Almudena Carracedo, de "exiliada económica" a ganadora de un Emmy

El 20 de septiembre tuvo lugar la ceremonia de los Emmy, los premios a las mejores series y programas de televisión que se emiten en Estados Unidos. Los grandes ganadores fueron Succesion, Schiff’s Creed y Watchmen, pero entre los galardonados también hubo una producción española: El silencio de los otros.

El documental es obra de Almudena Carracedo y su pareja, Robert Bahar, y trata la búsqueda de los desaparecidos durante la dictadura franquista. Sus responsables hacen un recorrido con diversas personas que siguen intentando recuperar los restos de sus familiares enterrados en fosas comunes o a sus hijos robados durante el parto.

Recorrido de éxito

La producción fue presentada en el Festival de Berlín en febrero de 2018, "porque queríamos que llegara a España con un recorrido internacional", señala la realizadora. Ese verano ya se estrenó en territorio español, por lo que fue nominada a los Goya 2019 y ganó el premio al mejor documental en 2019.

A partir de entonces, llegaron los reconocimientos y participación en otros muchos certámenes. El Emmy, en cambio, “no nos lo esperábamos”, afirma Carracedo. Competían con el documental sobre Alexandria Ocasio Cortez, Knock down the house, sobre la senadora estadounidense que ha tenido mucha relevancia en los últimos meses durante la precampaña electoral estadounidense.

Exilio económico y origen

“Nos dimos cuenta de que la película sí tiene mucha relevancia en tiempos de falta de democracia en Estados Unidos”, así como en muchos países por donde han presentado la cinta, asevera. Un hecho que provoca que la gente “sienta mucha afinidad con las historias que contamos”, prosigue la directora.

Carracedo lleva 10 años con este proyecto. Ella es una “exiliada económica” de la crisis de 2008, como dice. Se fue a Nueva York y, en 2010 mientras estaba en su apartamento de Brooklyn con su pareja, Bahar, se hicieron públicas varias historias de bebés robados durante el franquismo. “Yo había vivido la experiencia de hacer madre de manera muy reciente y algo muy dentro se reveló”, indica y pensó en investigar lo sucedido.

Producción

Arrancaron así siete años de producción y seis de grabación. Empezaron buscando y hablando con varios testimonios de madres a las que le habían dicho que su hijo había muerto y en realidad se lo habían dado a otras familias con el pretexto de erradicar "el gen rojo". En el camino, interaccionaron con la querella argentina sobre la recuperación de los restos de fusilados durante el franquismo y decidieron abordarlo en el documental.

“Vimos que era una posibilidad muy bonita para realizar un mosaico, un puzzle en el que todas las piezas encajan y ofrecer una visión más global” de lo sucedido, confiesa. A partir de entonces, se pusieron a contactar con españoles que están buscando a sus familiares enterrados en las fosas comunes que hay por toda España sin que puedan abrirse para recuperar los restos de los suyos.

Testimonio y cine

Las asociaciones de víctimas del franquismo y desaparecidos ayudaron al devenir de encontrarse con los protagonistas del film. Todos ellos abren sus corazones y cuentan sus historias escondidas gracias a un trabajo hecho durante años por parte del equipo de Carracedo. “Se crea una conversación muy profunda y esa intimidad salta a la pantalla”, señala la directora.

A esto cabe añadir “el poder del cine, en esta necesidad de hacer sentir”, subraya. Y siempre “sin ánimo de revancha”, asegura. La voluntad de El silencio de los otros es “encuadrar el presente” y para ello es necesario cerrar las heridas del pasado, matiza.

Repercusión y espejo

La historia ha tenido un éxito internacional. Se ha estrenado en cine en 17 países y ahora se encuentra disponible en Netflix lo que les da un alcance a 48 países. Y en la mayoría ha calado en los espectadores. 

“La película es un espejo que refleja otra realidad, la actual", sea cual sea el país donde se vive. En el caso de España, la “ley del silencio” de la Transición; en Estados Unidos, el del esclavismo y así en tantos otros lugares del mundo. “Es algo que nos atañe a todos como sociedad”, sentencia.