Vista de la Plaza de Pi / ANDRE DAN SUCIU - WIKIMEDIA COMMONS

Vista de la Plaza de Pi / ANDRE DAN SUCIU - WIKIMEDIA COMMONS

Artes

Así es la plaza de Pi, un lugar especial de Barcelona

La Basílica de Santa María del Pi constituye el monumento más emblemático de este rincón del casco histórico de la ciudad condal

17 septiembre, 2019 13:32

Calles estrechas con ambiente bohemio que desembocan en plazas y espacios no tan conocidos de la capital catalana. Así es el famoso Barrio Gótico de Barcelona. La Catedral de la Santa Cruz, la plaza de Sant Jaume (ubicación del ayuntamiento) o la plaza del Pi forman parte de la gran diversidad de lugares de interés con los que cuenta el núcleo más longevo de la ciudad.

Esta última, es una de las plazas que rodean a la Basílica de Santa María del Pi, donde usualmente se concentran un gran número de pintores y artesanos para mostrar su colección de obras. Allí se puede encontrar la Casa de los Tenderos Revendedores, una edificio del siglo XVIII que cuenta con una decoración de esgrafiados bastante peculiar.

La tradición del pino

La plaza del Pi alberga en su interior un gran número de historias, entre ellas la que da nombre al propio lugar. El pino se convierte en el principal protagonista de este suceso. Una tradición popular cuenta que tras la invasión sarracena, un marinero superviviente vislumbró una imagen de la virgen en lo alto de la copa de un pino.

Misma virgen a la que más tarde se le construiría una capilla, capilla que ha terminado siendo la basílica de la plaza. La bayoneta de uno de los soldados franceses que invadieron la ciudad fue la principal culpable de derribar el vetusto árbol. Con el fin de recordar el milagro allí sucedido, se plantó otro pino que sería sustituido en el año 1985 por el que persiste actualmente.

Centro neurálgico del gótico catalán

El movimiento artístico que reinó hasta el siglo XVI queda perfectamente plasmado en la iglesia que abraza el conjunto de las plazas. La basílica de Santa María del Pi cuenta con una sola nave de casi 30 metros de altura. El rosetón de la fachada tuvo que ser reconstruido por Josep María Jujol en el año 1943.

Esa fachada principal, que contiene una virgen gótica del siglo XVI, da justamente a la plaza del Pi. El resto de glorietas que rodean la iglesia, eran antiguos cementerios de la propia basílica. La ruta roja del bus turístico de Barcelona realiza parada en este emblemático lugar.