago.

Susana Díaz ha preferido no aparecer en escena y se mantiene en discreto segundo plano. Le han dicho que si no sale, la juez Alaya no hará ningún auto. El presidente del gobierno, Mariano Rajoy, sigue camuflado tras su plasma. Sólo dice que España va bien y que en Cataluña se debe cumplir la ley. Le falta eso sí, alguna dosis de política. Nuestro presidente cree que no pero la última encuesta de El País le atragantó el “xuxo” del domingo mientras leía apasionadamente el Marca o el AS.

Me siento mejor cuando leo una noticia. Barcelona Word tendrá un circuito urbano de coches. Magnífica noticia. Me siento mejor. Una única pega. No sería mejor que empezaran a poner algún ladrillo y dejaran los anuncios para más adelante. Y hablando de anuncios. El de la consulta del 9N pasará a la historia. Más zafio y manipulador no puede ser. ¿Saben en Palau lo que es la sutileza? Creo que no, ellos están por la ingeniería imaginativa.