Cataluña alberga numerosos pueblos medievales, todo ellos con su encanto particular, pero hay uno que sobresale por encima del resto. No solo destacan sus murallas y calles, sino también por tener uno de los puentes más impresionantes y hermosos.
Este puente románico, erigido para atravesar el río Fluviá, está catalogado como Bien de Interés Cultural y es notable tanto por su estética como por su historia. De hecho, ya se mencionaba en documentos del año 1075 y nuevamente en escritos de 1284. Estamos hablando del puente de Besalú.
Esta es la historia del puente más antiguo de Cataluña
A pesar de que hay registros de él desde el siglo XI, es posible que su estructura original difiera de la actual. Varias inundaciones lo dañaron, requiriendo frecuentes reconstrucciones y reparaciones, a menudo utilizando piedras del lecho del río Fluvià.
Otro cambio significativo ocurrió en 1880, cuando las torres y el portal del puente, que en la Edad Media servían para defender el acceso a la ciudad y cobrar peaje, fueron demolidos. El daño más reciente fue en 1939, durante la Guerra Civil Española, cuando la explosión de dos arcos dejó el puente en mal estado.
Los daños de este ataque tardaron en ser reparados. No fue hasta los años 50 y 60 del siglo XX que el puente fue intervenido y reconstruido por última vez. A lo largo de su historia, esta obra de ingeniería ha experimentado muchas modificaciones, pero siempre se ha mantenido su diseño basado en siete arcos desiguales apoyados sobre pilares construidos sobre roca.
Los misterios únicos del puente de Besalú
El puente medieval, también conocido como el Puente Viejo, es la imagen más emblemática de Besalú y la vía principal para acceder a su casco antiguo. Esta edificación fortificada, de estilo románico con elementos góticos, es tan icónica que fue escenario de la serie Juego de Tronos.
Está compuesto por ocho arcos desiguales agrupados en dos tramos angulados. Mide 105 metros de largo y 30 metros de alto. El portal de acceso, fortificado, se encuentra sobre el primer pilar, cerca de la muralla, mientras que la torre fortificada, de planta hexagonal y con aspilleras, está en el quinto pilar.
El puente es la única entrada al municipio, y los vehículos privados no pueden pasar. Un cartel al cruzar el puente lo indica, asegurando la tranquilidad y preservación de Besalú.
Qué ver en Besalú, uno de los pueblos más bonitos de España
Justo al cruzar el puente, hacia la izquierda, se encuentran los vestigios de una antigua sinagoga. Debajo de ella, están los Baños Miqvé, unos baños judíos del siglo XII desenterrados a mediados del siglo XX. Estos baños eran utilizados por los judíos para ceremonias de purificación, siendo los únicos de su tipo que perduran en España.
El casco histórico de Besalú impresiona con su magnificencia, especialmente la plaza Mayor y sus estrechas calles. Pasear por ellas es una experiencia obligada.
Después de visitar el casco antiguo, dirígete a la plaza Mayor o Plaza de la Libertad, el corazón del municipio, que alberga diversos comercios, restaurantes y la casa consistorial. Esta plaza ha sido utilizada como escenario para la serie Westworld.
Cerca de la plaza Mayor se encuentra la plaza de Sant Pere, la más grande del municipio. Aquí destaca el monasterio de Sant Pere, fundado en 977 por el Conde de Besalú. Este edificio religioso, del siglo XII, muestra su esplendor actual y se puede visitar consultando en la oficina de turismo de Besalú. En la misma plaza se alza Circusland, un edificio vibrante que contrasta con el entorno, pero que alberga el Museo Circusland, un referente del circo en Europa.
Las dos joyas arquitectónicas de Besalú: monasterio e iglesia
El Monasterio de Sant Pere, del siglo X, se sitúa en la Plaza Prat de Sant Pere. Su arquitectura, con cuatro columnas decoradas, es impresionante. En la misma plaza se encuentra la Casa Llaudes o Casa Cornellà, un ejemplo destacado de arquitectura civil románica en Cataluña. La Iglesia de Sant Vicenç, del siglo XII, es otra joya del románico catalán, con la tumba gótica de Pere de Rovira en su interior.
Cómo llegar a este pueblo de Girona
Un paseo por el río Fluviá es ideal para despedirse de este lugar. Ofrece vistas únicas del Puente Viejo y las casas del casco antiguo, que se tiñen de dorado al atardecer y al amanecer. Besalú está a una hora y media de Barcelona y a 40 minutos de Girona, siguiendo la AP-7 y luego la C-66. Si se continúa por esta carretera, se puede descubrir otro encantador pueblo, Castellfollit de la Roca.