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Creación de una isla de Canadá que tiene el nombre de un monje catalán CRÓNICA GLOBAL
El cura catalán que tiene una isla en Canadá y una calle en un pueblo de Tarragona
La zona es un paraíso para submarinistas y amantes de la naturaleza
Más información: El desconocido pueblo medieval catalán de seis letras y menos de 50 habitantes: esconde un patrimonio de la UNESCO
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La época de la colonización española de América ha dejado su huella en el continente y no siempre para bien. De aquellos tiempos de los que tanto se presumía se ha hecho una revisión adecuada al siglo XXI, no siempre compartida, pero necesaria.
Indagar en la historia de la conquista española es darse de bruces con el expolio y el aprovechamiento de unas tierras que nunca pertenecieron a España, pero que, guste o no, forman parte de la historia. Tanto es así que hay nombres que todavía lo recuerdan.
La isla de un catalán
Cuando uno piensa en la colonización mira hacia el centro y el sur del continente americano, pero lo cierto es que no dejaron de explorar la zona norte, desde México hasta Canadá. Allí, precisamente, todavía se conservan muchas historias sobre catalanes que pasaron por ahí, incluso a algunos se les recuerda sin rencor.
Uno de estos personajes es un hijo ilustre de Montblanc (Tarragona) que hoy en día sigue dando nombre a una isla canadiense. En la accidentada costa de la isla de Vancouver se encuentra este lugar único que lleva el nombre de Catala Island.
Conexión Canadá-Cataluña
Este rincón del mundo, conocido también con el español nombre de Isla Catalán, es un espacio natural, que impresiona por su biodiversidad y fascina hoy a los amantes del kayak y el campismo. Y a su vez guarda el testimonio de las aventuras de un monje franciscano del siglo XVIII.
Este cura, devenido misionero, no sólo era de Cataluña, sino que la llevaba con ella ahí donde iba, en su nombre: Fray Magí Catalán y Guasch. Nacido en Montblanc en 1761, el fraile ingresó a la orden franciscana junto con su hermano gemelo a los 16 años y tras formarse en filosofía, moral y religión en 1785, se embarcó hacia América desde Cádiz.
Obras de La Misión
Su labor pastoral y humanitaria dejó una marca indeleble. Iniciando una vida dedicada a la evangelización en tierras lejanas, su misión lo llevó al Colegio Misionero de San Fernando en México, aunque rápidamente saltó a la actual costa oeste de los actuales Estados Unidos y Canadá.
Su conocimiento de las exploraciones misioneras, lo llevaron a ser designado capellán de la fragata Aránzazu en 1793. Con ella, el catalán se embarcaría en la ruta hacia Nootka Sound, un enclave estratégico en la isla de Vancouver donde los exploradores españoles habían establecido el Fuerte de San Miguel.
Dónde está la Isla Catalán
Durante aproximadamente un año, Fray Magí ejerció una labor pastoral y humanitaria entre los pueblos indígenas de la región, dejando una huella tan significativa que una pequeña isla canadiense fue bautizada en su honor: Catala Island.
Situada cerca de la Esperanza Inlet, en la costa noroeste de la isla de Vancouver, esta isla con nombre catalán es hoy parte de un parque marino que abarca arrecifes, islotes y ecosistemas costeros.
Cómo es
Con sus playas de arena suave, un bosque de árboles retorcidos por los vientos del Pacífico y senderos rústicos que conducen a lagos y áreas pantanosas, la isla ofrece una experiencia inigualable para los amantes de la naturaleza. Aunque al ser un espacio protegido, nadie se puede quedar.
La isla está deshabitada y el parque es accesible únicamente por barco desde los pueblos cercanos de Tahsis y Zeballos. Esta isla atrae especialmente a los aficionados al kayak y al submarinismo.
Qué hacer
Una de las experiencias más singulares es el transporte en el MV Uchuck III, un barco que permite a los aventureros y sus kayaks explorar esta remota región mientras se dirige hacia Kyuquot Sound.
Pero eso es ahora. Antes pasó desapercibida. Pero entonces, ¿por qué se le puso a esta isla el nombre de un catalán?
Un catalán recordado en el mundo
Por mucho que la imagen de los colonos sea merecidamente negativa, siempre hay excepciones y Fray Magí Catalán es un ejemplo de ello. Su labor humanitaria y su compromiso con los desvalidos marcaron su vida en las misiones de la costa del Pacífico, especialmente en la Misión de Santa Clara en California, donde trabajó hasta su muerte en 1830.
El cuerpo del sacerdote se quedó allí. El montblanquense fue enterrado en la catedral de San Francisco, y su memoria sigue viva en Estados Unidos, Canadá y España. Si en Norteamérica existe una Catala Island y un Catala Passage y en Montblanc hay una calle con su nombre y una placa en la casa en la que nació
Claro que lo que más impresiona es saber que un paraíso natural escondido en Canadá lleva el nombre de un monje catalán.