Muere Paul Auster, el escritor que supo entender qué es la soledad

Paul Auster, incisivo, amante de las coincidencias y el azar, admirado, muy leído, ha fallecido víctima de un cáncer a los 77 años. Se va uno de los grandes referentes de la literatura norteamericana, un escritor estimado, que en los últimos años dejó claro su posición respecto al avance del populismo, encarnado en la figura de Donald Trump. De él señaló que no podía entender cómo había sido capaz de captar el voto de más de sesenta millones de personas.

Auster es el autor de La trilogía de Nueva York. Pero destaca sobremanera La invención de la soldad (1982), El Palacio de la Luna, Leviatán (1992), Tombuctú (1999), El libro de las ilusiones (2002), La noche del oráculo (2003), Brookyn Follies (2005) y Diario de invierno (2012), además de ser autor de los guiones de las películas Smoke (1995) y Blue in the face (1995). Sus libros han sido traducidos a más de cuarenta idiomas.

Portada del libro de Paul Auster

El escritor de New Jersey, --logró el premio Príncipe de Asturias en 2006--, quiso en todo momento alzar su voz contra lo que entendía como un desastre: el avance de los populismos. Entendía que el fenómeno en Estados Unidos no era algo singular. Tanto Europa como su propio país compartían, a su juicio, “las mismas ansiedades, las mismas oleadas de populismos, con la situación de la inmigración”.  ¿Qué nos aguardará? Esa pregunta se la formulaba de forma constante Paul Auster, al señalar que el orden mundial se estaba “desmoronando”.

Pero Auster siempre tiró de su propia vida, de lo que sentía y experimentaba. La materia de un escritor debe ser su biografía, entendía Auster, no demasiado dispuesto a cocinar una trama. Y eso le convertía en un escritor más reflexivo, que conectaba con las mismas situaciones que podían vivir sus lectores. 

A pesar de que son muchos sus libros, y que los lectores se decantan por esa Trilogía de Nueva York, a modo de un Dickens de la Gran Manzana, Auster reflejó en una de sus obras todas sus grandes obsesiones y los temas que lo hacen grande en el panorama de la literatura universal. Con La invención de la soledad constata la cuestión de la pérdida, la del padre, y la memoria, y, principalmente, la identidad.