La Sagrada Familia parece ser la obra maestra de Gaudí. A pesar de no ser la única, es la creación del arquitecto de Reus que más ha llamado la atención. Sea porque quedó inacabada, por toda la simbología que hay en ella o porque es su proyecto más monumental, atrae cada año a millones de personas de todo el mundo que vienen a Barcelona con una idea a la cabeza. Bueno, dos: playa y visitar esta iglesia.
La lista de espera para entrar es más que considerable. Son pocos los monumentos de Cataluña para los que se haya de sacar entrada con antelación y menos aún tanta como requiere esta basílica. El impacto es tal que hay decenas de réplicas por el mundo.
Un alumno de Gaudí
Más allá de la reproducción de toda Barcelona que hay en un parque temático de Japón o que pueda haber en Cataluña en miniatura, hay muchos arquitectos que se han basado en este majestuoso templo para hacer algo parecido. Un claro ejemplo se encuentra en Cataluña mismo.
Fue precisamente un discípulo de Gaudi, Josep Maria Jujol, el que a unos 100 kilómetros de Barcelona creó su propia Sagrada Familia, aunque no era la intención. Al arquitecto se le pidió una iglesia para la virgen de Montserrat de Montferri y éste creó una iglesia con la forma de la montaña catalana, aun así recuerda a la Sagrada Familia.
La Sagrada Familia alicantina
Otro caso menos conocido, es el que se encuentra en el Valle del Vinalopó. En este pueblo de Alicante una estructura arquitectónica destaca entre los paisajes de viñedos: el santuario de Santa María Magdalena en Novelda.
A primera vista, esta iglesia parece una versión de la emblemática Sagrada Familia de Gaudí, pero su historia y su origen revelan una conexión más profunda con el movimiento modernista y la arquitectura industrial catalana.
Historia del edificio
Inicialmente, se podría pensar en una inspiración directa de Gaudí, pero hay diferencias significativas una vez se estudian los detalles arquitectónicos. La influencia del modernismo catalán es innegable, pero el santuario de alicantino tiene su propia identidad y legado.
A finales del siglo XIX, Novelda experimentó un auge económico gracias a una próspera burguesía comercial que estableció fuertes vínculos con Cataluña. Este contexto socioeconómico facilitó la adopción del modernismo, un movimiento que triunfaba en ciudades europeas como Barcelona, París y Viena. La burguesía noveldense, deseosa de reflejar la vanguardia arquitectónica de la época, impulsó la construcción de edificaciones que manifestaran su prosperidad y modernidad.
La llegada del ferrocarril en 1858 y la conexión Madrid-Barcelona transformaron la economía local. Novelda, con su puerto en Alicante, se convirtió en un importante centro de exportación de mercancías agrícolas, especialmente vino, que se exponía en eventos internacionales en París y Barcelona. Este desarrollo económico avivó el interés por mejorar las infraestructuras y edificios de la localidad.
Uno de los proyectos más ambiciosos de esa época fue la renovación de la ermita en la colina, que se encontraba en deterioro. Surgió entonces un movimiento cívico y religioso que propuso la construcción de un nuevo santuario en lugar de simplemente reparar la antigua ermita. En 1916, se lanzó un concurso de ideas, que fue ganado en 1917 por el joven arquitecto José Sala Sala.
Raíces católicas
Influenciado por su formación en Cataluña, este arquitecto se encargó de diseñar el nuevo santuario. Su padre, un adinerado empresario textil, lo había enviado a estudiar ingeniería a Terrassa, donde se había fundado una de las primeras escuelas industriales. Durante su formación, Sala estuvo expuesto a la arquitectura industrial y modernista, y aparentemente tuvo contacto directo con Gaudí, lo cual dejó una profunda huella en su estilo arquitectónico.
Como Gaudí, Sala era un devoto católico, y decidió que la construcción del santuario tendría un simbolismo religioso significativo. La planta del santuario se diseñó en forma de copa, evocando la de alabastro que utilizó Santa María Magdalena para ungir los pies de Jesús. Este detalle es uno de los muchos que reflejan la intención de Sala de rendir homenaje a la santa, quien fue declarada patrona de Novelda por el papa Benedicto XV durante esa época.
La construcción del santuario comenzó en 1918, financiada mediante una campaña de suscripciones que demostró el compromiso de la comunidad noveldense con el proyecto. Aunque las primeras impresiones del santuario puedan recordar a la Sagrada Familia, es evidente que las influencias principales provienen de la arquitectura industrial y modernista que Sala conoció en Terrassa.
El santuario de Santa María Magdalena, con su estilo único y su profundo simbolismo, es un testimonio del legado modernista catalán y de la rica historia cultural y económica de Novelda. Esta iglesia refleja la fusión de influencias arquitectónicas y la devoción religiosa, convirtiéndose en un emblema del patrimonio local que merece ser descubierto y admirado.
Cómo llegar
Para llegar al santuario de Santa María Magdalena en Novelda desde Barcelona, se pueden considerar tanto el transporte en tren como en coche. En tren, Renfe ofrece servicios que conectan la estación de Barcelona-Sants con Alicante. Desde allí, se puede tomar un tren regional hasta Novelda. El tiempo total del viaje en tren es de aproximadamente cuatro horas, dependiendo de los horarios y conexiones. La estación de tren de Novelda se encuentra a poca distancia del santuario, facilitando el acceso al lugar.
En coche, se puede tomar la autopista AP-7 desde Barcelona en dirección sur hacia Alicante. Después de aproximadamente 400 kilómetros, se debe tomar la salida hacia la carretera A-31 en dirección a Novelda. El trayecto en coche dura aproximadamente cuatro horas, dependiendo del tráfico y las condiciones de la carretera.
Noticias relacionadas
- Así es la playa más inaccesible y exclusiva de Tarragona: 50 minutos a pie para disfrutar de la paz mediterránea
- La mejor zarzuela de pescado se come en este restaurante escondido en un precioso pueblo pesquero de la Costa Brava
- Ni Aiguablava Ni Sa Tuna: esta es la playa de la Costa Brava más bonita y menos masificada para el verano