Andreu Navarra y Manel García, en el debate sobre educación y literatura en 'Letra Global' / LUIS MIGUEL AÑÓN (Letra)

Andreu Navarra y Manel García, en el debate sobre educación y literatura en 'Letra Global' / LUIS MIGUEL AÑÓN (Letra)

Letras

“Sí, se puede pasar de Harry Potter a Tolstoi y ahí debe estar la escuela”

Los educadores Manel García y Andreu Navarra reflexionan sobre la lectura en la escuela con la idea de que hay esperanza y futuro para lograr nuevos y mejores lectores

1 octubre, 2022 21:00

La escuela debe educar, formar ciudadanos, crear lectores…Una gran responsabilidad. En Letra Global hemos abordado una de esas cuestiones: la lectura. Cómo se lee, en qué condiciones, y con qué comprensión lectora. Dos especialistas han estudiado con profundidad la situación de la educación, Manel Garcia (Barcelona, 1967), doctor en Historia, profesor de filosofía en institutos durante 30 años, autor de Finlandia, una apología de l’educació pública del nostre país (Arpa); y Andreu Navarra (Barcelona, 1981), escritor e historiador, profesor de instituto de lengua y literatura españolas, y autor de Devaluación continua (Tusquets). La visión más optimista de García contrasta con una crítica más severa de Navarra. Pero hay un denominador común, con aire positivo: “Sí, se puede pasar de Harry Potter a Tolstoi y ahí debe estar la escuela”, señala García, una afirmación que comparte Navarra.

LG: ¿Se ha producido un gran cambio en la comprensión lectora de los escolares en los últimos años o ahora se piden cosas distintas a los estudiantes a partir de las reformas educativas que se han producido?

Manel García: No veo una gran diferencia en la comprensión lectora en los últimos 30 años. Lo que ha pasado, sin embargo, es que han cambiado los estudiantes. Ha habido un cambio radical con la escolarización obligatoria hasta los 16 años. Antes, muchos de esos estudiantes se escolarizaban en la Formación Profesional, o entraban a formar parte del mercado laboral. Pero la comprensión lectora no es mejor o peor a partir de las reformas educativas.

Navarra: Los datos son un desastre, como se ve en los informes Pisa. Hay muchas cuestiones que se deberían analizar. Pero lo que está claro es que hay una tendencia a la baja, y continuada sobre esa comprensión lectora. Lo preocupante, después de hablar mucho con profesores y familias, es que se ha perdido el papel que debería ocupar la escuela. ¿Debe ser su objetivo obtener la felicidad, como han señalado las ministras Celaá y Alegría? Hay ruidos mediáticos que afirman que el conocimiento es opresivo, cuando el conocimiento es liberación. Sin ciencia no hay democracia, y sin democracia no hay ciencia, decía Bertold Brecht. La lectura es el árbol troncal de todos los saberes, como defiende Gregorio Luri. No debemos caminar hacia una especie de modelo tecno-feudal, que es lo que parece que se está construyendo.

LG: ¿Lo que ocurre, en el fondo, es que se había idealizado una situación que, en realidad, no era muy distinta a la que tenemos ahora?

Manel García: El problema sobre la comprensión lectora ha existido siempre. Lo digo en mi libro, con la pregunta sobre los propios profesores: ¿quiénes leen como hábito? Andreu habla del informe Pisa, pero detrás está la OCDE, que ha hecho mucho daño, porque el sistema ha marginado a las materias de lengua. Y Pisa castiga las materias que más estimulan esa capacidad lectora, que son todas las relacionadas con las Humanidades.

Navarra: Sí, pero no veo contradicciones en eso. Porque lo que quiere la OCDE es, precisamente, privatizar el conocimiento. Quiere dar la idea de sociedad perdida, y de que hay que romper con ese Apocalipsis. Y hay pruebas de comprensión lectora que no se publican, porque son realmente bajas. El problema en todo eso es el alumno objetor, que se niega a hacer cualquier cosa y a realizar las pruebas de comprensión. Es un alumno que está escolarizado, pero no educado.

García: Las pruebas de competencias para el alumno no son obligatorias. Y es verdad que si no va al instituto aquel día no pasa nada.

Navarra: En algunos centros, los que pueden hacer bajar mucho la nota, no las hacen.

García: Los indicadores deben existir, pero pueden ser muy injustos. Si la financiación depende de los resultados, será la muerte para los centros de alta complejidad. Deben existir otros indicadores, no solo Pisa o la OCDE. Lo que pasa es que tenemos un complejo de inferioridad y nos dejamos embobar. Debemos mirar y multiplicar los indicadores que nos representan mejor.

Debate sobre educación y literatura, con Andreu Navarra, Manel Manchón y Manel García  / LUIS MIGUEL AÑÓN (Letra)

Debate sobre educación y literatura, con Andreu Navarra, Manel Manchón y Manel García  / LUIS MIGUEL AÑÓN (Letra)

LG: En todo caso, ¿leen los profesores?

