Medtronic denuncia un amaño de 20 millones en la sanidad catalana y fracasa

Medtronic, el gigante del sector de los dispositivos médicos, ha tratado de destapar un amaño de 20 millones de euros en la sanidad catalana. Y ha fracasado. La firma ha intentado anular una licitación de varios hospitales, pero se ha quedado a medias.

El fabricante estadounidense presentó un durísimo recurso contra un concurso para suministrar cinco robots médicos a varios centros sanitarios, y el Tribunal Català de Contractes del Sector Públic ha resuelto parcialmente a su favor, al aceptar solo uno de los cinco puntos de la reclamación.

Según consta en la resolución, consultada por este medio, Medtronic presentó cinco alegaciones contra el concurso convocado por el Consorci Sanitari del Maresme. Señaló que algunos requisitos técnicos estaban diseñados para equipos específicos.

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'Amaño'

Incluso, previo al recurso, una empresa interesada preguntó que los pliegos mencionaban un componente específico --el insuflador Air Seal, distribuido por Prim--, lo que impediría la participación de otros proveedores.

En respuesta, el Consorci defendió que en el documento no exigía se ningún equipo exclusivo, y aclaró que, aunque se mencionaba el componente de Prim, cualquier empresa podía presentar equipos equivalentes mientras se cumplieran y demostraran las funciones solicitadas. 

La sede de Medtronic, en una imagen de archivo Cedida

"Alianza robótica"

La denuncia de Medtronic se origina en la licitación de cinco sistemas de cirugía robótica asistida, que incluye instalación, formación, mantenimiento y suministro de material, dentro del proyecto innovador "Alianza Robótica".

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Este concurso, con un presupuesto de 19 millones de euros y lanzado el 4 de junio, estaba destinado a los consorcios sanitarios del Maresme, Vic, Terrassa, Anoia y La Selva, y estaba siendo gestionado por el del Maresme.

Recurso

El plazo para presentar ofertas cerró el pasado 2 de julio con dos empresas participantes: MBA Incorporado y Medicina Analítica Consumibles MAC. El concurso se encuentra ahora en fase de evaluación, según la plataforma de contratación

En paralelo, Medtronic optó por no acudir al proceso de adjudicación y a finales de junio llevó el caso ante el Tribunal Català de Contractes del Sector Públic con el fin de impugnar los pliegos.

Imagen de aparataje de Medtronic Cedida

Único contrato y precios

El fabricante norteamericano elevó varias alegaciones contra el Consorci Sanitari del Maresme. La primera ponía el foco en el formato del concurso, ya que criticaba que la compra de los cinco robots se concentrara en un único contrato.

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A su juicio, dividir la licitación en varios lotes habría facilitado la entrada de más empresas, incluidas las más pequeñas.

Otro punto señalado fue la falta de claridad sobre los precios. La empresa advertía que el coste de los materiales utilizados en cada operación era incierto, ya que dependía del número de cirugías que se realizara, entre otros factores.

Requisitos "excluyentes"

Medtronic también criticaba las prescripciones técnicas, que consideraba "excluyentes". Los hospitales pedían características que solo tiene un modelo de robot, que dejaban fuera sistemas abiertos como Hugo, el robot de Medtronic.

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Los pliegos pedían que el panel de control del robot tuviera ciertas funciones y memorizara la configuración del cirujano (como su altura, posición de brazos, etcétera). Pero Medtronic criticó que sus robots ya se adaptan automáticamente, por lo que estas exigencias limitaban la competencia.

Vista aérea del Hospital de Mataró Cedida

Pruebas

El cuarto y quinto argumento de Medtronic señalaban la falta de un sello de calidad y las pruebas de los robots, que favorecían a empresas con equipos ya instalados en Cataluña y con un plazo demasiado corto de solo una semana.

Tras revisar la queja, el Tribunal le dio la razón a Medtronic, pero únicamente en lo relativo a los precios. Considera que las reglas establecidas para fijarlos eran insuficientes y necesitaban mayor claridad, entre otros aspectos vinculados a este punto.

Equivalencia

Los demás argumentos de Medtronic fueron tumbados. En particular, respecto a los requisitos técnicos específicos, el Tribunal determinó que los hospitales tienen la potestad de definir sus necesidades.

Además, las reglas del pliego permitían que las empresas ofrecieran "soluciones equivalentes", aunque no coincidieran exactamente con lo solicitado, por lo que no se consideró una cuestión injusta.

Misma posición

Ante consultas de este medio sobre el asunto, desde Medtronic han declinado hacer comentarios adicionales, más allá de lo expuesto en el recurso. Indican que  cualquier información adicional debe ser consultada "directamente con el organismo regulador correspondiente".

Han agregado que trabajan "para mejorar la salud de millones de personas" y que lo hacen "apoyando la transparencia y la colaboración en todo el ámbito sanitario, de tal forma que los pacientes reciban el mejor cuidado posible".

Respecto a si van a recurrir la resolución, aseguran "no tener nada más que compartir en este momento". El Consorci Sanitari del Maresme, por su parte, no ha emitido respuesta alguna hasta la publicación de esta edición.

Próximos escenarios

Con la resolución, la entidad sanitaria debe continuar con la licitación, levantar la suspensión anterior e informar al Tribunal sobre los cambios en los pliegos, sobre todo los relacionados a los precios del servicio.

Bronca por Bellvitge

El revolcón supone un segundo embrollo para Medtronic, que ya aterrizó en la polémica al fichar a la ex número dos del Hospital de Bellvitge y luego venderle una unidad de enfermos críticos al mismo hospital. Los sindicatos denunciaron un escandaloso caso de puertas giratorias.  

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Ocurrió en 2016, como explicó este medio, y el lío se ciñó en la figura de Berta Ortiga, que pasó por el hospital del Instituto Catalán de Salud (ICS) como alto cargo para luego recalar en la multinacional como jefa de operaciones. 

Pocos meses después, su empresa comenzó a proveer de UCI al mismo Bellvitge, entre el enfado del personal. El lance terminó sin consecuencias.