Siempre es un buen momento para descubrir los paisajes y la cultura del vino. Y ahora, en otoño, tras la vendimia, es una excelente oportunidad para conocer bodegas que cultivan sus viñedos de manera respetuosa y producen vinos y cavas de calidad inmejorable sin deteriorar el medioambiente. Os presentamos actividades y propuestas para disfrutar del enoturismo, del Alt Penedès al Maresme, pasando por el Bages.

1. Una bodega pionera en viticultura respetuosa

Junto a Sant Pau d’Ordal, la bodega Albet i Noya es pionera en España en viticultura sostenible, con más de cuarenta años ondeando la bandera eco. Dos décadas atrás iniciaron un proyecto de recuperación de antiguas variedades de cepas, que les ha permitido desarrollar vinos muy interesantes.

Para conocer en profundidad las técnicas vitivinícolas más sostenibles, reservad visita con el enólogo y propietario de esta bodega, una experiencia súper recomendable en la D.O. Penedès.

2. Pasear por los viñedos en bicicleta eléctrica

En Sant Sadurní d’Anoia, Juvé & Camps ha reconvertido todas sus hectáreas para producir cavas y vinos ecológicos. Dejan que la tierra descanse y se recupere con años de barbecho, no utilizan ni insecticidas ni herbicidas químicos y recogen la uva a mano para no contaminar y ser cuidadosos con las vides.

Cada año organizan durante la vendimia un recorrido por sus viñedos en bicicleta eléctrica, para que todo el mundo pueda disfrutar de una experiencia memorable en la D.O. Cava.

Recorrer los viñedos de Juvé & Camps en bicicleta eléctrica

3. Recorrer los viñedos a caballo

Gramona es una bodega muy concienciada sobre la importancia de trabajar el viñedo bajo los principios de la agricultura ecológica y biodinámica. Fieles a una filosofía sostenible y respetuosa con el entorno, utilizan la variedad xarel·lo para elaborar sus vinos espumosos. Dando un paseo a caballo entre viñedos, un guía experto os explicará la manera de hacer de esta familia de viticultores desde 1850.

4. Entender las prácticas biodinámicas

Parés Baltà es una pequeña empresa familiar de viticultores apasionados por los vinos ecológicos y biodinámicos.

Tienen abejas que contribuyen a la polinización durante la floración de las uvas; ovejas que pastan por los viñedos y los fertilizan de forma natural tras la vendimia; el agua que reciben sus cepas proviene de la lluvia; y trabajan la fertilidad de los viñedos y el control de las plagas con preparados a base de hierbas, minerales y estiércol, para no dañar la biodiversidad.

La bodega está situada en Pacs del Penedès y organizan sesiones para explicar las virtudes del cultivo biodinámico.

5. Ser enólogos por un día

La bodega Pla de Morei se creó con el objetivo de preservar, respetar y recuperar el entorno en el que ha vivido esta familia de propietarios: Mas Rossinyol, una masía ubicada en La Torre de Claramunt, en la Anoia.

Se trata de un territorio rico y fértil que podéis descubrir en un recorrido entre barracas de piedra, con un maridaje de vinos y quesos locales o haciendo un pícnic entre viñedos. ¿Preferís aprender a elaborar vuestro propio vino ecológico? Reservad vuestra plaza y convertíos en enólogos, aunque sólo sea por un día.

6. Admirar una bodega modernista

La bodega de Alella Vinícola fue diseñada en 1906 por el arquitecto Jeroni Martorell, discípulo de Gaudí. Podéis combinar un paseo entre viñedos ecológicos junto al mar con una visita guiada a una bodega centenaria y espectacular. ¡Y os marcharéis habiendo probado alguno de los mejores vinos sostenibles de la D.O. Alella!

Admirar el mar y los viñedos, en Alella Hans Geel / Shutterstock

7. Brindar con vistas a Montserrat

En la D.O. Pla de Bages se ubica una de las bodegas ecológicas más renombradas de las comarcas de Barcelona: Heretat Oller del Mas. La finca está ubicada en una zona privilegiada, junto a Montserrat y al Parque Natural de Sant Llorenç del Munt i l’Obac. Preocupados por preservar la identidad de un terruño único, se esmeran en proteger el medioambiente y son la primera bodega de Cataluña y la tercera del mundo con las emisiones más bajas de carbono.

En la terraza de su restaurante Bages964 podéis disfrutar de una excelente cocina de proximidad y brindar con impresionantes vistas a la montaña mágica; o aprovechad para regalaros una estancia de gastronomía, cata de vinos y relajación en una de sus cabañas integradas en la naturaleza.

8. Descubrir las tinas de piedra seca

En el corazón del Bages, en el Valle del Flequer, se ha creado una ruta para visitar el conjunto de tinas de piedra seca que se utilizaban antiguamente para hacer vino en los viñedos más alejados de los pueblos. El recorrido comienza en El Pont de Vilomara i Rocafort y circula a ambos lados de un torrente, donde podréis admirar un paisaje extraordinario que os dejará sin palabras.

Catar vinos junto a las tinas de piedra seca, en el Bages Marc Castellet / ACT

Más información en www.barcelonaesmoltmes.cat/es/gastronomia-enoturismo

Contenido ofrecido por la Diputación de Barcelona

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