Navarra: Hay una primera cuestión y es que es necesario estabilizar las plantillas. Es verdad que hay que tener en cuenta que los profesores lean, pero también vemos que están machacados con pruebas, con proyectos, con planes, y no tienen tiempo de nada. Lo que ha pasado, como fondo del problema, es que tanto al profesor como al alumno se les ve como clientes de un sistema.

LG: ¿Hay grandes diferencias entre los centros públicos y concertados?

García: Hay que ver, primero, dónde están esos centros. La mayoría de los concertados están en los barrios más favorecidos, pero hay concertados en otras zonas, donde acude lo mejor del barrio, porque los centros públicos se han quedado como guetos. Y los padres y madres prefieren el concertado y evitan la escuela pública por conflictiva.

Navarra: Eso tiene un nombre y es racismo.

García: Sí, somos racistas, pero en barrios como Ca N’Anglada, en Terrassa, los que pueden se inclinan por la concertada, porque, efectivamente, los públicos se han convertido en guetos, algo que tiene que ver con políticas educativas. Pero soy crítico con un sector del profesorado. Entiendo que haya profesores que se queman, pero no conozco otro sector en el que uno se apunte en una bolsa de trabajo y el lunes ya esté dando clases. El docente debe tener vocación. Y se pasa de cursar un máster a dar clases en secundaria. No hay un proceso de selección. Y se debería ser más exigente para poder ser profesor, como sucede en Finlandia. En España, sin embargo, los profesores no han sido nunca respetados en la sociedad. Debemos decir también que la gran mayoría de profesores son competentes, siguiendo lo que decía Jordi Pujol: ‘Un bon mestre sota un pi fa escola’. Pero hay una minoría tóxica.

LG: ¿Cómo se logra que un estudiante lea?

Navarra: Esa pregunta me la hacen casi cada día. Y yo pregunto a su vez: ¿Usted lee? En los planes de lectura, que son improvisados, hay demasiado estrés. Tenemos Internet y la dependencia del móvil: el cerebro licuado, como dicen los pediatras. Otro factor es una corriente de opinión que sostiene que los clásicos son opresores, que quitan el gusto por la lectura. Y mi experiencia me dice lo contrario. He trabajado con mitos griegos adaptados, con debates sobre el caballo de Troya o la belleza y Apolo, prácticas que nos remiten a Sócrates. Y la respuesta es maravillosa por parte de los estudiantes. El problema es que las leyes están intervenidas por intereses económicos y la ley no nos permite esa idea de dar una clase debajo de un pino.

LG: ¿No tiene todo eso que ver con la dirección de cada centro?

Navarra: Sí, pero la calidad de una escuela pública no puede depender de los docentes. Lo que menos hay es claridad, y es lo que necesitamos. Hay profesores que deben dar materias que no existen, sin descripciones sobre lo que hay que hacer. Es bizantino. Falta una estrategia a 30 años y formar al profesorado.

García: No soy tan catastrofista. He estado 30 años como docente, en centros de alta complejidad, en Terrassa. La escuela es víctima de lo que sucede en la sociedad. Y es difícil motivar a un alumno que, después de salir de clase, se encuentra en un barrio sin infraestructuras culturales. Seis horas en un centro no le salvan. El profesor seguirá aprovechando el currículo, desde la premisa de que él es el amo de la clase, una vez se cierra la puerta del aula. El problema, para mí, es que no se evalúa a los profesores. En 30 años no me han evaluado nunca. Yo defiendo, además, que no hemos sabido valorar lo que tenemos. Que Ortega no se lea, que no esté en las bibliografías, cuando lo está en Alemania o en el Reino Unido, indica esa falta de valoración. Se tacha a Ortega de facha, y a muchos otros. Estoy con Gómez Pin cuando recuerda esa España que “tanto quisimos”. No se quiere leer a los clásicos. Se prefiere leer a Goethe, pero no a Calderón.

Navarra: Cuando Goethe leía a Calderón. 

Debate sobre educación y literatura con Andreu Navarra y Manel García, en 'Letra Global'  / LUIS MIGUEL AÑÓN (Letra)

Debate sobre educación y literatura con Andreu Navarra y Manel García, en 'Letra Global'  / LUIS MIGUEL AÑÓN (Letra)

LG: Pero volvamos sobre la cuestión. ¿Cómo se induce a la lectura?

García: Lo importante es que los hijos vean leer a sus padres y eso no sucede. La escuela debe suplir esa carencia, que la familia tiene, y define qué hay que leer. A los clásicos se llega después. Yo soy profesor de Historia, y leía de pequeño Astérix. Eso me llevó, seguramente, a esa vocación. No digo que se deba leer Astérix, porque también se pueden crear materiales específicos. Pero hay que ir en esa línea, en la lectura, además, en papel, porque mejora mucho más la comprensión lectora.  

Navarra: Sí, pero se apuesta por la digitalización, como dice la ministra.

