Grietas en el espacio político de Ada Colau por el aval de la alcaldesa de Barcelona y presidenta del Área Metropolitana (AMB) al pelotazo de las Tres Chimeneas de Sant Adrià de Besòs. Aigua és vida, entidad satélite del partido de la primera edil, se ha sumado hoy a otros ecologistas y ha rechazado el plan urbanístico, con arreglo al cual se elevarán 1.700 pisos en el entorno de la antigua central térmica situada al norte de la capital catalana. 

La entidad ambientalista ha hecho difusión en sus redes sociales del no al Plan Director Urbanístico (PDU) Tres Chimeneas de La Marea Verde Sant Adrià de Besòs, otra organización próxima a sus tesis. La asociación se opone a "hoteles de lujo, casinos y megaestructuras de cemento" y pide cuidar al "desembocadura" del Río Besós.  

 

Un PDU hecho "de espaldas a la gente"

Según Marea Verde, el PDU, que permitirá construir las 1.700 viviendas --un tercio de ellas protegidas--, sí, pero también un hotel de lujo, viales de comunicación y "usos económicos" en la antigua térmica. Afirma que el ordenamiento urbanístico está hecho "de espaldas a la gente, la que vive aquí de toda la vida".

También informan de que han presentado alegaciones a la aprobación inicial de esta herramienta para transformar el territorio. La elaboración del documento corrió a cargo del Departamento catalán de Territorio y, según se denunció en su momento, no tuvo en cuenta de forma notoria a los alcaldes de la zona, incluyendo la edil de Barcelona. Este municipio controla tanto la presidencia del Consorcio del Besòs como de la AMB, dos instituciones supramunicipales que han dado por amplia mayoría, incluso desde sus gobiernos, su apoyo a iniciar la tramitación urbanística que los activistas denuncian. 

El AMB de Colau sí lo aprueba

El no de Aigua és vida abre una grieta en el espacio político de los comunes, pues el plan urbanístico de las Tres Chimeneas pasó la semana pasada el aval del consejo metropolitano de Barcelona presidido por Ada Colau. Los comunes votaron a favor del PDU a diferencia de lo que hicieron en 2017, cuando se opusieron a otro plan urbanístico: el de Gran Via-Llobregat. En aquella ocasión se llegaron a enfrentar a sus socios de gobierno metropolitano, el PSC, para frenar la hoja de ruta. 

Ahora, a los comunes les crece la oposición interna a un desarrollo que, tal y como avanzó este medio, lleva la sombra de David Madí. El expresidente del consejo asesor de Endesa en Cataluña hasta 2017 fue, según las fuentes consultadas, uno de los directivos que más presionó para que se aprobara la intervención del espacio de las Tres Chimeneas. Madí, ya fuera de la energética desde hace tres ejercicios, fue detenido la semana pasada en el marco de la Operación Voloh que investiga el supuesto armazón económico del Tsunami Democràtic, el presunto desvío de fondos públicos al procés y la supuesta corrupción empresarial que se organizó a su alrededor.