La cultura maya es una de las que mayores hallazgos quedan por descubrir a tenor de las excavaciones que se están llevando a cabo, algunas de las cuales han sacado a la luz seis nuevas pirámides que están siendo estudiadas por el Instituto Nacional de Antropología e Historia de México (INAH).
Localizadas en cinco yacimientos diferentes del estado mexicano de Yucatán, estos descubrimientos suponen un nuevo avance para conocer mejor a la civilización que se extendió por el sur de México y los actuales países de Guatemala y Honduras, y que sigue albergando misterios que aún no han sido descubiertos.
Importancia arqueológica
Al igual que ocurría en el Egipto antiguo, las estructuras piramidales eran utilizadas como tumbas para los líderes maya. Sin embargo, en esta civilización, este modo de construcción era mucho más habitual, ya que posibilitaba realizar edificios más altos que les acercaran a los dioses que estaban en los cielos. No en vano, en muchas de las pirámides se erigían templos religiosos o de mando.
Los nuevos hallazgos no tienen el tamaño que otros monumentos más conocidos de los mayas, pero sí que resultan interesantes a nivel arqueológico, ya que en el interior de algunas de ellas se han hallado restos humanos, armamento, cerámica y otros objetos que claramente pertenecían a personajes poderosos.
Las seis pirámides
En el municipio de Izamal se han encontrado dos de las seis pirámides, concretamente en una zona arqueológica denominada Chaltún Ha. La más grande de las dos edificaciones tiene 8 metros de altura y una longitud de 100 metros.
La otra pirámide más destacada entre las encontradas está en Kulubá, una zona arqueológica situada en Tizimín. En este caso sus medidas eran de 6 metros de alto por 50 de largo. Las tres restantes son de menor tamaño y aún están ocultas en la selva.
Las pirámides de Yucatán
Estas seis estructuras descubiertas se unen a las otras 80 que ya se han encontrado en el estado de Yucatán, una de las zonas donde más áreas arqueológicas hay investigando la civilización maya. De hecho, aparte de los atractivos naturales, como la selva o las playas paradisíacas, la ruinas mayas son uno de los grandes alicientes para los turistas que pasan allí sus días de vacaciones.
Y es que hay pocos espectáculos mejores que adentrarse en las antiguas ciudades de los mayas situadas en plena selva y recorrer unos edificios que resultan impresionantes si se tienen en cuenta los medios de construcción con los que contaban sus creadores.
Yacimientos más visitados
En cuanto a las ruinas que cuentan con un mayor número de visitas dado el interés que despiertan los edificios que albergan, cabe destacar las de Coba, en las que eleva la pirámide Nohoch Mul, con 42 metros de altura (la más alta de Yucatán). Esta ciudad llegó a contar con más de 50.000 habitantes y está rodeada de lagos en mitad de la selva.
Otras de las ruinas más bonitas son las de Ek Balam, a solo 60 kilómetros de las más conocidas de Chichén Itzá. Y aunque no son tan grandes como aquellas sí que resulta impresionante su necrópolis y las dos pirámides que dan paso a la ciudad.
Uxmal y Tulum
El tercero de los asentamientos que merece la pena visitar es el de Uxmal, donde se puede encontrar la Pirámide del Adivino, impresionante construcción que llega a los 35 metros de altura y que tiene una base de más de 53 metros. En ella se llegaron a construir hasta cinco templos, el último de los cuales la corona.
Por su parte, las ruinas de Tulum son especialmente reseñables porque se encuentran al lado del mar, junto a playas de ensueño, lo que hace al lugar aún más mágico. En el caso de este asentamiento, más que una pirámide, el lugar más destacado es el conocido como el Castillo, desde el que se dirigía toda la ciudad amurallada junto al mar.
Calakmul y Chichén Itzá
Cerca de la selva guatemalteca se encuentran las ruinas de Calakmul espectaculares en las que es posible ver pirámides de más de 40 metros en mitad de la abundante vegetación.
Finalmente, la pirámide de Kukulcán, en las ruinas de Chichén Itzá, es probablemente la más conocida de todas las que se han hallado de la civilización maya. Y no es de extrañar por la belleza de la construcción y su buen estado. Su altura es de 30 metros.