José Elías empresario catalán / YouTube Búscate la vida

José Elías empresario catalán / YouTube Búscate la vida

+Economía

José Elías (49), dueño de Audax Renovables, sobre las formaciones a empleados: "No podemos pretender que los empresarios sufraguemos ese coste"

El emprendedor catalán, con un patrimonio estimado de 650 millones de euros según Forbes, se sincera sobre uno de los temas que más revuelo causan en el mercado laboral

Te interesa: De Manresa a la lista Forbes 2025: las dos hermanas que amasan una fortuna de 810 millones de euros

Llegir en Català
Publicada

Noticias relacionadas

El debate sobre la inversión en talento y la asunción de riesgos en la contratación vuelve a saltar al primer plano. Uno de los empresarios más directos y polémicos de España, José Elías, ha puesto el foco en una de las mayores fricciones entre la compañía y el trabajador: la formación inicial.

El magnate catalán, conocido por su rápido ascenso y por no morderse la lengua al hablar de economía, ha roto el silencio sobre la dificultad de las empresas para amortizar el capital invertido en el desarrollo de nuevos perfiles profesionales. Una queja que resuena en un contexto donde la movilidad laboral es la norma.

El Coste Oculto

José Elías ha sido rotundo al abordar el dilema de la inversión educativa dentro de la empresa. A través de un vídeo publicado en su cuenta oficial de TikTok, el CEO de Audax Renovables ha defendido la inviabilidad de financiar la instrucción de la plantilla a fondo perdido.

@jose_elias_navarro "Los empresarios no se pueden permitir costear la formación de nuevos trabajadores." #lealtad #empresarios #coste #formacion #nuevostrabajadores #joseelias ♬ sonido original - Jose Elías

"Formar a una persona tiene costes. No podemos pretender que los empresarios sufraguemos este coste a cambio de nuestro beneficio, sin ninguna lealtad por parte del empleado. Eso no es viable", sentenció el hombre cuya fortuna, según Forbes, ronda los 650 millones de euros.

Tiempos Pasados

El empresario no solo ha expuesto el problema actual, sino que ha trazado una comparativa nostálgica con modelos laborales pretéritos que, a su juicio, sí permitían la inversión formativa. Asimismo, aludió a una relación más equilibrada entre el coste empresarial y el salario del empleado.

"Antiguamente, tú entrabas y pagabas parte de tu formación recibiendo un salario menor. El empleado entraba con unas condiciones diferentes a las oficiales y el empleador podía permitirse el coste de enseñar", explicó el multimillonario de 49 años.

Lealtad Cero

El oriundo de Badalona ha recalcado que el cambio en la cultura laboral ha dinamitado este antiguo equilibrio. El coste económico y la falta de compromiso por parte de los trabajadores recién formados hacen insostenible el modelo de la empresa como escuela.

Según el inversor catalán, el problema no es solo la cifra que se destina a la capacitación, sino la certeza de que el profesional abandonará la empresa en cuanto tenga una oferta mejor. "Hoy en día no te lo puedes permitir porque es un coste brutal y luego la lealtad es entre cero y ninguna", asevera.

El Debate

Las declaraciones de José Elías avivan una discusión constante en el ámbito de los Recursos Humanos. Mientras las empresas se quejan de la escasa lealtad y la fuga de talento, los trabajadores argumentan que las subidas salariales y las mejoras de condiciones son la única vía para compensar el valor añadido de la nueva formación.

El planteamiento, de gran impacto mediático, invita a reflexionar sobre quién debe asumir el riesgo de la capacitación: ¿la persona al inicio de su carrera con un sueldo ajustado, o la compañía con su capital, a sabiendas de la alta rotación?

Sin ambages

El empresario, que ya ha sido noticia por sus críticas a la "esclavitud de la jornada de 8 horas" y a la excesiva presión fiscal española, se mantiene firme en su postura de exigir una mayor reciprocidad en la relación entre el empleador y el empleado, especialmente en el ámbito de la formación.

Las palabras de José Elías, difundidas en un formato de consumo rápido como TikTok, reflejan una preocupación real en el empresariado español: la dificultad para retener el talento tras una inversión económica y temporal. El debate está servido: un mercado laboral donde la lealtad es un bien escaso obliga a replantearse quién financia el desarrollo profesional y cómo se garantiza el retorno de esa inversión. El inversor catalán ha puesto el dedo en la llaga, forzando a la reflexión sobre el futuro de las relaciones contractuales en un entorno de alta volatilidad.