Marc, dueño de su empresa / CG

Marc, dueño de su empresa / CG

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Marc, dueño de su empresa, sobre su peor pesadilla: “Tenía que pagar 50.000 pero solo disponía de 20.000 euros y tuve que pedir un préstamo”

Una oportunidad inesperada a la que no pudo resistirse por su motivación personal latente para emprender

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No todo sale sobre la marcha. Ser pequeño empresario y emprender en España es misión compleja. Para ello, se necesita paciencia, esfuerzo y bastante gestión. Aunque, a veces las cosas parecen que te lo ponen todo de cara y tengas la opción de comprar un negocio, no todo el trabajo está hecho.

Es como le ha ocurrido a Marc, quien le salió la oportunidad de comprar una empresa de instalaciones eléctricas y fontanería, concretamente Almazán Roig, y que no se pensó dos veces. Una oportunidad inesperada a la que no pudo resistirse por su motivación personal latente para emprender.

Ausencio, que era el mejor cliente de Marc en su trabajo como comercial para una ferretería industrial, decidió jubilarse. Por tanto, el señor buscaba a alguien joven que se quedara con la empresa para que la compañía continuara con su esencia, sus trabajadores y sus clientes, como si le estuviera entregando un hijo.

"Fe ciega"

En este contexto, la decisión de Marc, según él mismo relata a Eric Ponce, se basó en la "fe ciega" y en las sensaciones, ya que Ausencio le transmitía confianza completa. Además, ha admitido que no hizo números ni un estudio de rentabilidad, y que, si Ausencio le hubiera pedido 200.000 en lugar de 150.000, probablemente también lo habría aceptado.

Aunque el joven no tenía dinero para asumir la inversión inicial de 150.000 euros, no fue problema para hacerse con el negocio, ya que el jubilado le facilitó este proceso. En un primer instante, pagó 40.000 euros por adelantado, es decir, en el momento de la firma y el saldo restante se lo va pagando mes a mes hasta 2028.

No todo ha ido tan bien como se esperaba. Marc ha tenido que hacer frente a una de sus peores pesadillas. Crisis operacionales, colapso financiero y severos ataques de ansiedad son los que se apoderaron de un joven debido a su falta de conocimiento en gestión empresarial.

Bendito caos

Todo comenzó después de que el Ausencio se jubilara: "todo un caos", asegura. Aproximadamente seis meses después de la compra, Marc se encontró en una grave encrucijada financiera que catalizó el reconocimiento de su falta de preparación en administración.

Concretamente, en el mes de marzo “tenía que pagar 50.000, pero solo disponía de 20.000 en la cuenta. Esto significaba que le faltaban 30.000 euros”, relataba.

Esta crisis se desencadenó porque los clientes, a pesar de haber terminado las obras grandes, tardaban en pagar por ser clientes "de toda la vida y de mucha confianza".

Por tanto, ante la falta de dinero, Marc tuvo que “ir al banco a pedir prestados 20.000 euros para cubrir a proveedores y pagar sueldos”. Se sintió como "el peor gerente del mundo" y "la peor persona en la historia" por llevar solo seis meses en la empresa y ya necesitar dinero prestado.

En definitiva, Marc, después de dos años de gestión y superar los diferentes obstáculos dentro del mundo empresarial y personal, tiene una perspectiva “muy positiva y tranquila” de su experiencia como empresario.

El joven ha pasado de la "fe ciega" y el caos del comienzo a una tranquilidad cimentada en el conocimiento y el control. Su mentalidad ha cambiado de ver el dinero de la empresa como suyo a entender la estructura financiera y operativa necesaria para hacer crecer y estabilizar el negocio.