Cataluña es sinónimo de cultura, de riqueza y, también, de pasión por el teatro. La evolución histórica del teatro refleja la rica y variada tradición que ha marcado el desarrollo del territorio catalán como sociedad. Desde la Edad Media, los espectáculos han sido un componente esencial de la vida catalana, comenzando con representaciones religiosas populares en plazas y calles.
El teatro en Cataluña ha evolucionado en paralelo con los cambios sociales, económicos y arquitectónicos del país y sus ciudades. Desde producciones grandiosas en teatros históricos hasta innovadoras representaciones en espacios alternativos, este dinamismo demuestra la capacidad del teatro catalán para adaptarse y mantenerse vigente, siempre en sintonía con su época. Te presentamos uno de esos lugares que ya son parte de la historia teatral de Cataluña y que sin duda merece ser visitado.
Este es el teatro más antiguo de Barcelona y de Cataluña
El teatro en cuestión se ubica en el número 27 de La Rambla y es uno de los más antiguos de la ciudad, además de ser uno de los más emblemáticos del país: Teatro Principal. Su fundación fue posible gracias a una donación de terrenos y edificios en La Rambla de Barcelona realizada por Joan Bosch al Hospital de la Santa Cruz, la institución médica más importante de la ciudad en ese tiempo, con la finalidad de edificar un teatro.
Para garantizar mayores ingresos, se le concedió al teatro el monopolio de las representaciones teatrales en la ciudad, un privilegio otorgado por Felipe II en 1568 y 1587. Una historia relevante.
¿Qué pasó en el teatro?
La construcción del teatro comenzó en 1597 y se completó en 1603. Desde entonces, el lugar ha albergado un teatro, y la plaza situada frente a él ha sido conocida como Pla de las Comèdies (‘Llano de las Comedias’) y hoy en día, como Plaça del Teatre. El edificio original tenía la estructura de un corral de comedias, construido de madera, y ha sido reconstruido varias veces. Entre 1728 y 1729 se amplió y se reconstruyó con piedra. El 27 de octubre de 1787, un incendio lo destruyó por completo, pero fue reconstruido gracias a las donaciones de nobles como el Marqués de Ciutadilla y el Conde de El Asalto. El nuevo teatro fue inaugurado el 4 de noviembre de 1788.
Así funcionaban las representaciones teatrales
En el siglo XVIII, el teatro acogió principalmente óperas, especialmente italianas. A finales de ese siglo, se empezaron a incluir conciertos vocales e instrumentales, y en el siglo XIX, las comedias de magia y la Zarzuela ganaron popularidad. La ópera mantuvo una fuerte competencia con el Gran Teatro del Liceo desde 1837 hasta finales del siglo.
Posteriormente, el teatro reformado se dedicó al cine, las variedades y el género ínfimo; una parte del edificio fue utilizada como frontón y en una planta superior se instaló un cabaret. En las décadas de 1980 y 1990, empezó a albergar ocasionalmente conciertos, recitales e incluso espectáculos teatrales y operísticos (en 1998-1999 se representaron cuatro óperas traducidas al catalán)."