Así fue la lucha sindical en la Boqueria que provocó represalias entre los trabajadores

La reciente denuncia ante Inspección de Trabajo por parte de los trabajadores del Restaurante Egipto, matriz de varias paradas de la Boqueria, refleja la desazón por las represalias sindicales que viven desde que convocaron, por primera vez en su historia, las elecciones al comité de empresa. 

Este órgano se formó para representar los intereses de los empleados de los negocios de Elharrar Mardochee, El Maki, frente al trato presuntamente abusivo que sufrían día tras día. Jornadas maratonianas, contratos con categorías profesionales inferiores, escasa seguridad en materia de riesgos laborales... Un rosario de la aurora que ya se trasladó a la autoridad laboral de Cataluña. 

Tender puentes

Sin embargo, y entre las quejas que expresa la plantilla en el documento al que tuvo acceso Crónica Global, una llama la atención: la persecución que critican por haber dado el paso para defender sus derechos laborales. Pero, ¿cómo fue el proceso al que se sometió la empresa en julio?

Este medio se ha puesto en contacto con las fuentes sindicales que lo propiciaron. Tras conocer los testimonios de los empleados, una representante de UGT decidió intentar construir puentes entre ellos y el dueño de uno de los negocios más lucrativos del centro de Barcelona. Hubo dos conversaciones claves previas a las elecciones.

Recuperar la confianza

La primera contienda se enfocó en hacer entrar en razón a las partes implicadas. A sabiendas de la buena relación que había habido en tiempos pasados entre los trabajadores y la responsable del centro, Dunia Maldonado, el objetivo de la mediación era recuperar la confianza. 

Con tal volumen de trabajo y número de empleados a su cargo, los afectados relataban que la encargada distribuía los cuadrantes de horarios a través de los canales de WhatsApp, sin preaviso y con horas extras no remuneradas. Ante esta situación, el sindicato UGT sugirió que se profesionalizara el cargo y se materializara una sección de recursos humanos, inexistente hasta la fecha. 

"Esto es una pena"

La propuesta fue acogida con frialdad, aunque se consideró ante el malestar que reinaba en el ambiente. Por tanto, se emplazó a los convocados a un segundo encuentro para concretar los detalles de la futura votación sindical.

Pero continuaban las quejas: Maldonado no dejaba de ser "la mano azote" que dirigía la organización ignorando el bienestar laboral. El desentendimiento se maximizaba: "Todo esto es una pena, porque es un sitio donde se trabaja, entra dinero, y antes había buen rollo", explican los conocedores del conflicto a nivel interno, "se enquistó la cosa", lamentan. 

Documento presentado ante Inspección de Trabajo de Cataluña por empleados de La Boqueria. GALA ESPÍN Barcelona

Fallos

El segundo encuentro alteró las aguas. ¿El motivo? La acusación —que ahora recoge la denuncia a Inspección de Trabajo— de hacer contratos fraudulentos alteró a El Maki. Una queja por parte de la plantilla que negó rotundamente y, ante lo cual, movilizó a cinco individuos afines para componer una candidatura de cara a las primeras elecciones sindicales del Restaurante Egipto.

En tal punto, ambos grupos se apuntaron al sindicato UGT. ¿Esto qué significaba? Confeccionar una lista —plancha— con una sola organización, en la que se alternarían tanto los individuos propuestos por la empresa como aquellos que ya estaban en el sindicato. Un mix que no convencía al dueño.

"Fuimos demasiado honestos, porque se pensaban que había dos grupos, y les advertimos cómo iría el proceso, porque la empresa quería que todos los del comité fueran de los suyos", confiesan los implicados. Fue entonces cuando decidieron afiliarse a CCOO. 

Represalias

Llegó la votación y, como cuentan, la peor parte comenzó a partir de tal momento. Durante aquellos días, la misión de la dirección y sus acólitos fue "amenazar" y "perseguir" a quienes se habían presentado por UGT y, también, de quienes sabían que los habían votado, aseguran. Entre las consecuencias, cinco despidos.

La empresa justificó la cesión del contrato por "necesidades económicas", tal y como expuso este medio. Sin embargo, tanto los trabajadores como los representantes sindicales ven correlación entre la represión sindical y esta decisión. Además, notifican que se readmitió a uno de los afectados en otra de las paradas de El Maki. 

"La gente tiene mucho miedo"

Finalmente, el comité quedó formado por dos representantes de UGT y tres de CCOO. La mayoría, según apuntan, atienden a los intereses de la empresa. Para más inri, uno de los representantes de UGT tiene una baja laboral y, el que queda, se le cambió de horario de mañana a tarde después de tres años a raíz de pedir las horas sindicales que le corresponden.

El cambio, apuntan, es una de las represalias sindicales que se expone en la denuncia a Inspección de Trabajo. "Aquí se quería solucionar el tema hablando con todas las partes, calmar los ánimos, pero ahora la gente tiene mucho miedo, más", mantienen. Hay quien señala al hijo de El Maki como un posible sucesor mucho más dialogante. 

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El Ayuntamiento ofrece su apoyo

Una de las quejas de las organizaciones sindicales es el desentendimiento del Ayuntamiento de Barcelona ante este pleito que hay entre trabajadores y dirección. En respuesta a este medio, fuentes de la Concejalía de Comercio, Restauración y Mercados, dirigida por Raquel Gil, apuntan que darán "total colaboración a la Inspección de Trabajo si así lo plantea y es necesario". 

No obstante, las fuentes municipales apuntan que "la relación entre comerciantes y el Instituto Municipal de Mercados de Barcelona (IMMB) no implica directamente el control de las condiciones laborales". Aun así, defienden que al tener conocimiento de problemáticas han colaborado con las administraciones competentes e, igualmente, en materia de salubridad.

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El mercado de la Boqueria, de 185 años de historia, recibe la visita de más de 25 millones de personas al año y cuenta con 1.300 trabajadores repartidos entre las 175 paradas que permanecen abiertas al público. Mardochee cuenta con el Mitic Bar, el Bar Central o el propio Egipto.