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Conseguir una obra de Dalí en el mercado del arte, si es que alguna pieza suya todavía está en venta, ronda los centenares de miles de euros. Como muy poco, algunos miles de euros. El genio catalán es uno de los artistas más célebres del siglo XX. Sus obras surrealistas, capaces de abrir puertas a lo inconsciente y a lo imaginario, cautivaron al mundo y puede presumir de ser de los pocos artistas vivos que conoció la fama en vida.

Llamado no sólo para que expusiera en Francia, sino incluso para participar en programas de televisión y concursos de Estados Unidos, el empordanés enamoró a medio mundo y escandalizó al resto. Nunca provocó la indiferencia.

Una joya a 150 euros

Nacido en Figueres en 1904, Dalí revolucionó el movimiento surrealista, con obras icónicas como La persistencia de la memoria, El gran masturbador y Los elefantes. En estos cuadros, Dalí explora una fascinación por el subconsciente, el tiempo, y la psicología humana, plasmando en imágenes su estilo único y extravagante que aún hoy impacta. Por eso su obra se vende tan cara.

Con el valor de su obra, resulta espectacular encontrar en el mercado una pieza del pintor por 150 euros. Si uno bucea por los pozos de Internet puede dar con una de las obras menos conocidas del genio. 

Tal vez por ser una obra inicial, o porque es una de sus piezas menos difundidas en las que Dalí experimenta con estilos y temáticas más cercanas al realismo y al arte tradicional, lo cierto es que se puede decir que Dalí es accesible para casi todos los bolsillos.

La económica pieza en cuestión no es una lámina o un poster cualquiera que se pueda adquirir en cualquier lugar, se trata de un libro. No está escrito por él, obvio, pero sí que el catalán se dedicó, en su día, a ilustrarlo.

Qué obra es

El libro en cuestión es Les bruixes de Llers, una obra literaria del poeta catalán Carles Fages de Climent, editada en 1924. Aquí, a un tamaño reducido se pueden apreciar los primeros pasos del Dalí pintor clásico, por decirlo de alguna manera. Al menos, ni surrealista.

A diferencia de sus obras más conocidas, las ilustraciones de este libro no contienen elementos oníricos o psicodélicos; en su lugar, reflejan una exploración de la ilustración literaria tradicional, ajustada al tono narrativo y poético del autor.

Primera obra ilustrada

A pesar de ni haber explorado todavía el surrealismo, estas ilustraciones de Dalí no son sus primeras obras. Cuando salió el texto, el pintor ya tenía 20 años y había realizado algunas publicaciones en revistas locales y había expuesto sus primeras obras en Figueres gracias a su padre.

Sin embargo, Les bruixes de Llers fue su primera obra impresa ilustrada para una publicación completa, y representa un hito en su carrera y, a pesar de todo, casi olvidado por la crítica. En las ilustraciones que Dalí realizó es posible observar una estética influida por la ilustración y el arte clásico

Libro 'Les bruixes de Llers'

Lejos de los rostros deformados o de los paisajes imposibles que caracterizan su estilo posterior, los dibujos muestran una atmósfera que acompaña la poesía de Fages de Climent, centrada en brujas, leyendas y elementos tradicionales. La temática, en otra época, habría hecho que Dalí dejara volar su imaginación, pero se ciñó a la petición.

Que el surrealismo brille por su ausencia no hace peor a la obra. Las imágenes destacan por su simplicidad y una sensibilidad que conecta con el folklore local y las narraciones góticas más oscuras. Unas ilustraciones que casan a la perfección con la obra.

La unión de Dalí y Fages

Sobre por qué el artista accedió a realizar estos dibujos, uno se debe remontar a los primeros años del artista. Dalí y Fages de Climent eran amigos. A pesar de que Fages de Climent era dos años mayor, y ambos estudiaron en el Instituto Ramon Muntaner de Figueres, ciudad natal del pintor, y allí entablaron amistad.

Pasados los años, la relación continuó. En 1924, Dalí y Fages de Climent eran artistas emergentes y unieron sus fuerzas. Es cierto que luego cada uno siguió su carrera. El literato, a pesar de su calidad, apenas es conocido por este texto y, en parte, por la obra del genio surrealista. Por su parte, mencionar el apellido del genio Salvador es sinónimo de conocimiento y exaltación, aunque casi nadie conozca estas primeras ilustraciones suyas.

Sea como sea, este trabajo conjunto entre Dalí y Fages de Climent posee hoy en día un aura de misterio y exclusividad. El tiraje de Les bruixes de Llers se estima en un número limitado, aunque se desconoce la cantidad exacta de ejemplares impresos en papel industrial. Existe, sin embargo, una tirada exclusiva de 17 ejemplares en papel de hilo, firmados por el autor. 

El libro, encuadernado originalmente en rústica, cuenta en algunos ejemplares reencontrados con una encuadernación de piel realizada en la década de 1950 por JM Romeo, cuyas decoraciones en relieve, con retazos en tonos ocre y caldera, sugieren rostros enigmáticos y surrealistas, reminiscentes de las figuras brujeriles, pero eso ya a raíz de la fama del pintor.

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