La actriz Pilar Castro en 'Sin novedad' / HBO MAX

La actriz Pilar Castro en 'Sin novedad' / HBO MAX

Cine & Teatro

Pilar Castro: "Los proyectos de autor tienen menos sitio en las plataformas"

La actriz muestra su vis más cómica en 'Sin novedad' y recuerda que "si uno quiere ser actor tiene que vivir con los temores"

20 diciembre, 2021 00:00

Pilar Castro (Madrid, 1970) es ya toda “una mujer de teatro” pero eso no le impide participar en proyectos de todo tipo ya sea en cine o televisión. Ahora se mete de lleno en el papel de una policía peculiar en Sin novedad.

La producción para HBO Max, una versión de una serie australiana, cuenta con un papel de actores de lujo. Además de la madrileña, están Adriana Ugarte, Arturo Valls, Carlos Areces y Toni Acosta, entre otras.

Propuesta

Castro interpreta a la agente Olivares, una mujer que, si bien en un primer momento, parece ser la voz sensata dentro de la comisaría, poco a poco saca su peculiar personalidad. Un hecho que atrajo a la actriz.

La intérprete conversa con Crónica Directo para hablar de la experiencia que ha supuesto para ella meterse en un formato tan peculiar y reflexionar, desde dentro, qué suponen las plataformas para el sector audiovisual.

Cartel de Sin novedad / HBO MAX

Cartel de Sin novedad / HBO MAX

--Pregunta: Enhorabuena por su trabajo.

--Respuesta: Gracias. Me alegra mucho que la gente se ría porque yo estoy un poco rara con lo de la serie.

--¿Por qué?

--Como es un formato nuevo, una sitcom rara, en que la situación siempre es la misma… Eso y que hasta que uno no ve el trabajo no se siente objetivo nunca.

--¿Cómo fue la aceptación de la serie?

--Yo vi la versión australiana y la adaptación me parecía interesante, sobre todo el hecho de que la situación siempre fuera la misma, siempre a la espera, sin novedad y construir un personaje bastante alejado de mí. Además del hecho de hacer un personaje bastante alejado de mí. Y siempre de noche, que eso fue lo más duro.

--¿Cómo definiría a su personaje?

--Lo que me parecía interesante sobre todo era su arco. Primero parece que es la voz sensata, la que pone el orden que empieza a tener una especie de simbiosis con el personaje de Adriana que es más “neurótica”, digamos. Y yo escondo una múltiple personalidad (ríe). La relación con su hijo, que es una pieza, también define mucho al personaje.

--De hecho, su relación con él define en cierta manera las dificultades de la maternidad.

--Ella tiene una bipolaridad con él que está muy bien. Lo mismo le dice que es maravilloso y luego lo echa y lo aparta… Un poco lo que es ser madre.

--Además es una mujer que trabaja al lado de unos policías muy “machirulos” y casposos. ¿Hay voluntad de retratarlos o ya venía en la serie original?

--Fíjate que eso en la serie no estaba. De hecho, lo que más me interesaba era eso. La mujer policía, su situación, siempre colocada en su sitio, al mando de todo y que tiene sus fisuras. Y hay algo más que esa idea del policía machirulo. Además, trabajamos al lado de la policía que nos enseñaron cómo es y se trabaja en un centro de control donde reciben todas las llamadas. Fueron amabilísimos, nos ayudaron mucho. Cuando estás dentro de la situación aparecen muchas cosas nuevas que te sacan de los clichés que tenemos y vemos la humanidad de las personas.

--¿O sea que no se podrán quejar porque ellos han participado de ello?

--Bueno, no han visto la serie (ríe). Pero es una serie bastante políticamente correcta y una comedia.

--¿Y se amistó con la policía, que muchas veces tiene esa imagen represora?

