Así es la primera central hidroeléctrica de Cataluña: a 2.200 metros de altura en un Parque Natural Protegido
- La construcción de esta infraestructura requirió de más de 4.000 trabajadores y desarrollar una línea de ferrocarril
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Con la necesidad de energías limpias y sostenibles para un mundo cada vez más contaminado, es un buen momento para mirar al pasado y ver que, ya hace más de un siglo que estas fuentes no contaminantes de energía existen.
En Cataluña, hace ya 115 años se puso en marcha la primera central hidroeléctrica del territorio. Se trata de una joya de la ingeniería a la que apenas se presta atención, pero que fue pionera para que después vinieran las siguientes.
Dónde está la primera central hidroeléctrica
Este lugar en cuestión, además, no está cerca de las grandes ciudades, sino en un rincón aislado de los Pirineos catalanes, lo que supuso una de las mayores hazañas de la ingeniería del siglo XX en España. Por lo radical, pero también por el poco tiempo que tardaron en construirla.
Los libros de historia relatan que en solo tres años, la Vall Fosca, una región caracterizada por su difícil acceso y duros inviernos, vio cómo se erigía en sus tierras la primera gran central hidroeléctrica de Cataluña: la Central Hidroeléctrica de Capdella.
Más de 4.000 trabajadores
Para poder hacerla con precisión y en la mayor brevedad de tiempo posible, la construcción, impulsada por la compañía Energía Eléctrica de Cataluña, S.A., requirió la participación de más de 4.000 obreros. Vinieron de todas partes de España, pero también de Andorra, Italia, Portugal y Turquía.
A pesar de la gran cantidad de trabajadores, la obra tampoco fue fácil. Los obreros trabajaron en condiciones extremas. En solo 90 días se construyó una carretera de 30 kilómetros que conectaba la Vall Fosca con La Pobla de Segur, y en poco más de dos años se culminaron las infraestructuras necesarias para generar electricidad a partir de los recursos hídricos del río Flamisell y los lagos de alta montaña.
Cómo era
La central, situada a 2.200 metros de altura, se basó en un sistema innovador para la época. De los 28 lagos de la zona, 15 fueron conectados mediante túneles subterráneos, canalizando el agua hacia una gran cámara en el lago de Estany Gento. Desde allí, el agua descendía a través de enormes tuberías hasta la central eléctrica, donde cuatro grupos de producción transformaban la energía hidráulica en electricidad. Esta infraestructura permitió que, en 1914, la central comenzara a generar una cantidad de energía sin precedentes, marcando un punto de inflexión en la industrialización de Cataluña.
En sus primeros años, la central de Capdella era esencial para el suministro eléctrico, especialmente en Barcelona, donde las averías en la planta podían provocar apagones generalizados. De hecho, sucedió en varias ocasiones. Con la incorporación de un quinto generador en 1917, la central alcanzó una capacidad de producción de 25.000 kilovatios por hora, una cifra que sigue siendo significativa en la actualidad.
Quién lo informó
El éxito del proyecto se debe en gran medida a Emili Riu i Periquet, un empresario y periodista originario de Sort. Proveniente de una familia humilde, este hombre de clase burguesa consiguió, no sin problemas, que empresas francesas y suizas invirtieran ocho millones de pesetas en la construcción de la central. Los bancos españoles le dieron la espalda.
Con su proyecto, este hobmbre no sólo logró generar electricidad para buena parte de Cataluña, la central transformó la vida en la región. La población local experimentó una mejora en su calidad de vida gracias a la llegada de nuevas familias al pueblo de la Central de Capdella, que se convirtió en uno de los más modernos de la época, con teatro, verbenas y pistas de tenis. Este desarrollo contrarrestó, en parte, las críticas iniciales de algunos vecinos que temían la "venta" de los recursos hídricos a empresas extranjeras.
Un museo en la central
Toda esta historia se puede conocer ahora gracias al Museu Hidroelèctric de Capdella. Este espacio, abierto al público principalmente durante los meses de verano, ofrece visitas guiadas que permiten comprender los desafíos técnicos y humanos que implicó la construcción de esta obra monumental. El museo, aunque pequeño, está muy bien documentado y constituye un testimonio de cómo la innovación y el esfuerzo colectivo pueden cambiar el curso de una región.
Una visita al museo también puede ir acompañada de una jornada de contacto con la naturaleza. La central se encuentra en la Vall Fosca, uno de los valles más icónicos y escondidos del Pirineo, pero también uno de los preferidos por los amantes de la naturaleza y el senderismo.
