Ernesto Anastasio, fundador de Transmediterránea y de Campsa
Este empresario valenciano fue pescador, profesor de matemáticas de la Escuela Náutica, capitán de la marina mercante, práctico del puerto y defensor de los derechos de los marineros
22 diciembre, 2022 20:00El sábado 16 de octubre de 1954, el astillero de Unión Naval de Levante, en Valencia, botaba con la solemnidad que la ocasión requería un hermoso buque de carga y pasaje contratado más de tres años antes por la Compañía Trasmediterránea. El buque había de llamarse Ernesto Anastasio y sirvió a la naviera con éxito y gran provecho entre 1955 y 1980. Su botadura reunió a las personalidades más importantes del mundo marítimo de la época y como tituló la información del diario Madrid “ constituyó un homenaje nacional al presidente de las Compañías Trasmediterránea y Unión Naval de Levante”.
Era el segundo homenaje nacional a Ernesto Anastasio Pascual (Valencia 5-5-1880 - Madrid 6-1-1969), tras el que le tributaron en 1952, al cumplirse cincuenta años desde que obtuvo el título de capitán de la marina mercante. Nacido en el seno de una humilde familia que vivía en el Canyamelar, uno de los barrios del distrito marítimo de Valencia (una de sus calles lleva hoy su nombre), Anastasio llegó a ser uno de los empresarios más importantes de España y desde luego, con gran diferencia, el marino más relevante, el práctico de puerto que más hizo por la profesión y el naviero con mayor influencia entre 1920 y 1960, hasta el punto que un periodista de la revista Rumbo escribió en 1952 que tan comprometido estaba con el mundo marítimo que era “considerado en el ambiente que le rodea como el Papa de la Marina Mercante”.
Alcanzó esas metas partiendo de la nada, con inteligencia, esfuerzo y tesón. En la sección Figuras de Hoy, 1950, del Directorio de Personalidades contenido en la Enciclopedia biográfica nacional ilustrada de las personalidades de la actualidad, aparecen listados los numerosos cargos que ocupaba Ernesto Anastasio Pascual, entre los que cabe destacar: presidente de: Trasmediterránea y de la Isleña Marítima; de Unión Naval de Levante (Construcción naval); de La Unión y El Fénix Español, de Vapores Remolcadores de Barcelona; y del Comité Español del Lloyd’s Register of Shipping; consejero fundador del Banco de Crédito Local de España y subgobernador del mismo, consejero de FECSA y consejero del Banco de la Propiedad y Comercio.
Marino, práctico de puerto y abogado
Con 12 años, su familia se trasladó a Barcelona en busca de un mejor horizonte de vida. Anastasio acabó el bachillerato y consiguió en seis meses el nombramiento de Alumno de Náutica. Hizo su primer viaje de prácticas profesionales en un pequeño bergantín de 24 metros de eslora llamado “Concha”, de Barcelona a Canarias transportando melazas. El resto de las prácticas las realizó en la “Asunción”, una bricbarca dedicada a lo que se conoce como ruta del tasajo: Península-Caribe- Sudamérica-Caribe-Península. En octubre de 1901 desembarcó para examinarse de capitán, título que consiguió en Cartagena el día 2 de enero de 1902.
Como todos los marinos de la época, su ilusión era mandar un barco de vapor, liberado de la tiranía de los vientos, pero no tuvo suerte. Tras un año en Barcelona, Ernesto Anastasio tomó el mando del bergantín redondo “Soberano”, de 330 toneladas, con el que empezó a navegar en mayo de 1903. En realidad, el tiempo de espera y el embarque en un velero de cabotaje, con largas estadías en los puertos de carga y descarga, permitieron a Ernesto Anastasio desplegar su talento organizativo y político. Fundó junto a otros compañeros la Asociación Náutica Española (ANE), dedicada a la defensa de los marinos y de la marina mercante; creó y dirigió la revista de la Asociación, Boletín Náutico; y fue elegido presidente, cargo que mantuvo hasta 1913, con un paréntesis entre 1906 y 1907, cuando consiguió una plaza de práctico en el puerto de Barcelona, que ejerció hasta 1918. Con tan sólo un año de experiencia en el servicio de practicaje, logró convocar en mayo de 1908 una magna asamblea de prácticos, que aprobaron la creación de la Federación de Prácticos de España y le eligieron como presidente.
