Carme Chaparro escribe a pesar de la enfermedad:

Carme Chaparro escribe a pesar de la enfermedad: " Espasa

Letras

Carme Chaparro: "La literatura es fundamental: permite saber lo que sienten personas muy distintas a ti"

Carme Chaparro publica 'Venganza', la última entrega de su trilogía 'Delito', un thriller en el que revela los entresijos más oscuros del mundo de la televisión; en esta entrevista reflexiona sobre la verdad, el dolor que genera el odio y cómo el mundo está tan necesitado de periodistas como de escritores

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La cara oculta de la televisión. Lo que no se ve delante de las cámaras, la presión que soportan a menudo las caras visibles del mundo del periodismo. En ese escenario sitúa Carme Chaparro los crímenes de su última novela, Venganza (Espasa), un thriller que pone el broche final a la trilogía Delito, protagonizada por el forense Santi Munárriz y la presentadora Berta Gigliani. Con una mirada lúcida y crítica, la autora explora aquí los entresijos del panorama mediático español y denuncia los abusos de poder que se esconden tras la aparente brillantez del éxito televisivo. 

La novela arranca con la escandalosa muerte de un magnate de los medios de comunicación, de nombre ficticio, Carlos Manso. Este Rupert Murdoch español aparece colgado desnudo del icónico cartel de Schweppes de la Gran Vía de Madrid, y pronto su imagen se hace trending topic. Con tan dantesco final, aquel que había dictado el pulso de la actualidad española se convierte, sin remedio, en un meme.

'Venganza', el cierre de la trilogía 'Delito'

'Venganza', el cierre de la trilogía 'Delito' Espasa

Poco después, dos directivos de la televisión aparecen sin vida en circunstancias igual de extravagantes. Pero, para sorpresa de las herederas de Manso, y otras figuras interesadas dentro de la esfera mediática, son solo muertes naturales. Así lo asegura Santi Munárriz, el forense más capacitado para encargarse de las autopsias de tan destacados personajes. Pero todos los secretos, rumores, chantajes y movimientos de dinero que traen consigo estas tres muertes desatan la sospecha. ¿Y si hubiera algún motivo perverso tras ellas?

Al final vinieron a por mí

Aunque Carme Chaparro ha escrito esta novela alejada de las cámaras —lleva meses convaleciente mientras aguarda someterse a una complicada operación quirúrgica—,  en Venganza se expresa como la periodista que es, cuestionándose a través de la ficción qué puede haber detrás del juego de apariencias que sostiene el ecosistema mediático.

"Un buen periodista es aquel que se hace preguntas de manera distinta", apunta Chaparro, "el que ha aprendido a ver las cosas, a enfocar desde todos los ángulos, quizá desde la cara oculta de la luna que nadie ve". En su novela apunta, con sus años de experiencia en el sector, a esos claroscuros.

"La sociedad de hoy nos necesita para saber qué es verdad y que no", continúa la periodista y escritora, que considera más adecuado referirse a sí misma como "contadora de historias".

Carme Chaparro

Carme Chaparro Espasa

Su amor por ellas viene de la lectura, un hábito que la ha mantenido anclada a la vida, asegura. "La literatura para mí es necesaria siempre por muchas razones", afirma, "para mí la más fundamental es que te permite ponerte en la piel de otros y saber lo que sienten personas que pueden ser muy distintas a ti". En este sentido, sostiene que el mundo está tan necesitado de periodistas como de escritores. 

Es decir, precisa de verdad y de empatía. Esta última, considera, se encuentra en horas bajas. "Las redes y el algoritmo nos atrapan y nos meten en nuestra burbuja", señala. En pocas palabras, nos dan lo que queremos oír. Y las posturas se radicalizan, las redes dan invisibilidad y el odio se expresa sin miedo. "Ojalá volviera a dar vergüenza ser gentuza", escribe, poniendo en boca de uno de los personajes de Venganza su propia reflexión.

En este thriller, donde la historia gira en torno a un hate descontrolado y casi gratuito, Chaparro advierte que el ataque puede volverse contra quien lo lanza. Inevitablemente, salen a colación unos versos de un poema mal atribuido a Bertolt Brecht —su autor en realidad era el pastor protestante Martin Niemöller—, que la periodista conoce bien: "Primero vinieron por unos, luego por los otros, y no dije nada... y al final acabaron viniendo a por mí".

Víctimas del 'prime time'

Una de las historias más desgarradoras que aparecen en esta novela coral es la de Berta Gigliani, presentadora que acaba sufriendo toda la presión que impone el prime time. Chaparro sabe de primera mano lo que supone trabajar frente a las cámaras. "En televisión, al día siguiente ya sabes cómo ha funcionado un programa, y se puede quedar mucha gente sin trabajo si no va bien. Hay una presión inmensa sobre todos los equipos, hasta el último redactor", apunta. 

Toda esa tensión, explica, acaba teniendo víctimas psicológicas. En Venganza, la autora dibuja no solo a Berta, sino a todo un elenco de personajes que, en mayor o menor medida, sufren las consecuencias de ese exceso. La intensidad emocional que surge de un cóctel de tensión, envidias y competencia acaba generando el deseo, a veces por las malas, de hacer justicia. Algo en lo que Carme Chaparro no cree, a pesar de todo. 

"Yo he odiado a gente en mi vida", confiesa, "pero te das cuenta de que el odio lo que hace es machacarte a ti". 

Valor a lo importante

Chaparro ha decidido continuar escribiendo mientras sufría una grave enfermedad —el síndrome de Ménière—, que la ha mantenido alejada de los medios por orden médica. A ella le reserva una de las dedicatorias que abren la novela. Sobre todo, asegura, esta le ha dado perspectiva sobre lo que es importante: "Odiar te hace perder lo más bonito que tienes en la vida, que es el tiempo, lo único que no puedes recuperar".

Entonces, ¿habrá más novelas? Por el momento, advierte que antes de sentarse a escribir de nuevo, estará centrada en invertir el tiempo en su recuperación. Venganza está teniendo por el momento una buena acogida entre los lectores. Las que le sigan tendrán una capa más profunda, porque la enfermedad le ha dado margen para pensar, y para sentir. "No sé si serán distintas, pero a partir de ahora sí que van a tener mucha carga emocional".