Una ruta siguiendo los pasos del ferrocarril
Entre las muchas opciones disponibles de la zona, la Ruta Carrilet-Estany Gento se destaca por su combinación única de historia, naturaleza y facilidad de acceso, haciendo de este sendero una opción perfecta para explorar en familia.
Esta no muy conocida ruta transcurre por un antiguo trazado de ferrocarril, ahora convertido en una vía verde. Por este camino uno siente que se pasea por la historia de Cataluña, que la pisa y, así entre el ocio y el deporte, la conoce mejor.
Del ferrocarril al teleférico
El Carrilet también fue una pieza clave en el desarrollo de la infraestructura hidroeléctrica en la región. Este ferrocarril de vía estrecha no sólo facilitó el transporte de materiales para la construcción de la central hidroeléctrica y el sistema de canalizaciones que conectan los diversos estanques de la zona, sino que, sin quererlo, ha creado una ruta para siempre. Pero eso más adelante.
La vida de este ferrocarril empezó a morir en 1981. Ese año, se construyó el teleférico que une la presa de Sallent con el lago Estany Gento. De esta manera se agilizaba la subida a la presa y se sustituía el antiguo sistema de acceso, convirtiéndose en un servicio mixto de transporte de pasajeros y mercancías. El éxito fue tal, que el tren desapareció, pero con él nació lo que hoy se conoce como vía verde.
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En coche o por aire
Para conocer esta ruta pirinaica hay tres opciones. Una de ellas es subir en vehículo todoterreno desde Espui hasta el Coll del Triador y el depósito de agua, ofreciendo una perspectiva distinta del recorrido, que ofrecen las otras dos alternativas: el teleférico y el sendero para ir a pie.
La forma más recomendada de iniciar la Ruta Carrilet es tomando el teleférico desde la presa de Sallent hasta el Estany Gento. Este servicio, que originalmente fue utilizado para el transporte de materiales pesados durante la construcción de la central hidroeléctrica, puede transportar hasta 25.000 kg, pero tiene sus limitaciones para el uso turístico: sólo está disponible entre julio y septiembre. Eso sí, ofrece unas vistas panorámicas del paisaje montañoso a medida que asciende a 2.143 metros de altitud.
Una ruta a pie
La otra opción es hacer el recorrido a pie por la canal de Pigolo, una caminata más exigente de unas dos horas sólo de subida, que comienza en la presa de Sallent y asciende en zigzag hasta el Estany Gento. Una vez en Estany Gento, el camino sigue el trazado de las antiguas vías del tren, manteniéndose a una altitud aproximada de 2.140 metros.
Este tramo llano y sin dificultades permite a los senderistas disfrutar de los paisajes sin esfuerzo. La ruta conduce hasta el depósito de agua de la central hidroeléctrica de Capdella, y luego regresa por el mismo camino, ofreciendo una experiencia tranquila y accesible para toda la familia.
Qué ver
Situada a las puertas del Parque Nacional de Aigüestortes y Estany de Sant Maurici, esta ruta combina la belleza de los Pirineos con la fascinante historia de la ingeniería hidroeléctrica, haciendo de ella una visita obligada para cualquier explorador. Por el camino, uno se cruza con piscinas naturales, cascadas y unos acantilados no aptas para cardiacos.
En definitiva, la Ruta Carrilet - Estany Gento es ideal para los amantes del senderismo, los apasionados de la historia industrial y los que quieran disfrutar de una naturaleza refrescante. Además, como la vía verde es muy llana, es apta para todos los miembros de la familia.
Cómo llegar
Para llegar al Estany Gento desde Barcelona en coche, se debe tomar la autopista AP-2 en dirección a Lleida. Después de aproximadamente 100 kilómetros, se toma la salida 5 hacia la A-2 y se continúa por esta carretera en dirección a Balaguer. Una vez en Balaguer, se sigue las indicaciones hacia Tremp tomando la C-13 y luego la L-503 en dirección a la Vall Fosca. Se sigue esta carretera hasta llegar a la localidad de La Torre de Capdella.
En La Torre de Capdella, se siguen las señales que llevan por una carretera de montaña hasta el aparcamiento de la estación del teleférico que lleva al Estany Gento. Este último tramo es estrecho y sinuoso, por lo que se recomienda conducir con precaución. Al llegar, se estaciona el coche y se toma el teleférico que lleva directamente al lago