Ni Gaudí ni Bofill: el arquitecto catalán que creó la imagen de Benidorm, Juan Guardiola

Ni Gaudí ni Bofill: el arquitecto catalán que creó la imagen de Benidorm, Juan Guardiola

Historia

Ni Gaudí ni Bofill: el arquitecto catalán que creó la imagen de Benidorm

Nacido en Reus, la mayor parte de su trabajo lo construyó en la Costa Blanca de Alicante

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Cuando se habla de arquitectura en España, los nombres de Antoni Gaudí y Ricardo Bofill suelen acaparar la atención. Sin embargo, hay figuras igualmente influyentes cuyo legado ha dejado una huella imborrable en el paisaje urbano del país. 

Uno de estos nombres es el del arquitecto catalán Juan Guardiola Gaya, el visionario detrás del desarrollo arquitectónico de Benidorm y otras zonas turísticas de la Costa Blanca. Para muchos, un visionario, para otros, uno de los hacedores de la particular imagen de la mítica ciudad alicantina tan odiada y querida al mismo tiempo.

De Reus, como Gaudí

El creador de la imagen de Benidorm, o como mínimo su impulsor, comparte un detalle con Gaudí, también nació en Reus. Lo hizo un año después de que falleciera el genio modernista, en 1927.

Como el creador de a Sagrada Familia también se fue a estudiar a Barcelona. Se formó en la Escuela Técnica Superior de Arquitectura, donde se tituló en 1957.

Influencias

Alejado de los movimientos de las vanguardias arquitectónicas precedentes, fue influenciado por el Grup R y por figuras como Raimon Durán, Xavier Busquets y Josep Soteras. Aunque fueron Francesc Mitjans y Antonio Perpiñá quienes marcaron su formación profesional y su concepción del urbanismo.

Precisamente, este último arquitecto fue quien lo llevó a trabajar a la Costa Blanca. Juntos reformularon el planeamiento turístico de Alicante. 

Alicante, banco de pruebas

Entre finales de los años 50 y comienzos de los 70, desarrolló los planes parciales de la costa norte de la ciudad, consolidando la Playa de San Juan como un referente de segunda residencia moderna con evocaciones mediterráneas. Proyectos como la urbanización La Rotonda y La Chicharra ejemplificaron su visión de un turismo residencial con identidad propia. 

En esa época fue cuando se empezó a perfilar el estilo que Guardiola trasladaría después a Benidorm. Combinó torres de gran altura con bloques lineales y viviendas adosadas, integrándolos en el paisaje con una cuidadosa selección de materiales y diseño de jardines.

Torre Coblanca 1 de Benidorm

Torre Coblanca 1 de Benidorm WIKIPEDIA

De Alicante a Benidorm

Su influencia en Alicante se reflejó también en el diseño de edificios urbanos para la burguesía local, como el inmueble en la esquina de Alfonso el Sabio y la Rambla, el edificio de oficinas Gerona y el edificio de la plaza de los Luceros, donde exploró un lenguaje experimental basado en texturas, azulejos vidriados y elementos arquitectónicos de gran impacto visual.

Pero si hay un lugar en el que Guardiola eclosionó fue en Benidorm. Esta ciudad alicantina está diseñada al estilo de este catalán. Los rascacielos que lo caracterizan partieron de sus planos y su mente. 

Los inicios de Guardiola en Benidorm

Su relación con la ciudad comenzó en 1963 con la torre Coblanca-1. Este fue el primer rascacielos residencial de Benidorm. Con su diseño prismático de veintinueve plantas y su base comercial, la torre marcó el inicio de la ciudad como un referente de arquitectura en altura, llegando a ser el Nueva York español.

Guardiola no se detuvo allí. Diseñó numerosas urbanizaciones y rascacielos en la ciudad, muchas de ellas de la mano de la empresa Coblanca. Entre sus construcciones más icónicas destaca la Torre Benidorm, un símbolo visual de la ciudad con un diseño escalonado y una planta superior volada sostenida por tornapuntas metálicas. 

Murtal

Su visión urbanística también se reflejó en el Plan Parcial El Murtal, donde volvió a aplicar su metodología de adaptación a la orografía con bloques revestidos de ladrillo beige y zonas ajardinadas. Aquí consolidó su visión del urbanismo turístico moderno.

Las torres, diseñadas como prismas ortogonales de ladrillo visto, se integraron armónicamente en la topografía, con jardines cuidadosamente diseñados que establecían una transición entre arquitectura y paisaje.

Edificio Murtal de Benidorm

Edificio Murtal de Benidorm FUNDACIÓN DOCOMO IBÉRICO

Nuevas formas

Benidorm fue para él toda una inspiración. En los años 80, Guardiola centró su labor casi exclusivamente allí. En este periodo, sus edificios evolucionaron hacia una tendencia formalista, donde la composición volumétrica cobró mayor importancia que las texturas materiales.

En la Coblanca 3 (1966) experimentó con una curvatura extrema, en la Coblanca 5 (1971) introdujo texturas y geometrías curvas, y en la Coblanca 14 apostó por una fragmentación y direccionalidad que reconfiguró el paisaje urbano de Benidorm.

Más allá de los rascacielos

Otro proyecto clave fue el centro comercial La Noria (1979), ubicado junto a la Torre Benidorm. Este complejo integró un podio comercial con un espacio público central, un concepto novedoso en la ciudad.

Más allá de su legado arquitectónico, Juan Guardiola también desarrolló una faceta artística que se reflejó tanto en su obra construida como en su producción plástica. Sus edificios incorporan murales, rejas, lucernarios y celosías que trascienden su función técnica para convertirse en piezas de arte. 

Un arquitecto poco reconocido

Su interés por la experimentación material lo llevó a desarrollar nuevas texturas y a integrar elementos naturales en sus proyectos. Esta combinación de arte y arquitectura fue reconocida con el título póstumo de Mestre d’Arquitectura de la Comunidad Valenciana en 2005, un reconocimiento a su visión innovadora y a su contribución al paisaje urbano de la región.

Puede que su nombre no resuene tanto como los de Gaudí o Bofill, pero no cabe duda de que Juan Guardiola Gaya fue el arquitecto que diseñó la imagen moderna de Benidorm y de gran parte de la Costa Blanca. Es cierto que en pleno siglo XXI no todo el mundo valora lo visionario que fue el catalán. La urbe ha quedado casi estigmatizada como la ciudad de los rascacielos y la especulación, pero esa nunca fue la idea original. Lo suyo fue una revolución. Guste o no.