Las míticas atracciones de Disney han poblado la imaginación de los más pequeños desde que se construyó el primer parque en Europa, en 1992. Lo que muchos no sabíamos es que, de haber seguido el plan original, el sueño de ir con nuestros personajes favoritos habría podido hacerse realidad, tanto como lo es irse a Port Aventura.
Sí, lo has leído bien, en un momento previo al 92, se barajó la idea de construir el famoso parque de atracciones en una zona de Cataluña, pero la idea no llegó a cuajar. Te explicamos el por qué.
Disneyland Tarragona o Barcelona
Según explica el medio Traveler, en España se contemplaron cuatro posibles áreas. La primera se ubicaba entre L’Ametlla de Mar y Vandellós, en Tarragona. La segunda abarcaba el tramo Cabanes-Oropesa-Torreblanca, en Castellón. La tercera consideraba los marjales de Pego, una localidad valenciana entre Gandía y Dénia. La cuarta opción contemplaba la localidad de Santa Pola (Alicante).
Finalmente, Disney anunció a través de un comunicado su elección definitiva de construir el EuroDisney Resort en Francia, en lugar de Cataluña o el resto de lugares de España.
Cuando Disney estuvo a punto de establecerse en Cataluña
Según los responsables de la operación, se tuvieron en cuenta varios factores a la hora de elegir el hogar europeo del conocido ratón. Entre ellos, la renta per cápita y densidad de la población, el clima, la facilidad del transporte y (sí) el lugar que ocupaba el sitio en el imaginario estadounidense.
Según dijo Ignacio Vasallo, uno de los responsables de la operación: «las esposas de los ejecutivos Disney que viajaron a Europa, en uno de esos detalles pequeños que marcan diferencia, nunca visitaron Catalunya para parar directamente en París».
Así, la proximidad de Marne la Vallée con la ciudad de la moda (está a 35 km de París), fue determinante a la hora de tomar la decisión.
No obstante, también se barajaron otros motivos. Por ejemplo, Disney tuvo en cuenta el hecho de que Francia fuera el país más visitado en los años 80, el acuerdo del gobierno francés con Disney para establecer un tren de alta velocidad (AVE) cerca del parque (permitiendo conexiones de alta velocidad con otros países europeos).
Adiós a Disney, hola Port Aventura
Según declaraciones de Vasallo en el mismo artículo citado, de COPE, lo cierto es que a día de hoy los ejecutivos pueden haberse arrepentido de su decisión. Y es que el clima en Marne la Vallée dista mucho del sol y playa que podrían haber tenido en Tarragona, y más allá de esto, los números hablan. Al parecer, el parque sólo fue rentable los primeros 5 años, dado que el consumidor europeo no es como el americano. Las familias no pasan una semana entera durmiendo en los hoteles, sino que pasan el día en el parque y después aprovechan para visitar París y dormir en la ciudad o alrededores.
En España no se perdió el tiempo, y aprovecharon la idea de los americanos para desarrollar en Camp de Tarragona un más modesto Port Aventura, que ha servido para secar las lágrimas de pequeños y mayores, ya que es un negocio que sí consigue llegar a final de mes.