El historiador Henry Kamen, autor de 'Las dos Españas'

El historiador Henry Kamen, autor de 'Las dos Españas' GRUPO PLANETA

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Henry Kamen: “La leyenda negra sobre España es una creación de los propios españoles”

El veterano historiador, que acaba de publicar ‘Las dos Españas’, señala que los intelectuales del 98, con Unamuno a la cabeza, eran “muy pesimistas y muy nacionalistas”, y reivindica la pluralidad de España a lo largo de los siglos

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Mitos y discursos interesados. Miradas partidistas sobre el pasado. Y luchas ideológicas a costa de la Historia. Los historiadores profesionales saben que esa es una realidad difícil de combatir. Pero insisten. Uno de los grandes es Henry Kamen (Rangún 1936), especialista en los siglos XVI y XVII del Imperio español. El hispanista acaba de publicar Las dos Españas, conflictos y solidaridades (Espasa), un libro que le sirve para “desmitificar”, para “reivindicar” que ha habido muchas Españas, que siempre se han producido, en cada momento, dualidades y formas de afrontar los distintos retos.

Kamen conversa con Letra Global y deja claro que en la disciplina de la que él es un maestro hay intrusos, autores que se han empeñado en no respetar “los hechos”. Si en los últimos años la proliferación de trabajos sobre cómo los extranjeros impusieron el mito de la leyenda negra de España ha sido una tónica, Kamen precisa: "La leyenda negra sobre España es una creación de los propios españoles”.

El historiador ha querido reflejar una constante a lo largo de la Historia de España. Había una España, la idea idealizada sobre qué había sido España o qué debería ser, frente a otra España que podían ser “muchas Españas”, y que eran, en realidad, las de verdad. Le sucedió a Castilla, “idealizando un pasado que nunca fue”, y le pasó también a los intelectuales de la Generación del 98, con Unamuno a la cabeza, que “atacaban al otro de los males de España, siempre al de fuera, con esa frase de Unamuno tan tremenda, la de que ‘fue una conspiración del mundo entero contra España’.

Kamen lleva de la mano al lector a través de la historia, con reflexiones que dan mucho juego, como la de considerar que los partidarios de la Constitución de Cádiz, tras lograr derrotar a las tropas de Napoleón, tenían en la cabeza una fantasía. Lo que pretende y consigue el hispanista es que el ciudadano lea y se pregunte, dude y quiera leer y estudiar más. Que no se quede, precisamente, con lemas y con postulados ideológicos.

Portada del libro de Henry Kamen

Portada del libro de Henry Kamen

El mito de la leyenda negra sobre España, por ejemplo, se dio a conocer al público en un breve ensayo del escritor Julián Juderías, publicado en Madrid en 1914. Se denunciaba la “hostilidad que los extranjeros sentían por España”, que se había producido una conspiración del mundo entero para que Estados Unidos ocupara las últimas colonias de España en el Caribe y en las Filipinas.

Pero, ¿qué queda sobre la singularidad de España en el mundo, en comparación con los procesos de construcción de otros países del entorno europeo?

“Yo tengo que confesar, después de vivir tantos años en España, que singularidad, singularidad, no encuentro. Todos los países son más o menos iguales. Y la diferencia, claro, debe centrarse en el carácter de cada país, que puede ser diferente, pero una singularidad yo no la aplicaría ni a España ni a otro país. La gente decía en algún momento que España es diferente, pero no es cierto”.

Tampoco Kamen entiende que la pluralidad interna de España deba ser un motivo para singularizar el país, con partes que se definen como naciones, como Cataluña. “No, en el caso de Cataluña eso de proclamarse nación, es del todo falso. Cataluña nunca ha sido una nación. Cataluña es una región, como otras partes de Europa, que con el tiempo ha podido establecer una distinción, digamos, físicamente, en relación a la política nacional. Francia, por ejemplo, que es un país que parece muy sólido, si estudias la evolución de las regiones, verás que, igualmente, mantiene aspectos de su carácter desde el siglo XIX”.

Lo que propone Kamen es una mirada larga, estudiar los signos que se acumulan a lo largo de los siglos, y no fijarse tanto, en el caso de España, en el siglo XX. Ahí Kamen puede admitir la existencia de dos Españas, las que se han enfrentado, las que mantienen diferencias en la concepción del propio país.

“Lo que intento demostrar es que hay muchas Españas. Y que se ha visto, sobre todo en el siglo XX, el pasado como una unidad de gloria. Se ha interpretado un pasado que no se puede aceptar. Porque en el siglo XV también había una dualidad. Lo que sucede es que, en muchos casos, quien escribe sobre eso no son historiadores. Una buena parte de España, por ejemplo, era musulmana. España es también musulmana. No ha sido sólo cristiana.

