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Visitar un castillo en Cataluña no es tan caro como uno piensa. A pesar de que muchos requieren entrada para una mejor conservación, hay fortalezas medievales que se pueden conocer por menos de cinco euros.

Un claro ejemplo es una fortificación medieval que se encuentra a 300 metros de altura y con mucha historia detrás. Aunque si por algo destaca es por su imponente arquitectura y sus detalles.

Dónde está

El castillo de Subirats es una joya que brilla a 300 metros de altura en la tierra de los vinos catalanes por excelencia, el Penedès. Desde esta atalaya los habitantes de este territorio tenían controlada la llanura que separa la mágica montaña de Montserrat del municipio.

Su emplazamiento, en cambio, no es lo que más brilla. Este castillo es una joya del patrimonio catalán que ha sido testigo de los momentos más convulsos de la historia de Cataluña desde el siglo X

Un poco de historia

Su historia, arquitectura y funciones han evolucionado con el tiempo, pasando de ser una fortaleza fronteriza a convertirse en un símbolo histórico que pervive hasta nuestros días.

El castillo de Subirats fue una de las primeras fortificaciones construidas a principios del siglo X por orden de Sunyer, conde de Barcelona, en el contexto de la reconquista. 

Por qué se hizo

Su función inicial era defender la frontera de la Marca del Penedès ante las constantes amenazas musulmanas. Con el paso del tiempo y el retroceso de la frontera hacia el sur, su papel militar disminuyó, adaptándose a las nuevas realidades políticas y económicas de la región. Y ahora se puede visitar por menos de cinco euros.

Este castillo ha sido mencionado en numerosos documentos históricos, siendo uno de los primeros registros en el año 917, cuando Ermenard y Udalard, hijos del vizconde Udalard, hicieron una concesión al monasterio de Sant Cugat del Vallès. A lo largo de los siglos XI y XII, la fortaleza estuvo vinculada a diferentes familias nobles, como los Mir Geribert y los Bell-lloc, quienes dejaron su huella en la historia del castillo.

Castillo de Subirats PENEDÈS TURISME

Cómo es el castillo

Todos estos cambios históricos se reflejan en su arquitectura. Para empezar, el castillo de Subirats responde a las necesidades defensivas por las que fue erigido y presenta una estructura típica de las fortificaciones medievales catalanas

Su elemento más imponente es la torre del homenaje, que se eleva a 19 metros de altura y servía como punto de vigilancia y defensa. Construida con sillares de piedra caliza, esta torre cuenta con aspilleras y un acceso elevado, característico de los castillos medievales, que dificultaba el ingreso de posibles invasores.

La iglesia

Tampoco falta el elemento religioso, tan conectado con el poder en la Edad Media. La fortaleza de Subirats aloja la iglesia de Sant Pere del Castell, hoy conocida como el Santuari de la Mare de Déu de la Font Santa

Esta virgen fue trasladada desde una capilla cercana al interior de la iglesia del castillo, en 1726. Desde entonces, para muchos, este castillo es un centro de peregrinación.

Santuari de la Font Santa PENEDÈS TURISME

Más allá de la devoción, la estructura actual del santuario mantiene elementos medievales y barrocos.  Destaca, entre otras cosas, su espadaña de dos arcadas y el sarcófago medieval hallado en su interior.

El templo, de origen románico, data del siglo XII y presenta una nave única con bóveda de cañón apuntada. Su ábside semicircular, excavado parcialmente en la roca, está decorado con una aspillera central y una hornacina lateral. 

La muralla

Por otro lado, la fachada sur del castillo, que da a la iglesia, fue modificada en el siglo XVIII con la incorporación de un portal barroco, posteriormente restaurado con un diseño neorrománico.

El recinto también contaba con una muralla perimetral, de la cual hoy sólo se conservan algunos fragmentos en el lado oriental. A pesar de las pérdidas estructurales, la fortaleza aún mantiene su apariencia imponente y permite imaginar su importancia en épocas pasadas.

Cambio de manos

Todo este tiempo que ha pasado, casi mil años, han hecho que el castillo tenga varios huéspedes y propietarios ilustres. A lo largo de los siglos, el castillo de Subirats cambió numerosas veces de manos y funciones. 

En el siglo XIII, Guillem de Subirats fue el feudatario del castillo, que pasó a formar parte del sistema defensivo de la Corona de Aragón. En 1334, el rey Pedro el Ceremonioso prometió a la universidad de Subirats la no enajenación del castillo, asegurando su vinculación con la monarquía.

Protagonista en guerras

Durante la Guerra de los Segadores (1640-1652), el castillo sufrió daños considerables cuando fue tomado por las tropas de Pedro Fajardo, marqués de los Vélez. Este episodio marcó el inicio de su decadencia, con el progresivo abandono de sus estructuras.

En el siglo XV, el castillo pasó a ser administrado por la familia Gralla, quienes adquirieron los derechos feudales sobre la jurisdicción de Subirats. En 1493, el rey Fernando el Católico declaró la incorporación de Subirats a la Corona, aunque posteriormente, en 1521, Carlos I de España vendió la jurisdicción a Miquel Joan Gralla.

Castillo de Subirats WIKIPEDIA

Cuánto cuesta

A pesar de haber sufrido derrumbes, ataques y el paso del tiempo, el castillo de Subirats sigue siendo un testimonio tangible de la historia del Penedès. Declarado Patrimonio Histórico de España en 1988, su preservación y estudio han permitido conocer más sobre su importancia en la organización territorial y defensiva de la Cataluña medieval.

Desde hace años, la fortaleza permite su visita por un módico precio. La entrada general cuesta tres euros y la guiada 4€. Una oportunidad única y a buen precio para conocer la historia de Cataluña desde los lugares que la protagonizaron.

Cómo llegar

Visitarlo, además de barato, es fácil. Basta con un viaje de 45 minutos en coche, si se va desde Barcelona. Se coge la autopista AP-7 en dirección Tarragona hasta la salida 27 (Sant Sadurní d'Anoia - Subirats). Desde allí, se continúa por la BP-2427, que conduce directamente al castillo. 

Desde Tarragona, no se tarda mucho más, 50 minutos. También se coge la autopista AP-7, en dirección Barcelona, tomando la salida 30 (Vilafranca del Penedès Nord - Sant Sadurní d'Anoia). A continuación, se sigue por la carretera N-340 y luego se enlaza con la BP-2427 en dirección Subirats.

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