Publicada
Actualizada

Si caminas por las calles de Barcelona, podrías encontrarte con un curioso detalle arquitectónico que, por un momento, te hará dudar de en qué ciudad estás. En un rincón del barrio de Sant Gervasi-Galvany se alza un monumento que bien podría pertenecer a Boston, pero que está firmemente arraigado en la capital catalana. Se trata de una réplica del icónico saltamontes que corona Faneuil Hall, un símbolo de la independencia estadounidense.

Lo curioso es que la escultura que hoy se puede ver en la Plaza de Boston no es la pieza original donada en 1983, sino una copia de aquella primera réplica, que desapareció misteriosamente en 1990. Pero, ¿cómo llegó este símbolo de Boston hasta Barcelona? La respuesta se encuentra en un acuerdo de hermanamiento entre ambas ciudades, un pacto que ha trascendido décadas y ha dejado su huella en ambas orillas del Atlántico.

Un pacto de amistad entre dos ciudades

El 23 de noviembre de 1983, los alcaldes de Barcelona y Boston, Pasqual Maragall y Kevin H. White, sellaron un acuerdo de hermanamiento entre ambas ciudades. Este compromiso tenía como objetivo fomentar el entendimiento cultural y fortalecer los lazos de amistad. A partir de entonces, se han llevado a cabo numerosas colaboraciones, entre ellas, un curioso intercambio de monumentos que representa la identidad de cada ciudad.

Desde entonces, Barcelona y Boston han desarrollado múltiples iniciativas conjuntas, incluyendo intercambios universitarios, acuerdos comerciales y proyectos urbanísticos inspirados en ambas ciudades. La intención era que el hermanamiento no se quedara solo en un gesto simbólico, sino que generara beneficios tangibles para sus ciudadanos.

Saltamontes de Boston en la Plaça de Boston en Barcelona Ajuntament de Barcelona

Uno de los aspectos más visibles de esta relación ha sido el intercambio de monumentos, con los que ambas ciudades han querido rendir homenaje a su historia y legado. Barcelona recibió una réplica del icónico saltamontes de Boston, mientras que la capital de Massachusetts acogió una versión de la escultura modernista "Desconsol". Estos monumentos, más allá de ser simples piezas decorativas, representan la conexión entre dos urbes separadas por el Atlántico pero unidas por una visión compartida de progreso y amistad.

El icónico saltamontes de Faneuil Hall en Barcelona

Uno de los regalos más llamativos de esta relación bilateral es la réplica del saltamontes dorado que adorna la Plaza de Boston en Barcelona. Este insecto no es un simple adorno: en Boston, se encuentra en la veleta del histórico Faneuil Hall, un edificio clave en la historia de la independencia de los Estados Unidos. Allí, figuras como Samuel Adams y James Otis pronunciaron discursos que encendieron el fervor revolucionario contra el dominio británico.