Ellen Barkin (en el centro), cuando todavía formaba parte del reparto de la serie 'Animal kingdom' / MOVISTAR

Ellen Barkin (en el centro), cuando todavía formaba parte del reparto de la serie 'Animal kingdom' / MOVISTAR

Cine & Teatro

La vida sin Smurf

'Animal kingdom' es una gran serie que ya no es tan grande desde que no está el personaje que le confería todo su empaque

14 agosto, 2021 00:00

En el ya lejano 2010, el australiano David Michod escribió y dirigió una película, Animal kingdom, que acabaría teniendo una vida nueva, larga y próspera en la televisión norteamericana, una vez trasladada la acción a Los Ángeles. Jonathan Lisco agarró el material original, lo alargó y lo mejoró considerablemente en una serie que es de lo mejor que uno ha visto estos últimos años (por cortesía de Movistar). Animal kingdom, la serie, afronta actualmente su quinta temporada, que acaba de empezar su emisión en España, con una ausencia fundamental, la de la protagonista y piedra angular de toda la trama: la matriarca de un clan criminal a la que interpretaba brillantemente Ellen Barkin antes de que la despidieran por insoportable. Víctima de ese síndrome tan común entre las actrices de una cierta edad (Faye Dunaway es otro ejemplo paradigmático: hace un tiempo la desalojaron de una función teatral en Broadway porque había conseguido envenenar el ambiente de tal manera que ahí no había quien levantara tranquilo el telón cada noche), la señora Barkin, movida por su mal carácter, había conseguido cabrear a todo el mundo en el rodaje de la serie, del showrunner a los demás actores, pasando por los departamento de maquillaje y vestuario, lo cual acabó conduciendo a la eliminación de su personaje y a tratar de seguir adelante con la historia sin la molesta presencia de su protagonista. Lamentablemente, Janine Cody, alias Smurf (nombre que reciben los pitufos en Estados Unidos), era quien sostenía Animal kingdom, y su ausencia se nota (para mal) en la quinta temporada de la serie, aunque aún es un poco pronto (llevamos tres episodios) para saber si la podemos dar por muerta.

La primera impresión que tenemos los adictos a Animal kingdom es que los hermanos Cody y su sobrino (presente desde la primera temporada tras la muerte por sobredosis de su madre y adoptado por Smurf para añadir un nuevo miembro a la banda de chorizos con la que convive) andan un poco perdidos sin su señora madre, que era de armas tomar, pero tenía un cerebro perfectamente amueblado que le permitía gestionar el dinero robado en los atracos y mantenerse, más o menos, bajo el radar de la policía. Los episodios vistos hasta ahora se siguen con interés porque se conserva la extraña empatía creada entre el espectador y la pandilla de mangantes que aparece en la pantalla, pero el propio creador de la serie parece echar de menos a Smurf, motivo por el que ésta, interpretada por una actriz más joven, aparece en repetidos flashbacks que explican los orígenes de su vida criminal. Buen intento, pero yo sigo echando de menos a la genuina Smurf, a la gran Ellen Barkin, esa mujer a la que ojalá Dios hubiera concedido un carácter más amable y menos conflictivo.

Personajes y espectadores andamos algo perdidos desde que murió Smurf, y seguimos la trama obedeciendo a una cierta inercia. El guion sigue estando bien, las peripecias son interesantes, el reparto funciona como un reloj suizo y, aparentemente, aquí no ha pasado nada grave y el espectáculo debe continuar, como reza el lema de Hollywood. Pero, a tenor de lo visto hasta ahora, mucho me temo que estemos ante la última temporada de una gran serie que ya no es tan grande desde que no está el personaje que le confería todo su empaque. De momento, el leit motiv de esta quinta entrega no se ve nada claro y no abundan las pistas sobre cómo evolucionará la serie a partir de ahora. Tal vez hubiese sido mejor chapar Animal kingdom tras la muerte de Smurf, aunque se entiende el deseo de su creador de seguir rentabilizándola. Ya veremos si lo consigue. Personalmente, lo dudo.