El impresionante molino del siglo XVII donde vive Macarena Gómez: en Cataluña y lleno de exóticos animales
La actriz cordobesa vive en la zona del Empordà con su pareja, el catalán Aldo Comas
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La actriz Macarena Gómez dejó su calurosa Córdoba para irse al fresco Alt Empordà, una zona de Cataluña donde la tramontana alivia el calor del verano. Lo hace con su pareja, el artista catalán Aldo Comas, y en un lugar muy especial, un antiguo molino del siglo XVII.
La idea fue improvisada. A pesar de que La que se avecina se rueda en Madrid, desde que la andaluza conoció a su pareja se fue a vivir a Barcelona. Allí no es que lo pasaran mal, pero llegó la pandemia y les hizo cambiar el chip.
Así es el molino del siglo XVII
El encierro, como a muchos, les hizo ver que necesitaban una vida apartada de las grandes urbes. Además, el espacio les daba muchas oportunidades para poder desarrollar sus capacidades y habilidades artísticas y dar rienda a otra de sus mayores pasiones: los animales.
Sí, la pareja no sólo ha reconvertido un antiguo molino en un hogar para ellos, también para todo tipo de animales. Allí conviven en relativa armonía caballos, alpacas, cerdos, llamas, perros, gallinas, pavo reales, conejos, avestruces… la lista es interminable.
Dónde está el molino
Esta conversión, de todos modos, se entiende. La pareja parece haber adaptado este antiguo molino medieval al entorno bucólico del Alt Empordà, famosa por haber inspirado a artistas como Dalí y Picasso.
Pero hubo más. La familia encontró en esta construcción histórica, rodeada de naturaleza, un refugio perfecto donde disfrutar de una vida tranquila y en contacto con los animales y la tierra.
Esta es la historia de la residencia de Macarena Gómez
Construido en el siglo XVII, este molino fue durante años un punto central para la comunidad local. Allí se prensaba el grano para convertirlo en harina y se producía el pan que alimentaba a los vecinos.
Sin embargo, con el tiempo, el edificio quedó en desuso y, cuando la pareja lo adquirió, presentaba un estado muy deteriorado. Por eso, antes de entrar tuvieron que hacer reformas.
Una cuidadosa reforma de adaptación
En diversas entrevistas, la pareja ha reconocido que este molino ha sido cuidadosamente restaurado. Han respetado su esencia original y lo han adaptado a sus necesidades. Se ha de tener en cuenta que, más allá de la pasión por los animales, Gómez y Comas tienen un hijo, Dante, que ahora tiene 10 años.
A pesar de todo, han mantenido la casa principal tal y como estaba. Su objetivo es poder vivir allí y conservar la esencia de las construcciones. Algo muy distinto de lo que pasaba con el granero.
Un granero convertido en loft
El antiguo espacio principal de esta finca estaba en tan malas condiciones que tuvieron que convertirlo en un espacio totalmente nuevo. Claro que esta solución no les ha ido mal a este par de artistas.
El molino se ha convertido ahora en un estudio tipo loft. Conserva parte de su estructura original y algunos de los elementos, para no olvidar su historia, pero con añadidos que reflejan el estilo de vida y la personalidad de la familia.
La reforma ha dejado al descubierto conductos e instalaciones, proporcionando un aire industrial que contrasta con el uso del ladrillo, un elemento dominante que conecta con las raíces históricas del edificio.
Asimismo, este interior es un claro reflejo del eclecticismo que caracteriza a la pareja. El enfoque moderno se complementa con la inclusión de piezas art déco y referencias al arte de Mondrian, aportando sofisticación al espacio.
Cómo es la casa de Macarena Gómez
El mobiliario y la decoración del molino combinan elementos rústicos y modernos, junto con objetos personales que aportan calidez. Entre las piezas más destacadas se encuentran los sillones tapizados en terciopelo rosa de Sklum, que Macarena ha descrito en alguna ocasión como un flechazo.
Estas piezas, con sus líneas geométricas y monocromáticas, encajan perfectamente en el salón, la estancia favorita de la actriz, que cuenta con grandes ventanales abiertos al jardín.
De esta manera, la pareja puede contemplar qué hacen sus animales en la finca, mientras disfrutan del calor del hogar. Allí, no solo se encuentra esta variada fauna, también tienen un precioso huerto que conviven con armonía con los verdes paisajes que lo rodean y el estanque que construyó Comas.
La conexión con el entorno es fundamental para la familia, que ha sabido crear un equilibrio entre lo antiguo y lo contemporáneo, respetando la historia del molino mientras lo transforman en un espacio funcional y único. Un refugio único en el Empordà para una pareja de artistas sin igual como ellos.