En el corazón de Barcelona, en pleno casco antiguo, el Palau Güell, una de las primeras obras maestras del renombrado arquitecto Antoni Gaudí, abre sus puertas a una experiencia única y exclusiva: la visita guiada nocturna ‘El Palau Güell secreto’, el segundo sábado de cada mes.
En una experiencia única y fascinante, este majestuoso edificio, una de las obras más genuinas del máximo representante del modernismo catalán, ofrece la posibilidad de explorar sus rincones más ocultos. La visita promete revelar los misterios y la magia de este palacio urbano en una atmósfera clandestina y privada, y desvelará historias y rincones no accesibles al público en las visitas guiadas convencionales.
Arte e historia
‘El Palau Güell secreto’ no solo es una inmersión en la arquitectura y el arte, sino que además es una experiencia que transporta a los visitantes a la Barcelona burguesa de finales del siglo XIX. Cada rincón del palacio narra una historia, desde los techos abovedados para mostrar lujo y suntuosidad, hasta los suelos de madera que amortiguaban el ruido de caballos y carruajes, haciendo de este recorrido una cita obligada para los amantes del arte y de la historia.
La visita guiada nocturna ‘El Palau Güell secreto’ abre una ventana única al mundo de Gaudí y a la riqueza cultural de Barcelona, bajo el encanto de las luces de la noche. Permite a los visitantes maravillarse con la belleza y el ingenio característicos de las obras de una de las figuras más influyentes de la arquitectura mundial, Antoni Gaudí. En la tranquilidad y con el misterio de la noche, el Palau Güell revela sus secretos más profundos, invitándonos a descubrir su magia escondida.
Un viaje al modernismo desde otra perspectiva
Situado en la calle Nou de la Rambla, el Palau Güell fue construido entre 1886 y 1890 por iniciativa del empresario y mecenas catalán Eusebi Güell. El industrial encargó a Gaudí la construcción de esta residencia familiar multifuncional, donde convivió con sus diez hijos y con su esposa, Isabel, hija de uno de los hombres más ricos e influyentes de la época, Antonio López, marqués de Comillas.
Este edificio, que forma parte del Patrimonio Mundial de la UNESCO desde 1984, tuvo diversos usos después de que la familia se trasladase a vivir al Park Güell (Casa Larrard), hasta que en 1945 fue cedido a la Diputación de Barcelona con la condición de no ser nunca modificado y de ser destinado a fines culturales.
Durante la visita ‘El Palau Güell secreto’ los visitantes, en grupo reducido, tienen la oportunidad de explorar áreas restringidas durante el día, como la antigua cámara del cochero —que fue calabozo de una comisaría en la posguerra—, o el despacho de Eusebi Güell donde se forjaron importantes alianzas y negocios.
También redescubrirán espacios ya conocidos, pero con otra luz, como la azotea, con sus coloridas chimeneas de formas caprichosas, que ofrece unas vistas espectaculares de la ciudad iluminada, añadiendo un toque de encanto y misterio a la experiencia.
El estilo de Gaudí
Durante el recorrido, los guías especializados comparten anécdotas y secretos de la vida de Eusebi Güell y de su estrecha relación con Gaudí; y revelan detalles poco conocidos de la simbología y la decoración del palacio, como los escudos de armas de la familia Güell y las referencias mitológicas que adornan sus estancias.
La visita nocturna permite, además, apreciar de cerca la maestría en el uso del hierro forjado y los vidrios emplomados —elementos distintivos del estilo modernista— y, de manera especial, percibir la habilidad de Gaudí para jugar con la luz y la sombra y crear atmósferas únicas en cada rincón del palacio. Las celosías enrejadas que cubren los amplios ventanales permiten ver de dentro hacia fuera pero no al revés, y confieren al edificio un aire todavía más reservado.
Un majestuoso cuadro de 'Hércules', del pintor modernista Aleix Clapés —también amigo de Güell y de Gaudí— culmina la escalera principal, en una clara alusión al poder de esta familia en la Barcelona de la época. Durante la visita se accede a diferentes estancias y espacios del edificio.
El salón central es un espacio majestuoso y fue multifuncional en su época: sala de recepciones, capilla, auditorio de conciertos… Destaca su excelente acústica, que puede apreciarse cuando suena el órgano del palacio.
El despacho de Eusebi Güell —habitualmente cerrado al público—, desde donde el empresario podía acceder a las diferentes zonas del edificio, conectaba con su magnífica biblioteca, que llegó a albergar más de 5.000 volúmenes.
Mención aparte merece la visita a las caballerizas y, más concretamente, a la antigua cámara del cochero de los Güell. Este aposento, de unos 16 m2, fue utilizado entre 1938 y 1942 como calabozo de la comisaría del Distrito Quinto, popularmente conocido como el ‘Barrio Chino’.
Las paredes de esta cámara muestran 185 grafitis de detenidos que ofrecen un testimonio sobrecogedor de los tiempos de represión y convulsión política. Los grafitis y grabados realizados en las paredes cuentan la historia de los detenidos, desde anarquistas y simpatizantes del bando sublevado hasta delincuentes comunes.
Los grafitis de este período incluyen símbolos de la CNT-AIT y de la Falange Española. Con la entrada de las tropas franquistas en 1939, el Palau Güell continuó albergando la comisaría del distrito, pero cambiaron las víctimas de la represión y los grafitis comenzaron a incluir "vivas" a la República y a la Constitución.
A partir de marzo de 1939, se establecieron juzgados especiales para recibir denuncias en los distritos policiales de la ciudad, incluyendo el Palau Güell. Algunas de estas denuncias también quedaron reflejadas en los grafitis, que hablan de delatores y de las causas de las detenciones. Otras inscripciones hacen referencia a robos, a actos violentos e incluso a agradecimientos por el trato recibido en la comisaría. Algunos mencionan detenciones por homosexualidad, reflejando la dura represión sexual de esos tiempos.
La mayoría de las inscripciones tienen faltas de ortografía, como reflejo del analfabetismo de la España de la época y están en castellano, aunque algunas hacen referencia explícita a la prohibición de hablar catalán. Muchos incluyen dibujos de desnudos femeninos, figuras hermafroditas, objetos comunes, calendarios e incluso personajes animados de aquellos años, como Popeye o Betty Boop.
Cómo vivir esta experiencia
La visita nocturna ‘El Palau Güell secreto’ no es únicamente un recorrido por la arquitectura y el arte, sino que ofrece una experiencia que envuelve a los visitantes en la atmósfera histórica y cultural de la época de Gaudí y los Güell. Este recorrido exclusivo está diseñado para grupos reducidos, de máximo 12 personas, con el propósito de ofrecer una experiencia personalizada y profunda y requiere reserva previa.
Información práctica
Lugar: Palau Güell, calle Nou de la Rambla, 3-5, 08001 Barcelona.
Precio visita guiada ‘El Palau Güell secreto’: 15 €.
Reservas: A través de la página web oficial del Palau Güell; plazas muy limitadas.
Duración: 2 horas
Días y horarios: Cada segundo sábado de mes (excepto agosto).
De abril a octubre:
20:30 h - 22:30 h, catalán e inglés.
20:45 h - 22:45 h, castellano.
De noviembre a marzo:
18:30 h - 20:30 h, catalán e inglés.
18:45 h - 20:45 h, castellano.
- Actividad para público adulto.
- No recomendada para personas con movilidad reducida.
-
Más información y entradas en https://inici.palauguell.cat/es/