Estudió Derecho en la Universidad de Barcelona entre 1909 y 1912. Al año siguiente abrió un bufete profesional en la Vía Layetana, entonces una vía de reciente creación. Entre 1913 y 1916 ejerció de profesor de la Escuela de Náutica de Barcelona, primero impartiendo Derecho Marítimo y el último año la asignatura de Matemáticas.
Transmediterránea y Campsa
En 1917, con su mentor y amigo José Juan Dómine, consiguió crear la Compañía Trasmediterránea, la exitosa iniciativa que había de reunir las pequeñas navieras de cabotaje que malvivían con fletes ruinosos, de la que fue secretario general entre 1917 y 1926, director en 1927, y presidente entre 1932 y 1957.
En 1927, fundó y organizó la Compañía Arrendataria del Monopolio de Petróleos (Campsa). Y desde 1932 a 1967 dirigió La Unión y El Fénix Español, a la que consolidó como una gran aseguradora multinacional. La salida de Ernesto Anastasio de la dirección de Trasmediterránea, en 1927, se produjo a causa de su enfrentamiento con Juan March, que entró en la naviera en 1921 con la compra de un paquete accionarial y en 1926 ya se había convertido en el socio mayoritario.
Lanzado el concurso para la gestión de la distribución de hidrocarburos en España, un negocio que el ministro José Calvo Sotelo decidió reservar para el Estado, Anastasio y Dómine amalgamaron un poderoso grupo de inversores, con presencia de los grandes bancos españoles, que había de competir con otras cuatro propuestas, una de ellas encabezada por March y apoyada por las dos grandes multinacionales del petróleo, Shell y Standard Oil.
Enterados de la maniobra, March y las petroleras intentaron con ofertas galácticas convencer a Anastasio, que presidía entonces Petróleos Porto Pí, la única empresa con instalaciones relevantes en el sector, para abandonar la competencia y ponerse de su lado. Anastasio declinó las ofertas. Finalmente, la gestión del monopolio se adjudicó al grupo que él y Dómine encabezaban. Anastasio fue nombrado director general de Campsa, cargo que mantuvo hasta 1929 y Dómine fue elegido presidente, responsabilidad que ostentó hasta su muerte en 1931.
Juan March se vengó de la amarga derrota (ya intuía que en el petróleo iba a ser el mayor negocio del siglo), obligando a dimitir a Ernesto Anastasio de su posición en Trasmediterránea, pero tuvo que recurrir a él cuatro años más tarde para salvar la naviera, cuando el Gobierno de la República le detuvo y encarceló acusado de graves delitos contra la Hacienda pública. Anastasio aceptó volver a Trasmediterránea como presidente con la condición de que Juan March abandonara el Consejo de Administración.
Altamente condecorado
En los años cincuenta, Ernesto Anastasio fundó la Asociación Española de Derecho Marítimo y fue el artífice de la creación de la Oficina Central Marítima, embrión de lo que hoy es la Asociación de Navieros Españoles.
Recibió en vida todo tipo de homenajes y fue condecorado con la medalla de oro al Mérito Naval, la medalla de oro al Mérito en el Trabajo, la medalla de oro al Mérito Civil, la medalla de oro del Seguro y la Orden de Isabel la Católica. Y el Ayuntamiento de Valencia reunido en sesión extraordinaria el 11 de julio de 1951 le otorgó por unanimidad la medalla de oro de la ciudad.
Manifestó siempre, en especial en los años en que fue loado como una gloria nacional, su amor por Valencia, la tierra que le vio nacer. Y siempre se consideró a sí mismo como un marino, ante todo un hombre de mar forjado en la disciplina que impone la navegación y el mando de un buque.