Daniel Radcliffe es ya un reconocido actor a nivel internacional, pero esta llegó gracias a un papel que marcará para siempre su vida, el de Harry Potter.
Con 30 años ya cumplidos, el actor ha hecho todo lo posible para escapar de esa imagen de niño bueno y de ídolo de adolescentes. Ha estudiado interpretación, ha aceptado papeles arriesgados e incluso se desnudó para una de las obras más importantes de Peter Shaffer, Equus.
Agradecimientos
El intérprete del pequeño mago está “increíblemente agradecido” a Chris Columbus --director de las dos primeras-- y a todos los responsables de la película por confiar en él. Pero si también siente una tremenda vergüenza.
Apenas tenía 12 cuando aceptó participar en Harry Potter y la piedra filosofal, luego llegarían siete títulos más dando vida al personaje creado por J.K. Rowling.
Sentimientos encontrados
En una entrevista para Empire, afirma que “es difícil separar mi relación con Harry de mi relación con las películas en su conjunto”, especialmente porqué le “mostró lo que quería hacer por el resto de mi vida”. “Es muy afortunado descubrir desde el principio lo que amas”, sentencia.
Eso no quita que lo pase mal al verse. “Estoy muy avergonzado por algunas de mis actuaciones, obviamente, pero sí, es como preguntar, ‘¿cómo te sientes acerca de tu adolescencia?’”, admite. Por eso siente que tiene un sentimiento ambivalente con esas películas: “Hay tanto allí que es casi imposible separar una sensación de otra".