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Josep Oliu y César González-Bueno, presidente y consejero delegado del Banco Sabadell

Josep Oliu y César González-Bueno, presidente y consejero delegado del Banco Sabadell Cedida

Pensamiento

¡Gol en las Gaunas!

"La excelente gestión de Oliu, que ha contado con un magnífico apoyo de César González-Bueno, no sé si hará que se modifique de nuevo una ley manifiestamente mejorable, pero seguro que el caso BBVA contra Sabadell se estudiará en las escuelas de negocio"

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Ni los más fervientes fans de Banco Sabadell esperaban un resultado de la oferta de adquisición no solicitada como el actual. Un paupérrimo 25,47% de aceptación en el que se incluye el 3,86% del primer accionista individual del banco, el mexicano David Martínez, es un fracaso sin paliativos para el BBVA, segundo mayor banco de origen español.

Acaba un año y medio donde se ha gastado, ya no puede decirse que se haya invertido, mucho esfuerzo y dinero en una adquisición que se había tornado en algo personal. Y, sin duda, han sido varias las personas clave en el desenlace de este culebrón empresarial.

Al frente de cada equipo, dos de las personas más preparadas de nuestro sistema financiero. Uno, ingeniero y MBA en el MIT; el otro doctor, en economía en Minnesota. Pero más allá de la excelente formación y su indudable capacidad intelectual, les separa un abismo en su capacidad de gestionar y, sobre todo, en su capacidad de empatizar con la sociedad.

Como muestra, un botón. En el pasado encuentro de políticos y empresarios, el ya famoso civet organizado por Luis Conde, apareció para sorpresa de muchos el presidente de BBVA, en un gesto valiente que demostraba su voluntad de transmitir el enorme interés que ha puesto en la operación. Pero acudió solo, sin su equipo de Cataluña, ni siquiera con sus asesores de comunicación, catalanes también. Ese es un ejemplo de la falta de sensibilidad en los detalles, por no decir prepotencia. Lo mismo que fue un tremendo error lanzar la oferta la víspera de las elecciones catalanas. Por el contrario, el presidente de Banco Sabadell ha dominado siempre el relato, logrando enganchar con la sociedad.

BBVA es un gran banco, de los mejores del mundo. Ha lanzado un banco digital en Italia y ahora en Alemania. Es el primer banco de México y de Turquía. Es muy rentable. Ahora tiene que olvidar este intenso año y medio y pensar dónde seguir creciendo, seguro que puede crecer en muchos lugares de manera más sencilla y rentable. El sistema financiero español necesita un BBVA fuerte y con ganas de crecer.

En Sabadell, ahora es momento de celebración. De aquí a la formalización de la venta de TSB, más o menos en abril, tiene tiempo de rehacer su estrategia y pensar en su futuro. Pero, sin duda, se han ganado un lugar en la historia económica por su capacidad de enganchar con sus accionistas. El 75% de los accionistas ha apostado por su futuro en solitario. Los accionistas clientes, los no clientes, Zúrich, Amundi y muchísimos fondos, también los grandes, han visto que su capacidad de generar dividendo es creíble.

Carlos Torres fue fiel escudero de Manuel Pizarro en la defensa de Endesa ante la OPA de Gas Natural, aquella famosa por la poco agraciada “antes alemana que catalana”. Por cómo actuaron se cambió la ley de OPAs, apareciendo la controvertida figura del deber de pasividad. La excelente gestión de Oliu, que ha contado con un magnífico apoyo de César González-Bueno, no sé si hará que se modifique de nuevo una ley manifiestamente mejorable, pero seguro que el caso BBVA contra Sabadell se estudiará en las escuelas de negocio.