García: El profesor debe acompañar al estudiante para crear ese gusto por la lectura. Y debe leer La Celestina, o a Calderón, o a Verdaguer, pero comprendiendo lo que lee. Eso es una competencia. Y defiendo la capacidad memorialista. Fui alumno de Valverde, que decía que lo que no está en la memoria no existe. Pero lo que se lee se debe comprender. Y para eso es necesario contar con un docente que tenga una competencia lectora contrastada.

Navarra: Pero la administración le exige al docente otras cosas. Con la Lomloe se pide que se inclinen ante un determinado proyecto. En caso contrario, se van a la calle.  

García: Pero quien impone un proyecto, es un profesor. Es cómplice de esas malas prácticas educativas y la administración le ha dado poder.

Navarra: Es esa apuesta por la gamificación en las aulas.

García: Hay una complicidad y responsabilidad en un sector del profesorado que, a cambio de menos horas de docencia y complementos de sueldo, se ha plegado ante las reformas educativas.

Navarra: ¡Cuando el alumno pide que le expliquen el mito griego!

García: Hay un corsé, cierto, pero es un corsé que el profesor puede aflojar. Es verdad que hay talibanes del reformismo. La innovación es necesaria, pero no cómo se aplica. Se confunde el medio con el fin. La tecnología puede ayudar, pero no debe ser el fin.

Navarra: La digitalización es el mercado. Pero no nos puede poseer. Lo que ha pasado es que, bajo esa apuesta por la digitalización, se han producido pelotazos económicos.

LG: ¿Todo depende de la situación de las Humanidades en la escuela?

García: Los males de la escuela, en el presente, se deben en gran parte a la devaluación de las Humanidades frente las ciencias. Han pagado los platos rotos. Y yo creo que la escuela no tiene sentido si las Humanidades no son el eje cardinal. Debe haber una formación generalista en Humanidades, y luego ya vendrá la especialización. El tema de las lenguas, por ejemplo, es fundamental. Pero tal vez se deberían enseñar de otra manera, con un mayor acento en la lengua oral, y no tanto en la sintaxis o la gramática.

Navarra: Si la mitad de la plantilla es interina, seguiremos con muchos problemas. Esas personas tienen miedo. No saben si serán o no funcionarios, si se irán a la calle. Lo que se debe hacer es estabilizar, calmar, y no dejar que gobiernen personas sin control, a través de fundaciones.

LG: Entonces, ¿leer Harry Potter fomenta el hábito de leer, lleva a otros libros? ¿Se lee más ahora?

García: Hay una cuestión muy importante, y es que en los institutos había bibliotecas. Ahora ya no. Aunque en algunos centros hay, incluso, prensa diaria y revistas.

Navarra: En muchos institutos se han tirado las bibliotecas. En otros, están bajo llave. Es incomprensible.

García: Hay otro fenómeno y es que hay bibliotecas con libros de género. Se ha apostado por una biblioteca de género, que se acabará pudriendo. Y esas bibliotecas tienen asignaciones económicas importantes.

Navarra: En otros casos, se opta por cuentos emocionales. Llega el departamento de orientación y defiende que hay que leer cuentos emocionales.

García: ¿Y tus compañeros leen?

Navarra: No lo sé. Yo sigo apostado por La Zapatera prodigiosa de Lorca, que sé que será un éxito seguro. Puede que sea algo ancestral que cautiva a cualquier alumno. He visto a raperos llorando por la experiencia de la belleza. Sin embargo, se pide que enseñemos un power point con corazones.

Debate sobre educación y literatura / LUIS MIGUEL AÑÓN (Letra)

Debate sobre educación y literatura / LUIS MIGUEL AÑÓN (Letra)

LG: Insistamos, ¿la lectura de Harry Potter, de gruesos libros de aventuras, lleva a la lectura de clásicos? ¿En la escuela se puede incitar a ello?

García: Sí, se puede pasar de Harry Potter a Tolstoi y ahí debe estar la escuela. Es posible, porque se trata de desarrollar un hábito por la lectura. Luego están las versiones de los clásicos y siempre a través del libro de papel, del contacto con el libro, que puede llevar al placer por la lectura. Yo firmaría que se leyeran muchos bestsellers como hábito, y se leyera cada día. Pero para saltar a esa otra lectura, la de los clásicos, necesitamos a la escuela.

Navarra: Ese paso existe, sí, pero no pasa siempre.

García: La escuela debe preparar ese paso. Igual no es aconsejable El Quijote en primero de ESO, pero sí una edición para el bachillerato. La escuela debe actuar como la casa de los clásicos, y debemos conseguir que la sociedad sienta admiración por la cultura y por su literatura.

Navarra: Hay un enorme desconocimiento por la literatura castellana y la catalana. Yo leía a Espriu y Foix en la escuela y a Vallverdú y Folch i Torres. Se sigue atacando la idea memorialista de la escuela, de la lista de los reyes Godos, cuando hace mucho tiempo que eso se desterró. Debemos conseguir un ambiente de trabajo para leer, para glosar e interpretar a Lope de Vega y Lorca, valorando el legado catalán y español.