--Ves una parte mucho más humana. Es un trabajo como otro cualquiera el de policía. Nos enseñan cómo es el trabajo de centralita, detectar cuál es la patrulla que está más cerca, ver cómo se mueven los coches y el peligro que hay en distintas situaciones. Nos explicaron muchas cosas que no sé si para la comedia influyó mucho (bromea), pero sí aportaron ese toque de humanidad. Siempre hay un estigma con la policía y en este caso no lo hubo.

--En la serie, usted y Adriana Ugarte siempre están juntas en escena y hablan con los personajes de Carlos Areces y Arturo Valls, pero nunca se les ve juntos. ¿No llegaron a compartir nunca una escena?

--No. Esa fue otra de las partes complicadas de este trabajo. Nosotros interactuamos con ellos y nunca los vimos. Fue complicado porque no sabes cuál es el tono del otro y trabajamos bastante diferente. Y con Adriana el trabajo fue muy bien. Aprovechamos no nos conocíamos para sorprendernos la una a la otra y, desde entonces, yo creo que Adriana tiene una imagen un poco rara de mí (ríe).

--¿Cómo naturalizaba las barbaridades que suelta su personaje?

--Trabajamos mucho ella y yo durante los ensayos, para cuando estuviéramos en el rodaje estar muy sueltas, porque son tal las bestialidades que se han de hacer forma tan normalizada que buscamos hacerla con mucha verdad. Además, mi personaje empieza con una coraza muy altivo de “aquí mando yo” que luego se va fragilizando y deconstruyendo. Porque,al final, ella tiene unos problemas y una vulnerabilidad muy grande.

--¿Y van a repetir?

--Esperemos que sí. Hacer comedia siempre me gusta. Es complicado porque siempre te tienes que adaptar y más en esta donde siempre estás sentada en el mismo set y el mismo lugar y no es fácil. Tu campo de expresión está mucho más limitado y eso es lo que más me costó porque soy una tía muy expresiva y contenerlo y ser cómico es lo que más cuesta. Que se valore que es muy complicado.

--De hecho, la comedia tiene ese lastre, ¿no?

--Sí, la comedia no siempre se valora, pero la gente te lo agradece mucho. Y ahora con las plataformas, que se ven en todos lados, la gente me escribe de todas partes del mundo para felicitarme. Si haces un drama siempre se te valora como actriz y con las comedias la gente se lo pasa bien. Y para eso estamos cuando hacemos comedia, para que la gente se lo pase bien.

--Y más tras la pandemia

--Sí. Y lo bueno que tiene Sin novedad es que son capítulos cortitos, que en dos horas te ves toda la temporada. Espero que se haga corta. Al menos, a mí me pasa que me apetecen formatos cortos que me enganchen y no me tengan mucho tiempo.

--Hablando de plataformas. Usted trabaja para ellas, da más trabajo al sector audiovisual pero también pone en riesgo a las salas de cine. ¿Qué relación tiene con eso?

--Yo creo que hay productos para las plataformas y productos para el cine. El otro día vi El poder del perro y pensé que era una pena no haberla podido ver en un cine. Hay contenido para plataformas que es buenísimo, que han llegado en un periodo buenísimo y más con la pandemia y nos dan la oportunidad de que nos conozcan mundialmente. Está muy bien que tu trabajo lo aprecie todo el mundo, antes sólo lo podían hacer unos pocos y te da posibilidad de trabajar con otras personas a nivel mundial. Además, hay mucha diversidad de trabajos y estamos siendo referentes.

--Un hecho que ayuda a quitarse complejos.

--Cada vez hay menos diferencias entre unos y otros. Cierto que las producciones estadoundenses no creo que sean igual que las españolas. Eso demuestra que con menos también lo hacemos (enfatiza), pero que no se acostumbren.

Adriana Ugarte y Pilar Castro en 'Sin novedad' / HBO MAX

Adriana Ugarte y Pilar Castro en 'Sin novedad' / HBO MAX

--Si me lo permite, quisiera hablar también de otra serie de la que se habla mucho: 'Puerto y camino', la serie creada por Candela Peña codo a codo con usted. ¿Cómo está la situación?

