Si uno piensa en el Imperio romano en Cataluña, la primera ciudad que a uno se le viene a la cabeza es Tarragona. La mítica foto del circo romano al lado del Mediterráneo es ya un icono de la ciudad, eso por no hablar de sus murallas (a las que se les dedicó una canción), el teatro y demás. Pero este no fue el único lugar donde se asentó esta antigua civilización.

Roma puso sus pies en todas las actuales capitales catalanas (Barcelona, Lleida, Girona y la citada Tarragona), pero también pasaron por Guissona, Empúries, Caldes de Malavella y otros puntos del territorio. El problema es que el protagonismo se lo han llevado las grandes urbes desarrolladas posteriormente.

Yacimiento desconocido

Uno de los yacimientos menos conocidos de esa época se encuentra muy cerca de Barcelona, a unos 20 minutos en coche y media hora en transporte público. Allí se han encontrado unas termas privadas que no tienen nada que envidiar a otras del país.

Las termas fueron siempre un lugar crucial en la cultura romana. Allí se departía y discutía tan intensamente como en el Foro o el Senado romano, de la misma manera que uno, antes o después, se relajaba tras un largo día, semana, mes o año.

Dónde están

Si en Roma están los restos de las famosas Termas de Caracalla, en Cataluña las mejores conservadas son las de Caldes de Malavella. Las edificaciones milenarias muestran las piscinas, las saunas y otras zonas importantes de estos espacios. Pero es en Sant Boi de Llobregat donde se hallan las termas romanas privadas mejor conservadas de Cataluña. 

Termas romanas AYUNTAMIENTO DE SANT BOI

Construidas a finales del siglo II d.C., las termas de Sant Boi formaban parte de una villa que prosperó durante varios siglos, ofreciendo a sus propietarios un lujoso espacio para el cuidado del cuerpo y el ejercicio. La villa contó con un sofisticado sistema de calefacción, conocido como hipocausto, que permitía mantener una temperatura confortable en las distintas salas.

Termas 'divididas'

Las termas de Sant Boi se dividen en dos edificios principales. El primero albergaba las cámaras frías, incluyendo el frigidarium, con su piscina fría y vestuario (apodyterium). En este vestuario, los bañistas dejaban sus ropas vigiladas por esclavos antes de comenzar su ritual de baño.

El segundo edificio estaba dedicado a las cámaras calientes: el tepidarium (sala tibia), el sudatorium (baño de vapor) y el caldarium (baño caliente). Aunque el sistema de calefacción subterránea no se aprecia con tanta claridad como en otras termas, la tecnología romana para el calentamiento de las aguas y las salas sigue siendo una maravilla para los visitantes.

Descubrimiento y conservación

Descubiertas en 1953 y en excelente estado de conservación gracias a la construcción de una masía sobre ellas en el siglo XVII, las termas de Sant Boi han sido protegidas y restauradas. En 1959, la Diputación de Barcelona construyó un edificio para cubrir las ruinas, y en 1998, fueron inauguradas oficialmente con la cubierta actual. Hoy, son un atractivo turístico y académico de gran relevancia.

Visitar las termas

Además de su función como baños, las excavaciones revelaron un centro de producción de ánforas bajo el frigidarium, datado entre los años 30 y 20 a.C. Esta integración de actividades domésticas e industriales subraya la autosuficiencia de la villa romana.

Las termas romanas de Sant Boi no solo son los baños privados mejor conservados de Cataluña, sino también unas de las mejor preservadas de España y Europa. Este tesoro arqueológico se puede visitar por tan solo un euro, ofreciendo una experiencia única para quienes desean adentrarse en la vida cotidiana de la antigua Roma.

Cómo llegar

Para llegar a las termas de Sant Boi de Llobregat desde Barcelona, la opción más conveniente es el tren. La manera más fácil es tomar cualquier línea Llobregat/Anoia de Ferrocarrils de la Generalitat (FGC) y parar en Sant Boi. Desde la estación de tren de Sant Boi, se puede caminar aproximadamente 10-15 minutos hasta la Avda. Maria Girona, s/n, donde se encuentran las termas. El total del viaje es de apenas 30-40 minutos.

Si se prefiere viajar en coche, se debe tomar la Gran Via de les Corts Catalanes (C-31) en dirección hacia la autovía C-32. Desde la C-32, se debe tomar la salida 53 hacia Sant Boi de Llobregat. Una vez en Sant Boi, seguir las indicaciones hacia el centro de la ciudad y dirigirse a la Avda. Maria Girona, s/n. El trayecto en coche desde el centro de Barcelona dura aproximadamente 20-30 minutos, dependiendo del tráfico.

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