El historiador incide en que los mitos se han generado en todos los países, en que mantienen diferencias en su seno. Italia se unifica muy tarde. También Francia. La diferencia de España, tal vez, haya que encontrarla en el siglo XIX, cuando tiene dificultades para subirse a la modernidad.

Para Kamen el verdadero problema es la poca tolerancia sobre las pérdidas coloniales. “Es curioso, porque allí nacen las mitologías sobre el carácter de España. Cito a Unamuno, porque es él quien incide en que la culpa es de los demás. Unamuno llega a sentenciar: ‘Fue una conspiración del mundo entero contra España’. Es decir, el problema nunca era de los españoles, los españoles eran héroes. Eso hace reír, es muy absurdo”.

¿Hay intrusos en los libros de Historia? “Bueno, hay que insistir en el hecho de que los autores de esas tesis, sobre la leyenda negra, no aportan evidencia histórica. Para combatirlos es sencillo. Basta con estudiar los hechos. Tenemos mucha documentación que estos escritores nunca citan, porque no son historiadores. Nunca citan las fuentes en que se basan para hacer esas afirmaciones. Por eso digo rotundamente en este libro y en otros que he escrito que la leyenda negra es una creación de los propios españoles. De un grupo de españoles que, por razones ideológicas, mantienen esas tesis que son rotundamente falsas. Sólo hay que fijarse, por ejemplo, en trabajos como los de Gerald Brenan, que escribió desde un pueblo de las Alpujarras, en Andalucía”.

El historiador Henry Kamen

El historiador Henry Kamen

Hay figuras históricas de España que a Kamen le interesan de forma especial. Una de ellas es Felipe II. “Para muchos, tanto de derechas como de izquierdas, era un mal genio, pero para mí no. Se ve a través de la documentación. El mismo Felipe se oponía a aspectos de la España insurreccional. Y veía la necesidad de reformas en muchos aspectos del país”.

Para el nacionalismo catalán, por ejemplo, España ha sido el producto de una parte, de Castilla. O, más bien, Castilla se apropió de España. Kamen es crítico en el libro sobre cómo Castilla idealizaba un pasado que no era tal. Pero también entiende que llevara el peso de lo que acabó siendo España. Frente a Castilla, “Cataluña realmente tenía poca población. Cataluña nunca tuvo un papel militar. Cataluña no pagaba impuestos. Cataluña tuvo un papel bastante más pequeño de que lo que a lo mejor merecía. No tuvo una élite de importancia, ni nobleza”.

Con los Borbones, a finales del siglo XVIII y XIX, España se unifica. Kamen sí ve cambios importantes. “España, por primera vez, llegó a tener ejército”. Y es que el historiador rompe otro mito, el de los soldados españoles luchando en todos los rincones, el del Capitán Alatriste, el personaje de Pérez Reverte, luchando en los Países Bajos. “La monarquía tenía muchos soldados extranjeros en los Países Bajos, alemanes, o italianos. La mayoría de la gente que mantenía el imperio eran de otros países”.

Pero, ¿y la España de hoy? “España hoy sufre los mismos problemas y defectos que otros países. Por ejemplo, la falta de estabilidad para gobernar es la misma que tiene un país como Francia”.

Sin embargo, hay sombras en el horizonte. Kamen, que ha buceado en miles de archivos a lo largo de su carrera, señala que no puede ser optimista. “Yo no soy optimista sobre España si no reforma aspectos de su sistema político y si no soluciona correctamente las reclamaciones de regiones como Cataluña. Hay que buscar la colaboración democrática entre todos. Todas las autonomías deben hacerlo, en vez de dedicarse a buscar sus propios intereses. Se deberían dedicar más a una cosa que es España, pero una España que también debería ser la composición de ellas mismas. Y los políticos deberían estudiar un poco más de historia”.

En el horizonte inmediato aparece Vox. ¿Es el retorno del pasado, o es un partido populista más? “Yo diría lo segundo. La verdad es que no veo ninguna política seria en las pretensiones de Vox”.

Y en todos los debates, como un poso insoluble, aparece la Generación del 98, intelectuales y escritores que escribieron obras que todos los bachilleres de los últimos cincuenta años llevan leyendo en España.

¿Qué juicio emitimos? “Me parece que fueron demasiado pesimistas. Tenían una idea demasiado nacionalista. Yo los critico por ese exceso de nacionalismo, por denunciar al resto del universo por atacar a España, algo que no ha tenido nunca ningún sentido”.