--Pues esperando a que nos coja alguna plataforma, a ver si se apiadan de nosotras (ríe a carcajadas). Eso es otro cantar. Las cosas que son más autorales, a veces, tienen menos sitio en las plataformas. Necesitamos plataformas que den más cabida a proyectos más de autor. Es cierto que venimos de la pandemia y se arriesga menos. Espero que eso pase y arriesguemos un poco más. Y allí estará Puerto y Camino.

--Hablando de la pandemia, ¿le afectó mucho?

--Sí, paré. Terminamos el rodaje de una serie y paré el rodaje de una película que se estrenara en febrero, Competencia oficial, con Penélope Cruz, Antonio Banderas y Óscar Martínez. Tuve que esperar cuatro meses a volver a entrar en el rodaje. Telita. La pandemia ha sido muy dura trabajando: mucho estrés, mucha inseguridad, muchos mierdas… Y todos hemos trabajado como jabatos, no sólo en el sector. El parón, por eso, me vino bien a nivel personal, porque venía de mucho trabajo y me ayudó a reflexionar bastante.

--¿Existe ese temor de que en cualquier momento por una nueva ola se vuelva a parar todo?

--Nuestra profesión está llena de temores. Está el temor a que haya una nueva ola y que te cierren, pero también a que no te vuelvan a llamar, a que por tu edad ya sabes… Si uno quiere ser actor tiene que vivir con los temores. Existe este temor, pero es uno más. Siempre tienes miedo a que no suene el teléfono. Es horrible. Lo que pasa que ahora se ha extendido también a otras profesiones donde hoy vales y mañana no. El tema es que los actores estamos expuestos como herramienta de trabajo y parece que se oxida, ya no vales, no interesas a nadie, el síndrome de la impostora, eres mayor… Madurar te da mucha experiencia.

--De hecho, a usted ya se la ve como toda una dama del teatro.

--Más que dama pon mujer, que dama suena como a Gloria Swanson (bromea). Soy una persona a la que le gusta arriesgar, prefiero pasarme a no llegar. Eso lo he ganado mucho en teatro, que es una prueba constante. La televisión y el cine tiene menos procesos creativos. El teatro te permite explorar, ir más allá. Lo que me gusta como actriz, de hecho, es ir más allá y no ser yo. Lo que más me cuesta es ser yo, porque para ser yo me quedo en casa haciendo lentejas.

--Recordados son su paso por Animalario que apostaba por hacer personajes arriesgados y muy distintos a lo que se suele ver.

--Yo entiendo así mi profesión. Lo ves en los actores y actrices norteamericanos. Yo creo que puedo camaleonizarme, me gusta, me pone. Luego hago cosas de muy normal. Para mí, coger un trabajo tiene que tener un pequeño riesgo.

--Por último, ¿cómo es meterse en una película como 'Competencia Oficial' con la que fue a Venecia?

--Es una película muy interesante, muy divertida. Habla de nuestra profesión, de los egos e inseguridades. Fue un placer trabajar con todo el reparto, con los directores, con los que arriesgué mucho. Mi papel es muy pequeño, yo soy sólo la mujer de Óscar Martínez, pero tengo el ego muy curtido y sé que voy a ser la eterna secundaria, pero los directores me dieron mucha libertad a la hora de crear mi personaje, que es una editora de libros infantiles. Descubrí además a Antonio Banderas. Con Penélope coincidí con ella en la escuela, aunque no he trabajado mucho con ella. Y Antonio me recibió tan cariñosa y amablemente que se lo agradeceré toda mi vida porque venía cagada.

--Bueno, añadir que usted ha hecho protagonistas y que hay secundarios que se roban mucho protagonismo, como ha sucedido varias veces en su caso.

--Pues que me den protagonistas (ríe y bromea).