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Conseguir un alquiler en Barcelona es una tarea muy compleja. La oferta no complace a la demanda. Son muchas las personas que buscan arrendar una vivienda en la capital catalana. Al no haber hogares para todos, el resultado es que los precios suben. Las inmobiliarias, así como los arrendadores, son los grandes ganadores, en detrimento de una gran masa.

Los precios se rigen por el devenir del mercado, pero pueden tildarse de abusivos. Vivir en Barcelona se puede considerar, prácticamente, un lujo. Por otra parte, los municipios del Área Metropolitana tampoco son demasiado accesibles, a pesar de serlo más que la capital.

Datos oficiales

Los últimos datos publicados por el Institut Català del Sòl (Incasòl), el precio del alquiler en Barcelona ha subido un 4,4% respecto al trimestre anterior, situándose en una media de 1.135 euros. Sin embargo, gran parte de ciudades en Cataluña está aplicando el tope de los precios del alquiler derivado de la ley de vivienda catalana.

Promoción de viviendas en Sant Joan Despí (Barcelona) ICF-VISOREN

Al sumar a la ecuación a todos los ayuntamientos que conforman la provincia, la media baja hasta los 945,94 euros. Es un incremento del 3,67% respecto al trimestre anterior. Le sigue, aunque con una sustancial distancia, Girona, pues el coste mensual de los arrendamientos ronda los 668,80 euros, lo que supone una caída del 0,1%.

Por otra parte, las dos provincias restantes que conforman Cataluña han registrado una subida porcentual. En Tarragona, la media subió hasta los 596,44 euros (+1,75%). Por su parte, en Lleida el precio se situó en 502,27 euros, con un aumento del 1,55%.

¿Por qué suben?

La limitación de los alquileres en Cataluña entró en vigor el 16 de marzo de 2024, cuando el Gobierno español publicó en el BOE la lista de 140 municipios de la comunidad declarados zonas tensionadas, a propuesta de la Generalitat. Esto se hizo en el marco de la Ley estatal de Vivienda 12/2023. La consellera de Territorio, Vivienda y Transición Ecológica y portavoz del Govern, Sílvia Paneque, explicó el pasado miércoles en el Parlament que el precio del alquiler ha bajado un 4,9% en la ciudad de Barcelona.

La consellera de Territorio, Vivienda y Transición Ecológica y portavoz de la Generalitat, Sílvia Paneque, en el Parlament (imagen de archivo) Europa Press

La respuesta al porqué del crecimiento de los valores del alquiler responde a varios factores. Por parte de los arrendatarios, los incrementos en costes, como impuestos o tipos de interés, afectan a los precios. Asimismo, algunos optan por el arrendamiento por temporada, exento de varias tasas. Otros, directamente, prefieren vender sus inmuebles.

Además, el mercado lleva a una tendencia al alza. La alta cantidad de demanda no correspondida a razón de una baja oferta supone un incremento. El coste de vida aumenta, mientras que los salarios se quedan cada vez más cortos. De hecho, un estudio elaborado por el Consejo de la Unión Europea revela que el 74% de la remuneración de los barceloneses se destina a pagar su alquiler. Ocurre lo mismo en Madrid. Solo Lisboa, con un 116%, supera a las dos ciudades españolas.

Menos contratos

El Incasòl registró un total de 26.416 contratos de alquiler de abril a junio, por debajo de los 27.748 que se contabilizaron en el primer trimestre del año, lo que supone un descenso del 4,8%. La principal rebaja corresponde a Barcelona, donde se computaron 19.326, casi mil menos que en el primer trimestre (20.259). En Girona, los contratos sumaron 2.802; en Lleida, 1.434; y en Tarragona, 2.854.

El mencionado informe de la Unión Europea advierte el precio del alquiler en el territorio hispano ha aumentado un 72% en la última década, muy por encima de la media europea, que se sitúa en un 58%. Cobra sentido el dato revelado por el Consejo de la Juventud de España en enero. Este indica que alrededor del 85 % de los jóvenes de 16 a 34 años no habían abandonado el hogar familiar a mediados de 2024.

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