El pasado católico de este país pesa. No hay ningún municipio sin su iglesia, convento o capilla. Es un básico de España. Muchas pasan desapercibidas, pero todas ocultan una historia que merece ser contada. En Cataluña hay varias.
Lejos de querer destacar todas ellas, es mejor centrarse en algunas. En este caso, vamos a centrarnos en un monasterio que durante largos años permaneció en el olvido cuando su pasado es más que glorioso.
Atractivo para 'National Geographic'
Entre los majestuosos picos de la cordillera del Montsant, se encuentra enclavado el antiguo monasterio de Escaladei, una cartuja testigo silencioso de siglos de historia y tradición. Este monasterio, que una vez fue el hogar de los devotos monjes cartujos, ha sido rescatado del olvido para deleite de los amantes de la historia y el vino, siendo destacado incluso por la prestigiosa National Geographic.
Fundada en 1194 por una concesión de Alfonso el Casto, la cartuja de Escaladei fue pionera en la península ibérica y ejerció una influencia crucial en la fundación de numerosos monasterios posteriores. Durante siglos, los monjes cartujos siguieron una vida de recogimiento y oración en este remoto valle, combinando la soledad eremítica con la vida comunitaria.
Religión, agricultura y... vino
El esplendor de Escaladei alcanzó su cenit entre los siglos XVI y XVII, cuando su vasto patrimonio agrícola y vitivinícola le otorgó un poder económico y político considerable. Sus campos, molinos, olivos y viñedos no solo garantizaban su subsistencia, sino que también contribuían al florecimiento del comercio en la región.
De hecho, la influencia del prior llegó a extenderse hasta convertirse en el alcalde general de los pueblos circundantes, un testimonio de su importancia en la fundación de la Denominación de Origen de Calidad Priorat.
Caído en el olvido y resurgir
Sin embargo, el destino de Escaladei cambió drásticamente en la primera mitad del siglo XIX con la desamortización de tierras eclesiásticas y las revueltas populares, que marcaron el comienzo de su declive. Durante décadas, el monasterio y sus tierras quedaron abandonados y en ruinas, hasta que en 1884, un grupo de visionarias familias adquirió la propiedad y fundó la Sociedad Agrícola La Unión.
Esta sociedad, que más tarde dio origen a la reconocida bodega Cellers de Scala Dei, rescató la antigua tradición vitivinícola de Escaladei. En 1878, las primeras botellas de vino del Priorat salieron de sus bodegas para ser presentadas en la Exposición Universal de París, marcando el inicio de una nueva era para la región vinícola.
Bien de interés nacional resurrecto
La restauración y recuperación de Escaladei fue finalmente impulsada en 1991, cuando las familias propietarias de Cellers Scala Dei cedieron el monasterio a la Generalitat de Cataluña. Desde entonces, este sitio histórico ha sido declarado Bien de Interés Nacional y monumento, atrayendo a visitantes de todo el mundo.
Recientemente, el claustro mayor abrió sus puertas al público después de una meticulosa restauración. Gracias a los esfuerzos de los investigadores, hoy en día es posible recorrer los claustros, la iglesia y el refectorio de la antigua cartuja, así como contemplar las celdas del siglo XII reconstruidas con todo detalle.
Cómo llegar
La importancia de este templo religioso es tal que todavía se llevan a cabo trabajos de conservación y restauración para abrir al público nuevas salas que quedaron en el olvido. Conocer los detalles lleva a conocer mejor la historia de un pueblo.
Visitarlo es posible y acceder a él relativamente fácil. La cartuja Escaladei se encuentra a menos de una hora de Tarragona, una más si se llega desde la ciudad condal. Lo ideal es ir por la AP-7, hasta la salida de Reus y seguir por la T-11, convertida luego en la N-420. Pasadas Les Borges Blanques, uno se desvía por la carretera C-242 hasta Escaladei y, de allí, seguir las indicaciones hasta el monasterio.