Desde que nació Instagram y el mundo influencer, la palabra postureo está en boca de todos. Numerosas personas tratan de simular la vida de sus instagrammers favoritos y posan durante horas frente a una cámara para lograr la imagen perfecta y conseguir miles de me gusta.
Según la RAE, postureo es un neologismo que hace referencia a la “actitud artificiosa e impostada que se adopta por conveniencia o presunción”. Las influencers son especialistas en este tipo de comportamiento y así lo manifiesta la cuenta de Instagram Hazme una foto así, una página que hace memes con las poses y comportamientos más extraños de las caras más famosas de la red social.
Un universo paralelo
¿En qué consiste Hazme una foto así? “Es una cuenta que trata de señalar todas las mamarrachadas que hay en el mundo influencer, que todos damos por buenas, pero que son otro universo”, explica su creadora, Lorena, una publicista de Valencia. La página tiene un tono de humor y está libre de comentarios ofensivos. “Para mí hay una línea roja súper clara en no aludir al físico y no ofender a la otra persona”, señala la autora.
La cuenta hace referencia a situaciones concretas del día a día, no solo de las influencers, sino de todas las personas dentro del mundo de Instagram. “Al final la idea es que nos riamos del universo paralelo que se ha construido, porque todos estamos un poco obsesionados con conseguir la foto perfecta e imitar la vida idílica de las famosas”, asegura Lorena.
Poses surrealistas
Con casi 100.000 seguidores, Lorena aprovechó un momento de aburrimiento para idear su proyecto. “Lancé la página en el confinamiento de marzo, cuando caí en un ERTE”, explica la joven. En ese momento, la valenciana no estaba tan metida en el mundo influencer, pero veía “poses y situaciones surrealistas” en las redes sociales y no entendía que “a nadie le pareciera raro o le hiciera gracia”.
Y es que, como bien explica la creativa, hay instagrammers que por conseguir la foto perfecta se ponen “un vestido de lentejuelas para ir a la nieve” o “unos tacones de aguja para ir al campo”. “Yo pensaba que a nadie le sorprendía eso y que era una especie de lenguaje de Instagram que estaba aceptado, pero, cuando me puse a publicarlo, la gente se dio cuenta de que era ridículo”, comenta la milenial.
Límites muy claros
La creadora de contenido tiene la línea entre el humor y lo insultante muy clara. “Hay temas que me parecen ofensivos, no solo físicamente, sino también a nivel personal de las influencers, que intento no comentar ni meterme mucho”, indica. Es necesario que ese límite exista para que tanto sus seguidores como las famosas entiendan que no todo vale.
Sin embargo, aunque la publicista intenta que sus memes no molesten. Hay rostros conocidos que se han enfadado con alguna de sus bromas y que han llegado a bloquearla. Aun así, son muy pocos, ya que la mayoría le siguen la gracia o, directamente, la ignoran. “Hay algunas a las que les hace gracia de verdad, otras a las que no les hace gracia, pero hacen ver que sí y un porcentaje muy pequeño que me bloquea”.
Mucho ingenio
Sus seguidores a veces aprovechan los comentarios para atacar a algunas de las famosas, cosa que genera tensión en la cuenta. “Hay influencers que despiertan más antipatía que otras y tengo que estar atenta porque la gente se pasa”, explica Lorena. “Trato de moderar un poco y borrar los comentarios ofensivos porque, si no, a la gente se le va de las manos”, asegura la publicista.
No obstante, Lorena está muy agradecida de la comunidad que se ha creado a su alrededor en tan poco tiempo y confiesa que en muchas ocasiones son más ingeniosos que ella. “Muchas veces los comentarios que me envía la gente cuando subo una foto son más graciosos que los que publico yo”, reconoce.
Conciencia crítica
Entre obligaciones profesionales y personales, la valenciana cada día saca un rato para dedicarse a su cuenta. “Hay días que se me hace cuesta arriba, pero por una cuestión de tiempo, no porque no me lo pase genial haciéndolo”, asegura la joven, ya que, aunque sea una cuenta de humor, la creación de contenido para redes sociales lleva su trabajo.
“No me quiero encasillar, los memes son graciosos, pero pueden cansar”, comenta Lorena sobre ampliar su propuesta. Sin embargo, sabe que sus seguidores están allí por el humor y no por sus puntos de vista. “Quiero que todo vaya en la línea de ser críticos con lo que vemos y de ver a quién le dedicamos nuestro tiempo en internet, pero no creo que me llegue a poner reivindicativa”, explica.
¿Relación amor-odio?
¿Hazme una foto así es una relación de amor-odio con las influencers? “Ni es amor ni es odio, es mirar con ojos críticos esta fauna y señalar lo que es ridículo para sacar unas risas de eso”, comenta la creadora.
Lorena asegura que en el mundo instagrammer hay de todo. “Hay profesionales que se toman muy en serio su trabajo y que son muy válidos y que cuando se acabe el boom de Instagram sabrán redirigir su carrera, pero luego hay gente que ha salido de un reality y se ha visto con muchos seguidores, y está dando palos de ciego”, concluye. Muchos de ellos son los que acaban en sus memes, una visión con grandes dosis de humor de la nueva realidad surgida en redes sociales.