El convento de origen medieval oculto en el corazón de Cataluña: esconde un hotel de lujo

Con una tradición católica tan extendida a lo largo de la historia y del territorio, Cataluña ha sabido dar una nueva vida a las miles de iglesias, ermitas, catedrales y monasterios que hay repartidos en la comunidad autónoma.

Algunos ya son simplemente monumentos, lugares que dedican más tiempo a recibir turistas que a la práctica eclesiástica. Otros, tratan de equilibrar ambos aspectos. Los hay que se han reconvertido en espacios dedicados a la restauración y algunos, directamente, a la hostelería.

Uno de estos templos que se ha transformado por completo se encuentra en pleno casco histórico de Vic. Enclavado en la muralla de Pere III y con vistas privilegiadas a la muralla, se erige Les Clarisses, un antiguo convento que alojaba a esta orden religiosa devenido hotel. Y no uno cualquiera.

Este edificio medieval, que combina siglos de historia con la modernidad de un hotel boutique, fue construido en el siglo XVII y ahora aloja a huéspedes con ganas de encontrar la paz. Espiritual o no.

Una casa señorial y medieval

Les Clarisses ha sido testigo de importantes episodios históricos. En su origen fue la casa señorial de la familia Espona hasta que un día se convirtió en el Convento de Santa Clara. Hoy, tras una cuidada restauración, ofrece a sus visitantes una experiencia única que une tradición y confort contemporáneo.

El edificio que aloja ahora este hotel fue levantado poco después de la Guerra de los Segadores (1640) por los señores Espona, una destacada familia de Vic. Durante más de dos siglos, fue su residencia principal, aunque a finales del siglo XIX se convirtió en una casa de verano cuando los Espona trasladaron su residencia habitual a Barcelona. 

El golpe de la Guerra Civil

Este uso se mantuvo hasta 1936, cuando los efectos devastadores de la Guerra Civil transformaron  transformaron la historia del inmueble. En 1939, tras la entrada de las tropas franquistas en Vic, las monjas dominicas del convento de Santa Clara encontraron refugio en esta casa tras la destrucción total de su convento original en la plaza homónima. 

Lo que comenzó como una solución provisional se convirtió en definitivo: en 1941 adquirieron la propiedad y, gracias a la venta de los terrenos del antiguo convento, emprendieron grandes obras de rehabilitación para adecuar el edificio a su nueva función como convento de clausura.

Primeras reformas

En 2010, el edificio fue sometido a una profunda restauración para adaptarlo a las necesidades del siglo XXI sin perder los elementos característicos de su arquitectura histórica. La rehabilitación respetó su esencia original, desde la elegante mampostería de la muralla medieval hasta los detalles de la casa señorial de los Espona, integrando además elementos que destacaban de su etapa como convento.

En 2014, el arquitecto Agustí Farrés lideró un proyecto de restauración que amplió las funcionalidades del edificio, incorporando espacios multifuncionales, como salas de conferencias, un oratorio y áreas diseñadas para fomentar el diálogo cultural y académico. El resultado fue un espacio único que combina historia y funcionalidad en el corazón de Vic.

De convento a hotel de lujo

Diez años más tarde, este antiguo convento de origen medieval ha adquirido una nueva forma. Les Clarisses se presenta como un hotel boutique que destaca tanto por su historia como por su confort. 

Sus 28 habitaciones, incluidas 4 suites de lujo, están diseñadas para ofrecer una experiencia relajante y exclusiva. Todas las habitaciones son exteriores, con vistas espectaculares al casco histórico y al jardín que forma parte del patrimonio del centro histórico de Vic. Este jardín, sostenido por la muralla de Pere III, es un tesoro que evoca los legendarios jardines colgantes de Babilonia.

Cómo es

Entre las suites, destacan opciones como la Superior Mirador, que ofrece vistas panorámicas de la ciudad, y la Deluxe, con acceso directo a la muralla histórica. Algunas suites están equipadas con terraza y jacuzzi, ideales para disfrutar de una estancia de lujo.

Todas ellas vienen además con opción a un pack que incluye un régimen de media pensión. Las suites, además, ofrecen una cena especial. Y a todo ello se añaden los servicios y prestaciones.

Qué ofrece

La ubicación de Les Clarisses es inmejorable. A pocos pasos de la Catedral de Sant Pere, el Museo Episcopal, el Templo Romano y la Plaza Mayor, el hotel permite a sus huéspedes explorar con facilidad los principales puntos de interés de la ciudad. Su entorno tranquilo y su rica historia convierten a este lugar en un refugio ideal tanto para turistas como para locales que buscan un espacio para eventos o una experiencia única.

Por último, el hotel cuenta con instalaciones que pueden acoger eventos de hasta 100 personas, con 3.000 metros cuadrados de espacio interior y 1.600 m2 de jardín. Desde reuniones empresariales hasta bodas, el hotel dispone de salas multifuncionales equipadas con tecnología de última generación, como sistemas de sonido, iluminación y proyectores. Además, su Aula Magna ofrece un espacio perfecto para conferencias y encuentros culturales.